Punto crítico
JORGE SANTA CRUZ
(Exclusivo para Voces del Periodista)
México, bajo control total
El mexicano ha perdido, prácticamente, toda capacidad de conducir su existencia con una libertad informada y, por ende, responsable. Hoy está bajo un control total de las instituciones formales y los poderes fácticos.
Las instituciones formales están controladas por unas cuantas camarillas que luchan entre sí por ampliar sus cotos de poder y engañan a la opinión pública con el argumento de que con ello se fortalece la democracia. Ésta, en realidad, no existe, porque los ciudadanos no tienen la capacidad de vigilar y de sancionar a los funcionarios públicos y a los partidos políticos. Las elecciones son meros ejercicios cuantitativos. Los cargos se aprueban en las cúpulas políticas, empresariales, sindicales y de la delincuencia organizada, las cuales utilizan el voto para tratar de legitimar lo que de suyo es inmoral.
Así vemos, por ejemplo, cómo el ex presidente Carlos Salinas de Gortari maniobra para imponer en Los Pinos a Enrique Peña Nieto y en Gobernación a Manlio Fabio Beltrones.
En el lado de Acción Nacional, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, se la pasa complaciendo a la cacique vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, con la esperanza de que ésta lo impulse a la silla presidencial.
Gordillo, por su parte, utiliza al SNTE como una verdadera policía política paralela para consolidar sus espacios de poder y conquistar otros. El pasado proceso electoral puso al descubierto cómo Elba Esther obligó a los maestros a llevar a cabo labores de proselitismo y de coacción del voto. La advertencia fue muy clara: o trabajaban para el Partido Nueva Alianza, propiedad de la señora Gordillo, o perdían su empleo en el sistema educativo.
Elba Esther actuó sin recato alguno. Lo mismo hizo alianzas con el presidente Calderón y el PAN, como en Puebla, que con lo más rancio y corrompido del PRI, tal y como sucedió en Sinaloa, donde apoyó al aspirante priista Jesús Vizcarra, quien a la postre perdió frente al ex militante del Revolucionario Institucional, Mario López Valdez. Fue sabido que el yerno de la profesora Gordillo, Fernando González Sánchez, subsecretario de Educación Básica, se la pasó en Sinaloa haciendo trabajo electoral para Jesús Vizcarra.
Así pues, en el 2012, Carlos Salinas de Gortari y Elba Esther Gordillo harán todo lo posible por colocar a sus alfiles en el gobierno federal y en el Congreso de la Unión.
En el lado de la izquierda, si se le puede llamar aún de esa manera, operan ex priistas resentidos que no se resignan a perder poder. Así tenemos, por ejemplo, al ex salinista y ex dirigente del efímero Partido del Centro Democrático, Manuel Camacho Solís, artífice de esas alianzas del PRD con el PAN, quien trabaja para poner a su criatura política, Marcelo Ebrard, en la Presidencia de la República.
Otro es el actual diputado del Partido del Trabajo, Porfirio Muñoz Ledo, hijo político del ex presidente Luis Echeverría. El guanajuatense fue presidente nacional del PRI y del PRD. Fue candidato presidencial del desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y ahora anda en las filas del PT.
Como se puede apreciar, los que están arriba son siempre los mismos. Tienen un poder meta-constitucional. La ciudadanía no puede quitarlos. Para colmo, el dinero de los grupos criminales fortalece las campañas de esta casta que, con tal de tener poder y riqueza, brinda protección a los cárteles de la droga, de la trata de personas, de la pornografía infantil, del tráfico de indocumentados, del tráfico de armas, de la piratería, de la extorsión a comerciantes y demás.
La realidad del 2010, año del bicentenario del inicio de la guerra de Independencia, es que el mexicano es un ser dependiente y cautivo. Demos algunos ejemplos:
- Cada vez le es más difícil encontrar empleo digno y bien remunerado. La política laboral vigente privilegia a los grandes patrones y la reforma impulsada por Felipe Calderón busca agudizar esta situación.
- La posibilidad de estudiar una carrera es mínima. El gasto público privilegia la politiquería, en detrimento de los presupuestos de las universidades públicas. La mayoría de los jóvenes en México carece de los recursos para ingresar a las universidades privadas más importantes.
- Ahorrar es prácticamente imposible. Las alzas de precios constantes –soslayadas por el Banco de México- han provocado que más de 60 millones de mexicanos vivan en situación de pobreza y otros 20 millones en pobreza extrema. El actual modelo económico ha reducido el tamaño de la clase media a 10 por ciento, mismo que tiene la clase rica. Bien harían los funcionarios de Hacienda, Economía y Desarrollo Social en revisar los estudios hechos al respecto por el doctor Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México.
- El control del campo se lo reparten las transnacionales y los narcotraficantes. Eso roba cualquier esperanza de mejoría honesta a 25 millones de personas que se aferran a su terruño, a pesar de todo.
La falta de trabajo, de educación y de ahorro facilita a los grupos criminales la tarea de reclutamiento. Por eso no se inmutan al sufrir miles de bajas. Tienen carne de cañón suficiente
¿Independencia? ¿Libertad para labrar el propio camino? ¿Vida digna? Nada de eso. El mexicano tiene que vivir, si bien le va, en recintos de 42 metros cuadrados. La falta de liquidez, provocada por el modelo económico neoliberal, lo ha hecho un esclavo de las tarjetas de crédito. Los bancos le cobran por todo.
Al mexicano se le vigila todo el tiempo: sobre de él está el registro vehicular, el registro telefónico, las licencias de conducir con fotografía, las tarjetas de circulación con chip inteligente. Las compañías telefónicas le siguen los pasos todo el tiempo. Las tiendas de autoservicio y departamentales y los bancos, también. Lo paradójico es que este sistema tan eficaz se vuelve torpe y carente de resultados a la hora de tratar de liquidar alos grupos criminales y sus redes financieras.
La informática tiene al mexicano de a pie lo suficientemente cercado como para arruinarle la vida. Los bancos ejercen una usura descarada y contraria a la ética, gracias al aval del gobierno. Los deudores -muchos de ellos involuntarios- no pueden encontrar trabajo porque están en las listas negras del Buró de Crédito, que es una empresa privada con más poder que el artículo 123 de la Constitución. No trabajan y, por lo tanto, no pagan. El Buró de Crédito, en cambio, aumenta sus ganancias cada día gracias a los deudores.
Finalmente diremos que los medios de comunicación están controlados por unas cuantas familias. La opinión pública es manejada mediante la aplicación de métodos como la censura o la distorsión de la información. Los contenidos mediáticos son burdos y vacíos, propios para adormecer el sentido crítico, en beneficio de las cúpulas dominantes.
Por ello preguntamos otra vez: ¿Cuál Independencia? La respuesta es muy simple. Cabe en siete letras: ninguna.
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