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Aumentaron los problemas que Sir Sean Connery tiene con la justicia española. El actor escocés que encarnó en las pantallas a James Bond, asentó sus reales en la Marbella de los años setenta (léase: época de Alfonso de Hohenlohe Yturbe).
Me refiero a la Marbella del jet set y los jeques árabes. Vivió en Villa Malibú, una espectacular finca de lujo en primera línea de playa con una vivienda espaciosa, un pequeño spa, suites para tres para invitados; jardines, piscina, bugambilias, hasta que en 1999, en tiempos del controvertido Jesús Gil (el que odiaba Hugo Sánchez cuando jugaba en el Atlético de Madrid), Sean Connery y su esposa abandonaron España.
Ahora, después de tres años de investigación, Ricardo Pujol (juez por instrucción), ha imputado a la pareja “por presunto blanqueo de capitales y delito urbanístico” junto con los implicados en el caso Malaya, como el ex alcalde Julián Muñoz y su asesor de Urbanismo, Juan Antonio Roca, además de la cantante Isabel Pantoja. Fueron llamados por el juez a declarar y la pareja desoyó la reclamación y todo mundo se entero que los Connery están dispuestos “a quitarle el sueño al magistrado”.
Villa Malibú se puso a la venta por 9 millones de dólares y en 2004 ya se había convertido en un lujoso complejo que no respetó el plan urbanístico marbellí con 72 pisos que se vendieron entre 1.4 y 2.2 millones de euros cada uno. Dicen los Connery (no se si él sacó sus armas al estilo 007) que ellos se limitaron a vender su propiedad (¿?), pero se sabe que sus empresas pudieron tomar parte en las operaciones, consideradas fraudulentas, y que tuvieron un costo de 2.7 millones a las arcas de Marbella. El actor cuenta –nada menos-- con un representante de lujo: el embajador británico en España. Por su parte, Pujol (no el chef mexicano Enrique Olvera), se sintió amenazado por el diplomático, pero el Poder Judicial le niega el amparo mientras que Connery puso a trabajar a sus abogados ¡para exigir una indemnización millonaria al Estado español por los perjuicios provocados al airearse su nombre en este sucio asunto¡
Por ende, es difícil saber qué pasará. Los fans desean que este brillante y activo actor fuera inocente, pero entonces las arcas públicas y la justicia española resultarían dañadas.
PREGUNTAS GELATINOSAS
El presidente Lula dijo recientemente: “Vamos a derrotar algunos diarios y revistas que se comportan (¿?) como si fueran partidos políticos”. Y, Carlos Fuentes evocó a Vargas Llosa: “si se jodió México, ¿cuándo se jodió Perú?”
Al apoyar a la candidata Dilma Rouseff, Lula agregó que los medios no tienen el valor de decir que son –también-- partido político y tienen candidato (este tema lo deberían recordar Televisa y TV Azteca). Por otra parte, Hugo Chávez acaba de pronunciar más improperios en otro contexto. Una periodista le inquirió: ¿Cómo es posible que, siendo mínima la diferencia entre los votos obtenidos por el partido del líder de la revolución bolivariana y la agrupación que reunió a la oposición, el primero logre 98 diputados y el otro solamente 65? Y claro, Chávez reviró: “ésta chica vive en la luna”, tras tratar a Andreína Flores de manipuladora, de pertenece a un medio que difunde mentiras y de tildarla de ignorante “por desconocer la Constitución”. Luego, Chávez sentenció: no se entera de nada y hace preguntas gelatinosas que no tienen fundamentación lógica. Y nos preguntamos: por qué tanta desconfianza ante los medios? ¿Qué sucede en Iberoamérica para que cualquiera que tenga poder se sienta autorizado a atacar a quienes le hagan la más mínima crítica? (ejemplo: presidentes y ex presidentes latinoamericanos, empresarios de todo tipo, y no olvidemos a personas como López Obrador). En Argentina, los Kirchner buscan ¿el mejor camino? de hacerles daño a diarios como el Clarín y la Nación, acusándolos de connivencia con la dictadura. Por ende, Maradona arremetió contra los periodistas cuando cuestionaron su idoneidad como técnico de la selección. Yo subrayo que sin voces libres, ¡no hay democracia que valga¡
Doblando la hoja, Carlos Fuentes opina que “Facebook es como la imprenta de Gutenberg”. El intelectual mexicano confiesa que primero leyó a los clásicos griegos, porque inventaron nuestra literatura. El prefiere leer El Quijote en Semana Santa (¡lástima que no sepa discernir la palabra bíblica¡). Sé que también le apasiona la obra de Balzac. Y cuándo le presionan para que hable de México, Fuentes, que se las sabe de todas, todas, ríe y dice: voy a evocar a Vargas Llosa (“felicidades por haber obtenido el Nóbel”): “¿Cuándo se jodió México? Y yo comento: ¿cuándo se jodió Perú?”. Los países tienen éxitos y fracasos. Incluso, Estados Unidos ha conocido sus carencias. Fuentes acepta también que siente una relación fraternal por España.
Infanta Elena.
CLIENTE MUY LEAL
Cuando charlé –recientemente-- con Carolina Adriana Herrera (hija de la célebre diseñadora venezolana del mismo nombre), aceptó que para crear y diseñar un perfume lleva como un año. “Realmente, no tengo el cuaderno de inspiraciones, nunca hay una concreta, sino que todo va saliendo poco a poco. México es un cliente muy leal. Los perfumes gustan mucho en este país”. Se rió cuando le susurré que si había leído el libro El perfume (del famoso escritor Suskind), ella me tomó del brazo y comentó: “Me gustó el libro, pero ya ni la burla perdonas”.
DIFÍCIL MUNDO DE COMPETENCIA
Una de las personalidades más discutidas de la cocina mexicana es la chef Martha Ortiz Chapa, hija del doctor Federico Ortiz Quezada y de la chef Martha Chapa. Esta joven mexicana incursionó con gran éxito en el mundo de los restaurantes (léase: Aguila & Sol). Pasó el tiempo y decidió ubicarse cerca de Masaryk y tuvo otro gran éxito. Gabriela Cuevas ¡le cerró el lugar porque le faltaba un cajón de estacionamiento!, pero Martha y su novio (no sé si después fue su esposo), Sergio Vela (entonces titular de Conaculta), no actuaron con sentido común y no supieron negociar con la delegada. A Sergio le apareció la soberbia y nunca se pudo volver a abrir el feudo. Ahora, con Dulce Patria, Martha Ortiz Chapa incursiona nuevamente (ya sin Sergio) en este difícil mundo de competencia entre restaurantes de alta cocina. Le deseo que sea más sencilla y que tenga más comunicación con comensales y comunicadores que la pueden apoyar.
Carolina Herrera.
FIANZA SOLIDADRIA
“Conflicto en la separación de doña Elena. Alega consumo ocasional de cocaína”. Así se titulaba y subtitulaba una crónica que publicó Epoca hace varios meses. Por supuesto, se refería a la sonada separación del socialité español Jaime Marichalar y la infanta Elena. El ex duque de Lugo presentó una querella criminal que acaba de dar frutos. Un juzgado de Madrid dictó un acto de apertura de juicio contra los periodistas a cargo de la información y fijó una fianza solidaria de 1.030.980 euros “para asegurar responsabilidades civiles”. Aún me acuerdo cuando solía ir por las noches a El Portón de Madrid, donde acudía con mis amigos Oscar Alvarez Osorio, Lucio Blázquez, Maika Pérez de Cobas, Santiago de Santiago, Edgar Olivares, Tony Scheffler y Pepe Vélez (qepd). Bailamos en algunas ocasiones con las infantas. Eran aún muy jovencitas.
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