DESTINO MANIFIESTO
Los gringos no descendieron directo del Edén
Abraham García Ibarra
NO NOS PERDEREMOSen los laberintos de la Teología: Sólo tocamos tres cuadrantes desde los que intentaremos explicar este tema.
En La Santa Biblia (versión de Casiodoro de Reina), en el capítulo uno del Génesis, versículos 28 y 29, se informa que, después de haber creado la pareja, Dios le cedió el dominio de lo que hasta entonces les serviría para multiplicarse y henchid la Tierra y sojuzgadla. Es de conocimiento público, que Dios penalizó al hombre y la hembra por él creados por trasgredir sus dictados.
En la primera mitad de los años ochenta del siglo pasado, consignamos que, en cercano estado del Valle de México, un directivo patronal nacional proclamó: Los empresarios están para tomar los bienes que Dios les legó.
En afamado estado del noroeste de México, una de las familias más célebres de uno de los personajes más célebres aún, es conocida como Los bíblicos, por obvias causas que no siempre son buenas razones.
La primera cita de El Libro la recuperamos de la edición de 1958 con sello editorial de Sociedades Bíblicas Unidas para el mercado de Buenos Aires, Bogotá, Cristóbal, Habana, Lima, Londres, México (DF), Nueva York, Río de Janeiro, Santiago. Si fuera necesario precisarlo, todos, territorios del Occidente codificado como cristiano.
Mil millones de adictos en 1968… y contando
Segunda estación segunda: La consulta es ahora de La historia de las drogas/ Una fuerza inconmensurable. Es obra del estudioso Jean-Louis Brau. Parte la narrativa del subtítulo: El problema que ha de resolver un hombre de cada cuatro.
El investigador cita a Sidney Cohen: Ayer, se arrancaban raíces o se mascaban hojas para lograr un resultado incierto. Hoy, se fabrican productos quimiopsicotrópicos de síntesis cuya especificidad se conoce. Se ha logrado, técnicamente modificar la conciencia, ya no por accidente, sino por encargo.
La primera edición del estudio se publicó en París en 1968. Reporta Brau que, para entonces, un hombre de cada cuatro, más de mil millones de hombres, piden a la droga -estupefaciente es término policiaco- algo distinto de la manera de ver y pensar.
El inventario de esa época: Más de 30 millones de alcohólicos crónicos, 300 millones de mascadores de nueces de cola, de coca, de gat y de betel; otros 300 millones de fumadores de cannabis, mientras que 400 millones buscan la euforia del opio tradicional y sus derivados.
Nixon: Las adicciones, enemigo público número uno de EU
La represión policíaca, concluye el autor, no es más que una solución de emergencia, que no resuelve nada a largo plazo, pues los nuevos alucinógenos no corresponden ya a las definiciones legales del estupefaciente. Tampoco se arregla nada con decir que la toxicomanía es un vicio, pues equivale a decir que, de cada cuatro hombres, uno es vicioso. Hasta aquí el autor consultado.
Hace dos semanas, en entrega para nuestra edición digital, recordamos que, ya instalado en la Casa Blanca, el presidente republicano Richard M. Nixon dio “una explicación no pedida” (confesión manifiesta): Las adicciones son el enemigo público número 1 de los Estados Unidos.
En varias entregas editoriales recientes, al enfocar el problema de Salud Pública en los Estados Unidos, con estadísticas de instituciones médicas norteamericanas, hemos destacado que las adicciones en aquel país se inician en sus propios laboratorios farmacéuticos, consultorios médicos y hospitalarios, y farmacias de barrio, tan elegantes o precarios como puedan serlo, que envenenan e inician a los pacientes con millones de recetas anuales prescribiendo opioides u opiáceos. Fentanilo, es uno de los precursores más utilizados.
Nombramos a firmas farmacéuticas y familias que, con la gran renta generada por sus negocios, han pasado a la nómina de Forbes de los más ricos del mundo.
El opio no es una cura: Mata como un sable
En otras entregas, nos hemos referido a la afirmación del médico chino Li-Shi-Chang (siglo XVI), quien denunció: La adormidera produce una droga, de la que se dice cura, aunque mata como un sable…
Asociamos ese diagnóstico a la fundación de la Compañía Británica de Indias Orientales a principios del siglo XIX, primer cártel mundial del opio, con el que empezó a inundar el subcontinente chino.
En 1839, el emperador Lin Tso-Siu envió un memorial a la Reina Victoria, cuestionándola cómo, lo que era prohibido en Inglaterra, era lícito en China. La Cámara de los Comunes recomendó a Victoria echar al cesto el escrito, bajo el argumento: Inoportuno abandonar una fuente de ingresos tan importante como el monopolio de la Compañía de las Indias Orientales.
Dos Guerras del Opio están en los registros históricos. Ahí ya intervinieron agentes de los Estados Unidos que se negaban a dejar todo el pastel al Reino Unido, su padre imperial.
EU: Mafia militar fascista avanza sobre el poder
En estas mismas páginas, con documentadas investigaciones de nuestros colaboradores, hemos dado espacio a la revelación de que sólo el tráfico de drogas mueve más de 900 mil millones de dólares al año. Puntualizamos: Solo las drogas.
Mucho antes, en 1988, registramos en nuestros comentarios un testimonio del director del Instituto de Estudios Políticos de los Estados Unidos, Saúl Landau: Existe una mafia militar de neta ideología fascista que avanza sobre el poder, y de la cual Oliver North es uno de sus exponentes más destacados.
El testimonio aparece en el prontuario de las investigaciones legtislativas sobre la Operación Irangate (Irán-Contra, permuta de drogas por arma o a la inversa), por la que Ronald Reagan le dio estatuto de Política de Estado al tráfico de drogas.
¿Es ocioso recordar que, en ese periodo, Washington exacerbó sus hostilidades contra México por sus oficios diplomáticos para pacificar Centroamérica?
Poniendo algunos puntos sobre las jotas
Acaso por mera curiosidad de lector, algún corresponsal espontáneo nos sugiere explicar el título de esta sección: Destino manifiesto. Alguien nos puede ampliar el cuestionamiento respecto de la cita de La Biblia en esta entrega. Hasta donde nos permite el espacio para algunos temas periodísticos, nos quedamos en que aquel cuño tiene entre sus motivaciones el supuesto de la predestinación.
A reserva de ampliar las referencias históricas, datadas en la primera mitad del siglo XIX estadunidense ya comentadas por nosotros aquí, capturamos unas sustanciosas líneas:
Nosotros, los hombres elegidos; los otros, hombres réprobos
“(Destino Manifiesto), al penetrar nuestra investigación en el cogollo de la doctrina, nos encontramos que ella no es estrictamente norteamericana, puesto que sus antecedentes históricos y religiosos conformativos se remontan al Siglo XVI,durante el cual estalla el conflicto entre el misioneísmo contrarreformista español y la modernidad reformista (anglicana-puritana) británica.
“Los norteamericanos recogerán al iniciarse el siglo XIX los elementos conflictivos del tremebundo diálogo tricenturial y construirán con ellos una doctrina justificativa de su poder, de su superioridad y de su predestinado imperialismo”.
Una frase sintetiza esa traspolación: Un destino preordenado como corresponde a la vieja teología puritana, tan discriminatoria, que estableció la tajante división entre hombres elegidos (también razas y naciones) y hombres réprobos”.
El autor es José A. Ortega y Medina/ Alianza Editorial Mexicana-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Colección Los Noventa. 1972). Un entremés: Los Estados Unidos no descendieron directamente del Eden. H. Monford Jones: Este extraño nuevo mundo. Es cuanto.
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