Edición 222 |
Manipulación como política
“informativa”
A pesar de intentar concluir este diálogo, los acontecimientos de una célebre foto trucada del gobernador Ortega Bernés, parece haberte dado más elementos para obligarme a escribir mis teorías al respecto, con la consabida triquiñuela que, de no hacerlo, podría interpretarse de mil maneras: desde los compromisos por dádivas, hasta la claudicación al más puro estilo de las suripantas del periodismo, siempre dispuestas a mirar las cosas acorde al monto y, de esta forma, mantener abierta la discusión para entrar en su tercera etapa, pero que amenaza convertirse en libreto-telenovela del poder fáctico de las estrellas y/o los aztecas del Ajusco. Debo reconocer tu habilidad.
Estoy convencido que esta acción suplantadora en la foto de Guatemala, acompañando al desprestigiado y espurio Felipe Calderón Hinojosa, es con la finalidad de manosear la presunta probidad al legítimo y democrático ejecutivo -para bien o para mal- recién electo por la mayoría de campechanazos. Seguro estoy, mi estimado insular, que no enclava en la teoría del “suplantador Solitario en busca de una Estrella, para conservar su chamba con el insoportable júnior improvisado de Comunicación Social, que fue la primer tesis de justificación, ¡descartada completamente!
Sin pretender crear alguna dantesca “fiscalía especial para la foto trucada”, que dé chamba a nuevos embusteros amigos de nuestro rábano procurador Renato Sales Heredia, las líneas de investigación -como todos los caminos de corrupción, vileza e impunidad que construyó Juan Camote- llevan al mismo lugar: la mafia Internacional del ESGES, los prianistas en conflicto y la sucesión presidencial 2012.
Tenemos que ser muy cuidadosos de aplicar las mejores técnicas de Sherlock Holmes, quien en primer lugar se avocaba encontrar al beneficiario del crimen; veamos mi avezado Watson:
Lamento que por falta de espacio no pueda continuar, pero te prometo seguir a fondo el asunto de la foto perversa para el linchamiento. Lo que sí puedo adelantarte, es que se lucha ferozmente para someter, nulificar y acotar cualquier intento de auditoría a las aportaciones diluidas en 12 años del maridaje Pemex-Campeche bajo el mando patológico y usurpador de Antonio González Curi, el criado bien Hurtador Jorge Carlos, ilegítimo gobernador del TRIFE, para saber dónde están los millones de pesos, millones de litros de diesel, gasolina, RFC, tuberías y aportaciones especiales de los excedentes petroleros que en alardes de corrupción se operaron por la vía de todos los negocios, franquicias, instrumentos de manipulación financiera de esta bella familia de gallegos que llegaron muertos de hambre y hoy se asemejan a su monarca franquista Caín de España. Sólo me restaría dejarte esta pregunta: ¿Se habrá imaginado el profesor Carlos Hank González el daño que estaba haciendo con el recomendado del gallego Gabino Fraga al mandarlos a Campeche y convertirlos en embusteros mexicanos con una fraudulenta campechanidad, avalada con Notaría Pública, sólo por inaugurar el neo mestizaje y reverdecer los sueños de una monarquía que se hundió en manos liberales y patrióticas de Don Benito Juárez?
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