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Edición 227 | |||
Jueves, 11 de Febrero de 2010 13:08 | |||
2010: ahora sí
CARLOS RAMÍREZ HERNÁNDEZ AUNQUE LAS ÉLITES POLITICAS no quieran verlo, el año de 2010 será decisivo. Y no en la lógica de las maldiciones centenarias sino en el hecho de que en el 2010 se darán las condiciones históricas para dar por terminado el viejo modelo de nación y construir uno nuevo. Si no hay visión histórica en las élites, entonces México ingresará este año en el espacio de la mediocridad social. El principal problema de México es la mezquindad. Habrá que regresar a Samuel Ramos y a Octavio Paz para identificar ese virus heurístico porque su capacidad de mutación tiene que ver con la forma de neutralizar los antivirus: es preferible que las cosas salgan mal con tal de negarle la razón a los demás y con ello no perder los pequeños espacios de poder.
El 2010 será de acumulación de muchas crisis. Pero todas pueden centrarse en una sola: el agotamiento del modelo de desarrollo de la nación. Ahora el 2010 habrá de decidir el gran dilema nacional: reencontrar el camino de un desarrollo nacional o continuar por el camino de un desarrollo mediocre que profundice la desigualdad social. No hay más. Las características del 23010 serán cinco: Los objetivos: Empleo, bienestar y expectativas para todos los mexicanos. La estabilidad económica es condición para la estabilidad política y social. Y no hay más que una estabilidad económica: crecer en función de la demanda de empleo y sin desequilibrios. El camino: El modelo globalizador ya no garantiza el cumplimiento de los objetivos sociales. Se necesitan cuando menos cinco objetivos estructurales: un nuevo modelo de desarrollo, un nuevo sistema político, un nuevo Estado, un nuevo pacto constitucional y una nueva política de bienestar. La encrucijada: O la clase política y gobernante decide debatir lo serio que tiene que ver con el destino nacional o en el 2010 veremos jaloneos por pequeñeces políticas y microscópicos espacios de poder. O se debate el proyecto nacional de desarrollo o regresamos a la disputa por la silla presidencial.
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