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Edición 242 | |||||||||||||||
Escrito por HÉCTOR CHAVARRÍA | |||||||||||||||
Sábado, 11 de Septiembre de 2010 12:55 | |||||||||||||||
A TRAVÉS DE MIS CRISTALES HÉCTOR CHAVARRÍA (Exclusivo Voces del Periodista) Identificando nazis
Se ha dicho, muy a menudo y, con justa razón… que las buenas acciones de personas célebres e incluso de aquellas consideradas “santas”, por algún culto o secta serán, dentro de mil años, una línea perdida, en un libro que ya nadie lee. Sin embargo, dentro de mil años, lo más seguro es que se siga hablando y escribiendo sobre el nazismo, Hitler, las SS, el genocidio y, los aspectos secretos de todo esto, como si hubiesen ocurrido apenas ayer, e igualmente seguirá existiendo gente ignorante o mal intencionada, que insista en negar tales atrocidades o que agregue tonterías a la parte “secreta”. En ese sentido el Tercer Reich si parece haber adquirido el derecho a ser milenario como pretendían sus creadores. Tal vez porque es más fácil recordar a los monstruos, que a los seres bondadosos. La guerra secreta Esta curiosidad y fascinación es, en buena medida así porque, aunque mucho de lo que se hizo durante ese régimen criminal ha sido difundido para que no vuelva a suceder (o por lo menos para intentar que no ocurra), aún hay muchos detalles desconocidos, los cuales apenas han sido puestos a la luz al paso de los años. Desgraciadamente mucho de lo que se ha escrito al respecto ha sido poco serio, como las cuestiones relacionadas con “brujería, extraterrestres y pactos con superiores desconocidos” que se ha afirmado en los más diversos tonos, tuvieron mucha importancia entre los dirigentes del nazismo. De manera que muchas personas desinformadas dan por hecho mucho de lo que es simple creencia sin base. Pero, al margen de la especulación alarmista, sabemos que tales “pactos” fueron ejecutados por algunos místicos nazis, como parte de “su guerra secreta”, no sirvieron para algo, aunque quienes los realizaron si creyeron en la “efectividad” de ellos y fue tanto así, que crearon organismos dedicados al estudio del esoterismo, la magia ritual y algunas de las hipótesis más disparatadas que uno pudiera imaginarse. Incluso se ha hablado de sacrificios humanos perpetrados durante la ejecución de la Endlösung; “solución final”, por parte de algunos “iniciados” de la Orden Negra. Sin embargo y a pesar de las charlatanerías y exageraciones al respecto, si existió una guerra secreta durante el desarrollo de lo que conocemos como Segunda Guerra Mundial y, en ella ocurrieron hechos muy extraños, incluida la intervención nazi en México, tanto en lo que pudiéramos llamar “mundano”, como el espionaje, en especial en apoyo a la campaña submarina alemana, al igual que, en todo aquello relacionado con las “artes ocultas” de las cuales, se consideraba a los EUM un verdadero semillero. En otra ocasión hablaremos extensamente de esto. La Deutsches Ahnenerbe (Herencia Ancestral Alemana), envió a México, desde el ascenso al poder del nazismo, a muchos de sus “especialistas” en busca de la “sabiduría” de chamanes contemporáneos o de los conocimientos ocultos, atribuidos a las antiguas civilizaciones que crecieron en este país desde tiempos inmemoriales, culturas como la maya, la olmeca, pero en especial la primera, con sus abismales cálculos matemáticos, fascinaron a los arqueólogos y antropólogos del Deutsches Ahnenerbe. Hitlerjügend: die fahne hoch!* Mi primer contacto con el nazismo y, las personas que seguían su ideología fue durante la niñez, en mi natal Yucatán y, ese contacto fue precisamente con un par de integrantes del N.S.D.A.P., (siglas en alemán del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán), que trabajaron antes de la guerra para el Departamento VII (Extranjero) de información, y directamente -o al menos así parecía-, para el Deutsches Ahnenerbe, ellos fueron el matrimonio de Ernst y Karla Strotsmann, incluidos en dos de mis novelas. Luego de la muerte de Ernst, Karla se autonombró “mi abuelita”, e insistió en enseñarme alemán con bonitas canciones, que luego supe eran notorios himnos nazis, también me regaló sus ejemplares de Mein Kampf y Der Mythus das 20 Jahrhunters; de Adolf Hitler y Alfred Rosenberg... autografiados por los autores. Según sus palabras debían quedar en manos de alguien “puro”, que si bien no era alemán, si pertenecía a una etnia “aprobada” por el nazismo y considerada “pura”, la etnia vasca de mis antepasados. Todo un paquete para un jovencito. Ya mayor, dediqué buena parte de mi tiempo al estudio de aquella ideología que tanto me había intrigado y, por qué no decirlo, fascinado con su parafernalia. Sin embargo, entre más supe de ella, más la detesté; y aprendí a identificar los muy insidiosos síntomas de esa enfermedad llamada nazismo. De tal manera que al familiarizarme con esa forma de pensar, pude reconocer las partes más oscuras y secretas, también a saber reconocerlas cuando se “cuelan” en el pensamiento de las personas, lo cual ocurre muy a menudo, en especial por obras malintencionadas que buscan dignificar al nazismo, como los panfletos de Salvador Borrego. Dar a conocer estos hechos reales, organizaciones y símbolos (de manera sencilla y directa), es la finalidad de este escrito. La absurda supervivencia actual del nazismo Los nazis esperaban que su régimen durara por lo menos mil años… Se derrumbó a los doce. Pero muchas de sus ideas han sobrevivido, en especial entre sectores de la población ignorantes y, casi siempre resentidos que, por esa misma condición, admiran y, desearían copiar algo que, en realidad, desconocen por completo. Pero tratan de “ser alguien”. El racismo nazi es excluyente en todos los sentidos, a menos que se posean las características detalladas por los propios creadores de esa ideología y mística, esta es la condición sine qua non para poder llamarse nazi. Se tiene que ser “ario” en los términos y, probarlo... se tienen que poseer las características específicas para ser parte del Volk, como está establecido en los escritos de Alfred Rosenberg, en especial en Der Mythus das 20 Jahrhundest: El mito del siglo veinte, y en el Mein Kampf ; Mi lucha, del mismo Adolf Hitler. Es inadmisible tener, ni tan siquiera una pizca de “sangre judía” (por lo cual resulta absurdo que cualquier latino, en especial de ascendencia española, se quiera llamar nazi), por lo tanto es imprescindible ser blanco, de preferencia rubio y con ojos azules, como se elegía a los primeros miembros de las . Si los nazis originales vieran a los que ahora se quieren llamar sus seguidores, con seguridad sus comentarios… no serían muy halagüeños. Herr Adolf volvería a suicidarse y los Sonderkomando de la calavera, correrían a encender los hornos y, a buscar todas las reservas disponibles del mortal gas Zyklon B. Los ridículos neo nazis “cabezas rapadas” no durarían mucho en un régimen nazi verdadero, no durarían, punto. Conozcan algunos simbolos naconazis Miren, le han llamado “cruz de Odin” y, ha sido adoptada por los gringos del KKK, que debiera ser simplemente KK… Según ellos representa el predominio blanco, la “soberbia aria”. En realidad simplemente adoptaron un símbolo ya usado desde las cruzadas.
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