NO ES NUEVO QUE UNA DE LAS COSAS por las que más ha sufrido la humanidad son las plagas, si no me creen pregúntenle al pobre faraón de la saga de Moisés.
LO CIERTO es que mucho de lo que nosotros consideramos plaga, es la reacción natural de algunas especies a la invasión humana de nuevos hábitats; las cucarachas no se gestaron en covachas o cocinas de primigenias casas de dinosaurios, de hecho son más antiguas que ellos: ellas, ratas y ratones vivían y viven a nuestro alrededor en la naturaleza y si nuestros ancestros lograban atraparlos, con frecuencia terminaban en el menú.
El concepto rudimentario de plaga como tal, se inicia con el comportamiento gregario, en el momento que el humano se establece en comunidades, duerme siempre en el mismo lugar y comienza a almacenar alimentos.
La romántica Edad Media
Hablando de historia, conozco un par de personas que consideran muy romántica la Edad Media e incluso desearían haber vivido en ella, pero tal vez olvidan algo: No había higiene en ese tiempo, la gente no se bañaba, ya fuera por temor a enfermar o por simple falta de agua, defecar al aire libre era la norma y no existía el papel de baño -ni baños-, nadie se lavaba las manos, y era más seguro tomar vino o cerveza que agua, durante el oscurantismo se consideraba sano tener encima pulgas y chinches -esto quedó inmortalizado en muchos cuadros femeninos de la época, donde se veía algún “sexi lunar” que en realidad representaba a una saludable y gorda pulga-, además la multitud de alimañas era cosa normal en todas las casas, a nadie le parecía extraño quitar a la rata de la mesa y sentarse a comer aquello sobre lo que había estado parado -y roía- el inocente animalito.
En este ambiente proliferó la pulga de la rata, portadora de una bacteria llamada Yersinia Pestis, la convivencia estrecha con ellas fue la causante de la peste o muerte negra, que arrasó con casi toda la población de la Europa de ese tiempo. Cabe decir que la peste NO está erradicada, hoy día es curable con antibióticos y la pulga se combate, por lo que ya no se ven las horribles bubas ni otras manifestaciones tardías de la enfermedad.
El animal más peligroso de la tierra
Un ambiente sucio es caldo de cultivo para toda suerte de bichos portadores de enfermedades, llamados con elegancia “vectores” por los epidemiólogos -para que nadie se escandalice si se habla de pulgas, piojos, chinches, garrapatas, ácaros, cucarachas, mosquitos, ratas, ratones etc.
Otro ejemplo claro es el animal más peligroso de la tierra, que ha matado más humanos que todas las guerras, depredadores y la peste juntos: el terrible mosquito que en su variedad anófeles, transmite malaria –o paludismo– y que aquí en los últimos años ha agregado a su repertorio dengue, chinkungunya y zika, enfermedades que si bien no son nuevas ni mortales de necesidad, si son problemáticas y tienen diferentes consecuencias a largo plazo.
Otro mosquito, el Lutzomya, transmite la Leishmania, causante de la devastadora “ulcera de los chicleros” o Leishmaniasis que desde hace siglos azota a toda Latinoamérica con predominio de Brasil. Otro vector latinoamericano, el triatómino - o “chinche besucona” – propaga el parásito llamado Tripanosoma Cruzi, culpable de la enfermedad conocida como chagas, que en algunos casos, tarda años en manifestarse, con crecimiento desmesurado de vísceras y la muerte repentina de personas aparentemente sanas. Las cucarachas las encontramos en todo el planeta, pero si viven con los humanos tienden a propagar enfermedades, entre las que sobresale la salmonelosis (tifoidea).
En Estados Unidos y Europa, la garrapata transmite la Rikettsia que causa tifus, menos disperso pero aun así problemático…
Lo anterior son sólo unos pocos ejemplos, hay muchas -pero muchas- más, libros enteros se han escrito acerca de parásitos y enfermedades transmitidas por insectos, así que hay que tomarlas muy en serio, no es ningún lujo poner mallas anti-mosquito, tener a la mano insecticida, realizar fumigaciones rutinarias y reforzar las medidas preventivas e higiénicas generales.
En los medios más marginados y pobres, o en donde la basura se apila en montañas, puede existir un nido de ratas que albergue la peste y en estas áreas, un día no muy lejano, podríamos ver de nuevo carretones abiertos llevando pilas de cadáveres bubónicos… la imagen es terrible, pero como están las cosas hoy día en nuestro México, donde el que la hace NO la paga… tal vez eso ya ni nos asuste.
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