Conjura contra la cuarta transformación
Abraham García Ibarra
NOVIEMBRE de 1810: “Permítanme fabricar y controlar dinero de una nación y ya no me importará quiénes sean sus gobernantes.”
La paternidad de tan tremenda audacia fue Mayer Amschel de Rothschild, entonces el usurero mayor de Europa.
Los que están coléricos y enloquecidos por la suspensión de un aeropuerto internacional en Texcoco, acusan a Andrés Manuel López Obrador de iniciar un gobierno de pesadilla que llevará a la ruina a México.
Sube el dólar, baja el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana, el culpable es el presidente. Continúan inestables los precios internacionales del petróleo y se profundiza el déficit de la Balanza Comercial México-Estados Unidos, el responsable es el presidente.
El presidente se baja su ingreso, publica la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos y le “arrebata el pan de la boca” a los de la Casta divina, y el coro sibilino se desgañita anunciando la cuarta contrarrevolución. Les hacen segunda las bocas de ganso.
Donald Trump le declara la guerra a la Reserva Federal
Los feroces detractores de la incipiente cuarta transformación, convertidos en estatuas de sal, se quedaron tiesos frente al árbol sin alcanzar el siniestro bosque.
A mediados de diciembre, el desquiciado inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump declaró su penúltima guerra, ahora contra el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (La Fed), Jerome Powell.
Powell acababa de anunciar el incremento de las tasas de interés de referencia. Fue el pretexto para que Trump llamara a zafarrancho.
Obviamente, lo que en esa materia decida la Reserva Federal lo seguirá el Banco de México. ¿Quién ignora el impacto que sobre la economía descarga el aumento de las tasas de interés bancarias?
Frente a esa amenaza, los sicarios del neoliberalismo guardan un sospechoso silencio.
¿Es China el causante de todos los males del sistema económico de los Estados Unidos?
China tiene el tamaño de un dragón de papel frente a los verdaderos dueños del imperio bancario mundial.
Ni el Estado norteamericano puede contra la Fed
Mayer Amschel de Rothschild, citado en las primeras líneas de esta entrega, fue continuador de la dinastía judío-alemana que impuso su ley al sistema financiero internacional.
Hacia 1900 la dinastía usurera europea envió a su agente Paul Warburg a Nueva York. Entre otras iniciativas, ese emisario fundó el corporativo bancario JP Morgan y financió a los Rockefeller la Standard Oil, de sombría memoria en México.
Pero hizo mucho más ese personaje: Arrancó a El Capitolio de los Estados Unidos, bajo amenazas y sobornos, la ley que creo la Reserva Federal en 1913.
La Fed, pues, fue criatura del dueto Rothschild-Rockefeller. Su primer presidente fue precisamente Paul Warburg. El Estado norteamericano nunca ha tenido una sola acción en la Fed. Es un complejo totalmente privado.
“El presidente quiere robarse las divisas extranjeras”
De acuerdo con reciente comunicado del Banco de México, las reservas de divisas extranjeras están por encima de los 170 mil millones de dólares.
Los domésticos sicarios del neoliberalismoacusan ya a López Obrador de pretender robarse las divisas extranjeras.
No informan, por supuesto, cómo el presidente operará tan tremendo atracosi, como es del dominio público en México, esas divisas están bajo acerado control de la Fed.
Calumnia, que algo queda, dice la conseja popular. Si la disposición de las divisas quedara bajo la gestión del Banco de México, es asunto que pasa por los filtros de la duda.
Lo que es irrebatible, es que uno de los respaldos de la política monetaria (para garantizar deuda externa, por ejemplo), son los metales preciosos: El oro, básicamente.
El Banco de México tiene depositado en el extranjero el oro nacional en casi 99 por ciento: Siete mil 265 lingotes en el Banco de Inglaterra. Un resto en la Reserva Federal y apenas 1.05 por ciento en México.
La Constitución de la República tiene establecida la autonomía del Banco de México. Si la banca central no tiene capacidad de decisión sobre las reservas de oro y de divisas extranjeras, ¿se puede hablar de autonomía?
Bajo los designios del FMI, el BM y el Departamento del Tesoro
Otro modo de ver la cuestión, es la siguiente: Es cosa sabida que el nombramiento del gobernador del autónomo Banco de México pasa por la propuesta y la sanción al menos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Ilustremos la hipótesis: El esférico doctor Agustín Carstens Carsten fue pupilo del gobernador del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo; ambos productos del Instituto Tecnológico también Autónomo de México.
Don Agustín disfrutó de becas pagadas por el Estado mexicano para acreditar posgrados en la Universidad de Chicago, célebre universalmente por la figura de uno de los padres del neoliberalismo, Milton Friedman.
Entre 1999 y 2000, don Agustín fue reclutado por el Fondo Monetario Internacional. A su retorno se incorporó como asesor económico en el equipo de transición presidencial de Felipe Calderón.
El michoacano premió a don Agustín con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Arropado por el FMI, fue nominado luego como gobernador del Banco de México. Y a este ente se le siguió denominando autónomo.
Deuda Pública y alertas de calificadoras extranjeras
Para decirlo pronto, durante la gestión de Carstens en Hacienda y el Banco de México, comenzó a dispararse la deuda pública que, al rebasar la barrera de los 10 billones de pesos, ha provocado alertas de las calificadoras extranjeras que incluso han amagado con bajar a negativas las calificaciones de México.
El ex gobernador del Banco de México despacha ahora en Suiza, como director gerente del Banco Internacional de Pagos. ¿Qué tan autónoma es esta institución?
La claque bancaria se suma a la conspiración
El tema de la autonomía del Banco de México ha sido invocado por la autónoma Junta de Gobierno de la institución, cuyos integrantes quieren seguir ganando más que el presidente de la República.
Esos socios de la Casta divina han interpuesto ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación un recurso de controversia constitucional contra la Ley de Remuneraciones a los Funcionarios Públicos.
Por supuesto, el objetivo es que los ministros de la Corte hagan la declaratoria de inconstitucionalidad de dicho ordenamiento.
No es ingenua la jugada de los ejecutivos del Banco de México. Saben que más de dos mil funcionarios del Poder Judicial de la Federación han recurrido al amparo contra la ley: Hay potenciales aliados en la heroica cruzada.
Bajo el espíritu de los Rothschild y los Rockefeller
En otras entregas hemos consignado que la subversión burocrática contra el ajuste de pagos conforme con lo que ha empezado a cobrar el presidente, tiene sus troneras en los llamados órganos autónomos del Estado, institutos y comisiones, etcétera.
La cuarta transformación, pues, queda expuesta a los espíritus de los Rothschild y los Rockefeller. Otra manera de decirlo, es bajo el fantasma del Destino manifiesto. Es cuánto.
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