Dentro de las múltiples obras complementarias a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en el Lago de Texcoco, existe el proyecto de “Saneamiento en los ríos del Oriente del Valle de México�.

Saneamiento de los ríos del Oriente del Lago de Texcoco

Juan José Agustín Reyes Rodríguez*

Este proyecto, según la información de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), consiste principalmente en los siguientes objetivos:

a)“Saneamiento de las cuencas

b)Control de inundaciones

c)Regulación de avenidas con base en zonas de amortiguamiento�

Con respecto al primer objetivo que es materia de esta colaboración, el saneamiento consiste en los siguientes puntos:

• Construcción de Colectores Marginales para recibir y conducir las descargas sanitarias que actualmente se vierten a los ríos del oriente del Valle de México.

• Tratar de los caudales sanitarios conducidos por los colectores mediante plantas de tratamiento PTAR’S, de la siguiente manera: Once a construirse. Seis existentes que se rehabilitaran y modernizaran, y Dos existentes que se encuentran en operación.�

Estas acciones están programadas para realizarse en los siguientes ríos, mencionándolos de norte a sur: Teotihuacán, Papalotla, Jalapango, Coxcacoaco, Texcoco, Chapingo, San Bernardino, Santa Mónica y Coatepec, los cuales nacen en las estribaciones de la montaña Tláloc, que es parte de la Sierra Nevada.

Lo que se pretende, muy válido, es que las aguas residuales de todas las poblaciones del oriente se vierten en esos nueve ríos y en la barrancas y arroyos, que desembocan en el Lago de Texcoco, lo cual significa que lejos de ser conductos de aguas pluviales y fluviales, se han convertido en verdaderas cañerías de aguas negras y grises, perjudiciales para la salud de la propia población.

El verdadero problema        

Este es un verdadero problema que supuestamente el Proyecto pretende resolver, con la construcción de los Colectores marginales y plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR´s), para después llevarse esas aguas al NAIM.

De acuerdo con el proyecto, la primera etapa programa hacer esos colectores marginales en los ríos Papalotla, Jalapango y Texcoco.

Esos colectores marginales consisten en derribar la vegetación en los bordes de los ríos, hacer una zanja, meter la tubería de polietileno, que colectará las aguas de drenaje y volver a tapar. Cada determinada distancia se hará una caja colectora de los drenajes de los poblados para introducirlos en esa tubería y llevarlas a las PTAR´s. De estas plantas se conducirá el agua tratada hacia otra planta central dentro del territorio del lago. Se tienen programados 145 km de ductos en todos los ríos. Adicionalmente pavimentar el cauce de los ríos.

Viendo superficialmente el proyecto de saneamiento de los ríos, sería digno de aplaudirse, porque es un verdadero problema regional el uso de los ríos, barrancas y arroyos como cañerías y basureros, por la irresponsabilidad ciudadana y porque los municipios no han construido redes de drenaje y tratamiento de aguas residuales que eviten la grave contaminación de esos afluentes.

Sin embargo vemos que está habiendo una devastación de la vegetación riparia en los ríos donde están construyendo esos colectores marginales. Lo que no se menciona en su proyecto específicamente que derribarían árboles, arbustos y otra vegetación nativa, como capulines, tejocotes, ahuehuetes, sauces, jaras, tule, bejucos, carrizos, entre otras e introducida, como eucaliptos.

Oposición

Ante esta destrucción algunos vecinos de estos ríos se han opuesto a que sigan esos derribos de vegetación, aunque en el río Jalapango la destrucción ha sido casi total. En el río Papalotla, los vecinos de Tepetlaoxtoc lograron que por acuerdo de la asamblea del pueblo, se detuvieran los trabajos en su municipio. En el río Texcoco se detuvieron los trabajos en el tramo de la Trinidad y parcialmente en San Sebastián y San Diego.

La empresa contratada por CONAGUA, según dijeron los trabajadores, es el Grupo ALFER.

Pero, ¿cuál es el problema si se van a sanear los ríos? Hay diversos impactos de este proyecto. Para empezar está la destrucción de la vegetación en los márgenes del río lo cual significa romper el microclima que se encuentra en esos ecosistemas riparios, que albergan especies nativas de flora y fauna.

Al pavimentar los cauces de los ríos en gran parte, se está rompiendo su función hidrológica, tanto de conducción de agua como de infiltración. Al pavimentarse la velocidad del agua será mayor y el hábitat de especies se pierde irremisiblemente, porque el cemento es un material totalmente extraño a las condiciones naturales de los ríos y su entorno marginal.

Los vecinos han reiterado su rechazo se este proyecto, que es parte de las obras adicionales al NAIM que por cierto deberá cancelarse, lo que no ha sucedido por capricho de Peña Nieto, Ruiz Esparza y Federico Patiño, responsables de las obras en el NAIM. CONAGUA se ha querido desligar del aeropuerto, sin embargo es muy claro que están íntimamente ligadas.

CONAGUA ha solicitado al nuevo gobierno, que le asigne presupuesto para las obras que están en proceso. Considero que si sería conveniente que ese proyecto de saneamiento de los ríos del oriente pudiera continuar; sin embargo, hay que cambiarle el concepto de colectores marginales y los procedimientos de construcción para que sea un verdadero saneamiento y sin afectar el entorno y el régimen hidrológico de los ríos.

 

Deberán detenerse de inmediato las obras de los colectores, que siguen destruyendo bordos y vegetación, así como pavimentando los ríos. No se reconoce los argumentos de la CONAGUA, al decir que no tienen relación con el NAIM, lo cual es increíble.

Para lo anterior se requeriría que en lugar de las plantas de tratamiento propuestas, que además son proyectos públicos privados (PPP), con costos de construcción, operación y mantenimiento muy costosos, se hagan humedales a lo largo de los ríos, a las salidas de los pueblos, que permitan hacer un tratamiento de las aguas residuales y verter las aguas tratadas a los ríos. Los municipios en coordinación con el gobierno del Estado de México y la CONAGUA, en estrecha coordinación con los vecinos, deberán establecer o ampliar las redes de drenaje para conducirlas a esos humedales y hacer un programa de limpieza de los ríos, para evitar que sigan siendo cañerías y basureros.

Establecer un intenso programa de reforestación con especies nativas en todos los bordos destruidos por los colectores marginales establecidos.

Esperamos que se tomen acciones positivas y que no se permita seguir con esta parte del ecocidio que causó el NAIM en el Lago de Texcoco y que todavía no se suspende física y legalmente.

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