Mucho optimismo se respiraba en las prometedoras expectativas de ver el sureste de nuestra república mexicana, un panorama verdaderamente promisorio con la determinación gubernamental de reactivar la explotación y exploración de todos los mantos petroleros, para convertir en realidad las verdaderas posibilidades de tener la base sólida del desarrollo de todos los mexicanos, aprovechando integralmente las riquezas confirmadas de hidrocarburo y su vasta posibilidad de ser un país productor, procesador y capaz de aprovechar todos los beneficios de la petroquímica y sus derivados.
Después de la nacionalización el 18 de marzo de 1938, los petroleros mexicanos remontaron todas las adversidades reales y artificiales creadas por las petroleras afectadas en la determinación del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, quienes iniciaron una campaña internacional de desprestigio contra esta determinación, exigieron leoninas indemnizaciones por los presuntos daños a sus intereses y vieron nacer PEMEX casi al mismo tiempo que paralelamente, el economista, ilustrado y banquero Manuel Gómez Morín el cabildero número uno de las transnacionales del Oíl creaban el Partido Acción Nacional, como instrumento político para revertir el acto nacionalista del General Lázaro Cárdenas.
México productor importante
Los grandes beneficiarios de la riqueza petrolera que de los años comprendidos de 1915 a 1924 al ser considerado -nuestro país- como uno de los principales productores más importantes del mundo, gracias a las grandes producciones del energético del Distrito de Ébano y la vieja Faja de Oro. Se tenía pleno conocimiento de estas potencialidades y del mapeo en las características sobre el producto. No todo el territorio del país presentaba las condiciones geológicas adecuadas para la acumulación de hidrocarburos (Antes del letal sistema apocalíptico del Fracking).
Estudios y documentos en la materia nos revelan que desde entonces se ostentaba muy claro las regiones de mayores posibilidades y donde estaba la llanura principal costera del Golfo de México, desde las estribaciones de la Sierra Madre Oriental en el noreste, hasta la Península de Yucatán, sobre los Estados de Nuevo León, Tamaulipas, parte oriental de San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco, Campeche y el restante de la península. El libro “Provincia de Arenque; El petróleo”, editado por Petróleos Mexicanos en 1971 nos aporta grandes datos al respecto sobre las zonas costeras sumergidas del Golfo de México y ponderaban los entonces descubrimientos de los campos de Arenque y Faja de Oro Marina.
Gran potencial de reservas
Posteriormente se llegaría a la confirmación de todo el gran potencial de reservas probadas en las costas de Tabasco y Campeche, durante la gestión del Lic. Jesús Reyes Heroles frente a PEMEX a finales de la década de los 60s , para confirmar los grandes mantos desde Frontera Tabasco hasta Puerto Real en la Isla del Carmen, del Estado de Campeche.
La gran crisis mundial en el mercado del petróleo durante el gobierno de José López Portillo (1976-1982) ante el incremento de precios de la OPEP y los reacomodos de la geopolítica global en la materia, obligó a cambiar la política de mantener en reserva de explotación en las aguas someras del Golfo de México y se diseñó en forma rápida y sin ningún proyecto nacionalista, el denominado “Boom Petrolero” y se construyeron fábulas del descubrimiento de un pescador camaronero (Don Rudesindo Cantarell) quien molesto por las constantes perdidas de sus artes de pesca y redes en la denominadas “chapopoteras” fue escogido por el Gobierno ocurrente de los mitotes de cabaret, para montar la escenografía de casi un “Quetzalcóatl del Tesoro Petrolero” y la consabida necesidad de aprender a administrar la abundancia que —presuntamente— ello derivaría.
Demencia del derroche
A partir de 1979 la demencia en el derroche de la explotación petrolera en las costas de Campeche y parte de Tabasco, generó el inédito abuso de créditos y endeudamiento, mientras sin ninguna restricción en la adquisición de equipos de exploración marítimas, se convertía en toda una juerga de frivolidades, derroches, corrupción y desorden de todos los niéveles.
Muchos hombres de mar campechanos, habían vaticinado la debacle de la Industria Camaronera y de escama. Cuando el destino de esta escrituración del Infierno nos alcanzara y teniendo los antecedentes de Las Choapas y Ciudad Pemex en Veracruz, el festín gubernamental por la actividad, no era de buenos presagios y la verdad se impuso.
A diferencia de la convivencia que existe en el Mar del Norte en Noruega y el sur de los Estados Unidos donde la pesca y la explotación petrolera conviven con sus asegunes, en Campeche la historia fue diferente. Se violaron todas las normas internacionales en las instalaciones de los ductos marinos del Desarrollo Cantarell a Pajaritos y Dos Bocas, generando áreas de restricción a la pesca de más de 60 mil kilómetros cuadrados y como remate a la infamia, el descontrol del Pozo “Ixtóc I” aquel 3 de junio de 1979, en donde por 10 meces se liberaron aproximadamente 476 mil toneladas de crudo y hasta su sellado el 23 de marzo de 1980, se creó un puente de apoyo con compañías supuestamente especializadas en estos contingencias que sin restricción vertieron toneladas de diluyentes y muchos químicos en el acto, al grado de también utilizar el letal “corexit” considerado altamente dañino y con potencial cancerígeno multiplicado al contacto con el agua de mar, sin que nunca se tuvieran consecuencias por el hecho y no existir en toda la actividad petrolera mundial, la impunidad del hecho contra la salud y pesquería en Campeche.
Pancracio de disputas políticas
A partir de ahí, con la complicidad de todos los gobernadores de la época de “Colosales Excedentes Petroleros” saqueados y derrochados sin rubor, el poder corruptor se sublimó en poder político para convertir el sureste en Pancracio de las disputas políticas más feroces de las últimas décadas, pasando de la Gran simulación democrática del 2000 y el patético “haiga sido como haiga sido” de Felipe Calderón Hinojosa y el Clan Mouriño apoderado de la sucesión presidencial y el destino de México, bajo los designios del PP Español hasta la segunda transición democrática (a la mexicana) con el triunfo del Lic. Enrique Peña Nieto el 2012.
La Reforma Energética es un gran golpe de timón…
En nuestra historia energética y se cumplen los designios que desde el gobierno de López Portillo dio inicio hasta la concreción del acto involutivo de la nacionalización de 1938. Esto marca un nuevo rumbo en las condiciones de todos (aparentemente conocidas) y las nuevas reglas del juego con la apertura-venta de garaje de PEMEX.
Pero estas acciones dejan en claro las formas mezquinas en el actuar de nuestros gobernantes, tanto de Tabasco, como Campeche (exceptuando al tabasqueño Don Leandro Roviroza Wade, quien se atrevió a condicionar la presencia de Pemex en el Edén, con un compromiso firmado de desarrollo y financiamiento algo digno con su entidad)
En Campeche todo fue entreguismo, zalamería, mansedumbre y rapiña consentida con cargos de primer nivel, fueros e inmunidad Diplomática a favor de los bien portados delincuentes políticos en función de Ejecutivos en toda su etapa de “petrolero”.
La Administración de la abundancia” solamente se puede entender en las mega fortunas de ellos mismos, así como sus aliados funcionarios de la paraestatal, con prestanombres y todo tipo de ruindad.
Solo un sueño
A diferencia de quienes llegaron a considerar, podríamos ser en Campeche y Tabasco El Dubái americano del Golfo de México, no pasamos de ser un simple campamento de saqueo, similar a las centurias en la explotación del Palo de Tinte y maderas preciosas, el chicle y la bonanza pesquera camaronera sin industrialización. En el Estado —Campeche— que recuerda la fábula del jumento que arrastra un gran tambor de agua y muere de sed. Las fortunas son golondrinas que se disfrutan en Galicia, Miami, Puerto Rico Canadá y España.
La cruda realidad se despeja con la crisis de empresas–midas como OCEANOGRAFIA y hiere hasta lo más profundo con el hambre y desesperación de PYMES, trabajadores y prestadores de servicios que agonizan en la incertidumbre de un proceso que nunca los advirtió ni preparo para afrontarlo.
Estamos en un Estado sin la infraestructura mínima que, sea alternativa de solución inmediata y antes el Federalismo quedaba como una simple retorica demagógica.
Reconocimiento presidencial
Por ello consideramos de vital importancia y significativa respuesta, el anuncio del “Programa de Reactivación Económica y de Desarrollo productivo de los Estados de Campeche y Tabasco” realizado por el Gobierno Federal y el trascendente reconocimiento del Presidente Enrique Peña Nieto a todo lo que la nación les debe a estas dos entidades.
Me parece un acto de justicia reconocer el esfuerzo del actual Gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, de construir una legítima, respetuosa y seria relación federalista, para lograr hacer crecer en su justa medida, un Estado que no aceptara volver a ser rehén de cacicazgos y grupos minúsculos mesiánicos, excluyentes y parásitos confiados en la complicidad e impunidad sin precedentes en toda esta época de obscurantismo y rapacidad.
Un gobernador que no es competidor empresarial y principal impulsor de la diversificación productiva para sacar de los últimos lugares de indicadores económicos a su entidad.
Los Campechanos —siempre fieles a la patria— no podemos ser los mexicanos de tercera, marginados del desarrollo integral y sin el proyecto adecuado a su verdadero potencial relegado y sometido en esas fórmulas caciquiles nacidas en la mente retrograda que nos remontan a ver a Campeche en un “Gargaleote” de caducos émulos del potosino Gonzalo N Santos.
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