Edición 227 |
¿Una nueva generación
salvará al mundo?
HA SIDO SIEMPRE un excelente tema para la ciencia ficción el que surja un personaje solitario o que encarne a una generación que salvará al Mundo, ya sea que provenga del mismo Planeta Azul o de otra Galaxia. Pero todo parece indicar que se está haciendo realidad este sueño espectacular con la aparición de las generaciones Índigo, Arcoíris y Cristal.
Hay una teoría místico (del latín mystĭcus y este del griego μυστικός: misterio, razón oculta, vida espiritual) esotérica (del latín exo: fuera de; terra: tierra y este del griego ἐσωτερικός: oculto, reservado, impenetrable, doctrina iniciática) que está cobrando cada vez más fuerza.
Consiste en el nacimiento de una generación de niños llamados Índigo por el color de su aura o sea la manifestación luminosa del campo electromagnético que rodea su cuerpo, a partir de la década de los 60’s hasta la fecha en cualquier parte del mundo y en diferentes clases socioeconómicas.
Son niños normales que lo único que los diferencia de los demás es su inteligencia nata, su facilidad para aprender el conocimiento del imaginario colectivo y aprehender la información del entorno que les rodeé. Manejan con mucha facilidad un lenguaje “de adultos” por su precoz riqueza de vocabulario.
Como es la primera generación que va a propiciar el cambio mental y espiritual de
Por lo tanto traen de nacimiento muy acendrados los conceptos diferenciales entre el ser, tener y estar, pensar y actuar. Pasan con facilidad del pronombre personal Yo que representa al egoísmo y egocentrismo que a su vez deriva en actitudes negativas, al Tú con la finalidad de anteponer el respeto al prójimo por encima de su propio ser.
Cuando empezó a surgir esta generación, su inquietud, hiperactividad y rebeldía no encajaba en una sociedad que salía de la posguerra cuyas familias, propias de ese contexto, se distinguían por su docilidad, obediencia y transigencia.
Pero no da la “casualidad” sino causalidad de que nacen en un momento propicio y que lustros más tarde se conocería por la generación de los Rebeldes sin Causa. Jóvenes que, analizando el pasado, sí tenían y muchas causas para rebelarse ante una sociedad reprimida, autoritaria e intransigente producto de instituciones sociales rígidas, verticales y piramidales.
Ese caldo de cultivo social fue propicio para que
Es así como en México surgen los Colegios Montessori que, aunque catalizaron la abundante energía de los niños Índigo, no tenían planes de estudio, programas de las materias, ni profesores ad hoc que pudieran capitalizar tanta inteligencia.
El problema se recrudece al culminar su Primaria e ingresar a Secundaria, pues además de su extrema actividad mental e hiperactividad física se habían acostumbrado a una “educación libre”, es decir liberal: aprender jugando, era el slogan más o menos idóneo que vendía cualquier plantel que, movido por la economía, adaptaba rápidamente sus instalaciones para aceptarlos.
Esto provocó que antes o durante
Después vendrá, se supone que ya está naciendo,
Se les facilita cambiar la energía negativa que les rodea por positiva a través de un equilibrado conocimiento de lo justo y de lo injusto, la verdad de la mentira, lo acertado de lo equívoco. Es difícil que la iniquidad los coopte. Su sensibilidad, intuición y aguda inteligencia les permitirá seguir el camino correcto sin perder de vista su único y principal objetivo: ayudar a que
Finalmente,
Por increíble que parezca no todo está perdido y
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