EL NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MÉXICO (NAIM)
Obra monumental y devastación ambiental
Juan José Agustín Reyes Rodríguez
EL NUEVO Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), rebautizado sólo como Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), lo cual es más apropiado, porque no está en la CDMX, sino en pleno centro del Lago de Texcoco, municipio del mismo nombre y parte en el municipio de Atenco, Estado de México.
ESTA OBRA que tanto ha presumido el gobierno de Peña Nieto, se ha empezado a construir en contra de la población de los municipios que están siendo afectados por el mismo. Desde el primer intento de su construcción cuando Fox era presidente de la República y Peña Nieto gobernador del Estado de México a principios de este nuevo siglo y milenio, cuando hubo el rechazo de los pobladores de Atenco, en donde se pretendía construirlo.
Al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACDMX) se le asignó la responsabilidad del proyecto en todas sus etapas, respaldado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La Administración de Peña Nieto le dio un giro legaloide para que se construyera en terrenos federales, sin tener que expropiar terrenos de ejidos vecinos. Inició una estrategia de comprar terrenos de algunos ejidos de Texcoco y Atenco, con el pretexto de hacer el Parque Ecológico Lago de Texcoco, que sería una gran reserva y área de amortiguamiento ecológico que beneficiaría a la región.
La condición que les impuso la SEMARNAT fue que tenían que firmar una carta de confidencialidad por lo que tenían prohibido hacer públicos sus opiniones y recomendaciones.
Compra de terrenos
La superficie federal del Lago de Texcoco en 1971, cuando se inició el Proyecto Lago de Texcoco, a cargo de la Comisión Nacional del Agua, era de 14,000 hectáreas. Posteriormente ante las invasiones de Antorcha Campesina y otros grupos de invasores, se desincorporaron 6,000 hectáreas para el municipio de Chimalhuacán, por lo que quedaron solamente 8,000 hectáreas. Y con la compra de terrenos a los ejidos con el pretexto del citado Parque Ecológico se compraron 4,000 hectáreas, según referencias de algunos pobladores, por lo que subieron a 12,000 hectáreas.
SE REINICIÓ el ambicioso proyecto y se hicieron las primeras contrataciones de expertos nacionales y extranjeros en construcción y diseño; se formaron grupos de trabajo de académicos, científicos y organizaciones civiles para cada tema ambiental, suelos, geología, hidrología, aves migratorias, flora y fauna, entre otros, para que dieran su opinión fundada de la factibilidad de construir el aeropuerto en el centro del Lago de Texcoco. La condición que les impuso la SEMARNAT fue que tenían que firmar una carta de confidencialidad por lo que tenían prohibido hacer públicos sus opiniones y recomendaciones.
Imposición de secreto
Así que los dictámenes negativos que hicieron algunos de esos grupos no se dieron a conocer, por ese secreto impuesto por el gobierno.
Por otra parte, el GACDMX, mandó a hacer un estudio de impacto ambiental, el cual tiene un dictamen hecho a modo y con muchos puntos poco claros. Se enfoca principalmente a lo que es el área del proyecto, sin embargo, no se tienen las medidas de prevención y mitigación de la región, en tanto de los municipios vecinos se han estado extrayendo materiales pétreos, como tezontle y basalto, además de estar depositando todo el suelo salino sódico que se está extrayendo de las excavaciones que se están haciendo en el aeropuerto para cimentar el edificio principal, la torre de control y las tres pistas que se están construyendo.
No se puede dudar de la ingeniería nacional que se está empleando en la construcción del aeropuerto, peeero está en el lugar equivocado.
Los impactos negativos de esta obra monumental, se encuentran principalmente en el propio terreno del Lago de Texcoco, que sigue siendo un lago, con su función hidrológica severamente perturbada.
Sin embargo, la devastación ambiental se refleja dramáticamente en los cerros de tezontle que prácticamente han desaparecido; los socavones de viejas minas rellenadas con tierras salitrosas con un pH superior a 13; con el inminente riesgo de contaminar el acuífero de Texcoco, que es el mismo que abarca total o parcialmente ocho municipios; están destruyendo plantaciones que se hicieron desde 1970, afectando además especies endémicas que se habían recuperado de flora y fauna, como el Ajolote; Circulan en la región más de 4,500 góndolas de 30 toneladas llevando salitre a los socavones y regresando tezontle y basalto a las excavaciones del aeropuerto, esto ha causado problemas de tránsito en la autopista Peñón Texcoco y en todas la vialidades periféricas y céntricas de los pueblos por donde circulan diariamente.
Los municipios que se han visto afectados directamente son Texcoco, Tepetlaoxtoc, Atenco, Tezoyuca, San Martín de la Pirámides, Teotihuacán, Temascalapa, Axapusco, Otumba y otros más, en donde se está haciendo el saqueo de los materiales pétreos.
Y para completar el cuadro, la cereza en el pastel es la presencia de los huachicoleros que surten de gasolina a muchas góndolas o tráilers.
More articles by this author
|