El Sur-Sureste
es promisorio
Enrique Pastor Cruz Carranza
“Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad”: Khalil Gibran.
Muchas centurias han pasado en esta región de la República Mexicana prodiga en sus recursos naturales y sus particularidades muy definidas, desde nuestra Independencia, los intentos de reinstaurar las monarquías, la gran lucha patriótica del Benemérito de las Américas Don Benito Juárez García, los intentos separatistas de la Península de Yucatán, nuestra Revolución en reclamo de terminar con la dictadura de Porfirio Díaz y el México postrevolucionario que nos daría una nación de instituciones, sentadas en la Constitución y el denominado Pacto Federal, la esencia de esta patria de nombre Estados Unidos Mexicanos.
ESTAS TRANSFORMACIONES se destacan por hechos relevantes y significado profundo en la vida nacional, su desarrollo apegado a sus potencialidades, características geográficas y circunstancias históricas que han influido, para bien de algunos Estados que la conforman, mientras la incongruencia se acrecentó en regiones que estuvieron muy apartadas del centro de poder político, económico en decisiones tomadas con criterio centralista y mucho sentido de injusticia basada en la ignorancia o negligencia burocrática de los entes asociativos.
Sin tener que ser un analista, sociólogo o altanero regionalista con blasones en calificadoras globales, agencias financieras o círculos de intelectuales de alcurnia, las diferencias entre el norte del país, el centro y el sur-sureste muestran muchas diferencias drásticas en la calidad de vida, proyectos de inversión, programas de estímulo y recuperación de la autosuficiencia en casi todos los sentidos, y ello no es fruto de casualidades, sino de la falta de capacidad de los gobiernos de nuestra etapa moderna que, nunca ha pasado del discurso demagógico y cargado de falsas expectativas, creando una especie de “categoría de ciudadanos” donde el destino de los herederos de la magnífica cultura Maya, Olmeca Tarahumara, Lacandona y todo ese mosaico de nuestra riqueza indígena se margino en forma superlativa en estas regiones, a pesar de estar asentados en fortalezas de sus regiones, pero ultrajados por la insensibilidad sexenal federal y de sus entidades vistas desde la crudeza acelerada del neoliberalismo, como el retroceso a la autosuficiencia en todos los sentidos.
Es una realidad demoledora y sorprendente a la vez, cuando el actual gobernador Samuel García del prospero e industrial Estado de Nuevo León, se atreve asegurar con traumada ligereza de ignorancia supina —palabras más o menos— que: “En el Norte del país se trabaja, en el Centro se administra y en el sur descansan”.
Indiscutiblemente que ello es total falacia y carece de toda certeza, pues este singular personaje, es el reflejo de esas mentalidades con carencia de sentido integrador, pues la gran industrialización de su entidad, no solamente se debe a la capacidad de trabajo de los nativos de esa entidad, sino también a la infraestructura, inversión y proyectos llevados a cabo en oportunidad, para evitar chantajes históricos de dejar de ser parte de la nación y la mansedumbre del Centralismo culpable de estas inequidades.
Riquezas del sureste
Solamente sería comparar los corredores Industriales de Nuevo León, con el también interesante tema en el estado de Yucatán con larga tradición de chantajes eficientes al gobierno federal, sin dejar a un lado, cuando existe voluntad política, la forma increíble como se construyó Cancún en Quintana Roo.
Una simple revisión de la aportación de ingresos del estado de Campeche a la Patria, desde Ciudad del Carmen Campeche durante estos cuarenta años de rapiña petrolera, excedentes desaparecidos en “paraísos fiscales”, grandes fraudes a la nación e ingeniería financiera global para saquear la riqueza de esta actividad no renovable, puede ser un botón de toda la injusticia contra el sur sureste donde en Chiapas se refleja en la riqueza natural y contrasta en su pobreza por complicidades con gobernantes blindados en impunidad.
Es por ello inaceptable las descalificaciones a las inversiones realizándose en el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, al construir en la zona petrolera la Refinería “Dos Bocas” en Tabasco; realizar un magnífico abrazo integrador de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco con el Tren Maya y decidir se cumple su palabra que se traslade a Ciudad del Carmen Campeche las oficinas administrativas de PEMEX el mes de enero del 2022, pues ahí se desarrolla toda la actividad de exploración y producción en esta nueva etapa de recuperación en el rescate energético.
No podemos aceptar descalificaciones y menos darles credibilidad a definiciones tan burdas de pensar “La 4T”, es mantener las cosas sin cambiar las inercias, pues este sureste-sur olvidado en todas las tres anteriores transformaciones ahora es protagonista de revertir las diferencias estructurales de esa equidad dejada en el baúl de la indiferencia y solamente retomada para hacer proselitismo demagógico en busca de votos para, al final palabras, compromisos y zalamerías sin ningún efecto.
En esta región de la Nación somos gente de trabajo y por ello celebramos los proyectos en marcha.
No somos ni seremos nunca limosneros de “Estados Cariñosos” donde sin fundamento se asegura quitan dinero a los sectores productivos nacionalistas (no apátridas) cual si fuera “Chucho el Roto”, lacerando el modelo neoliberal quien les endoso a “Los Fantomas Ricos” como aquellos potentados Empresarios rescatados de sus fraudes con autopistas, banqueros de cuello blanco y otros Industriales buenos para quedarse con los activos del pueblo, quienes llevan a sus atormentados retoños a los infernales y traumáticos domingos de campo de golf.
Estamos construyendo un país de equidad, con caminos de categoría, infraestructura que atraiga inversiones y se pueda crear corredores industriales, sin ser fruto de chantajes, sino sustentando los elementos de nuestras potencialidades regionales, capacidad humana y fuerza de trabajo.
En tiempos de unidad nacional, celebramos el gobierno federal corresponda con equidad, está marginación e integración negada por muchos años a estos ejemplares mexicanos del sur sureste que nunca dejamos de trabajar por el progreso integral … ¡Sin mezquindades!
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