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El diputado Peña Nieto
HÉCTOR TENORIO
El gobernador Enrique Peña Nieto, resiente el golpeteo político de sus adversarios a prácticamente cuatro meses y medio de concluir su gestión. Sin duda está funcionando la estrategia del gobierno federal de responsabilizarlo por la inmovilidad legislativa. El mandatario estatal aparenta ser un político perseguido, rechaza la responsabilidad de la no aprobación de las reformas laboral, política y de seguridad nacional.
En esta pugna, Peña Nieto ha demostrado su músculo político. Pero sus estrategas le han sugerido que destense la relación con la administración federal. Porque saben que todavía no se sienta en la silla. Por eso Peña Nieto, ahora plantea al presidente Felipe Calderón una relación democrática, institucional y constructiva.
El político mexiquense puntualiza que la reforma política que aprobó el Senado, fue enviada a la Cámara de Diputados dos días antes de que concluyera el periodo ordinario. Con lo que deja ver las divisiones al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre él y el líder del Senado y coordinador de PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Por su parte, el presidente nacional del tricolor, Humberto Moreira, aseguró que por más cosas que hagan los panistas quedarán marcados como la generación que le regresará Los Pinos a su partido político. El ex gobernador de Coahuila intenta convencer que no hay pelea por la candidatura presidencial, que todos están muy conformes con el reparto. La verdad es que la lucha interna los va a fracturar.
El presidente Felipe Calderón, echa toda la carne al asador y agradece a los senadores, incluidos los legisladores del Estado de México, por haber aprobado el pasado 28 de abril la reforma política, y espera que pronto se resuelva en la Cámara de Diputados. Desde la óptica del ejecutivo la reforma le dará más poder al ciudadano, más capacidad a la gente, al votante para determinar su destino en la vida pública, dará más capacidad para determinar la representatividad de sus gobernantes. El problema es que los candidatos independientes no podrán competir en igualdad de circunstancia contra los narco políticos que tienen secuestrada la democracia.
En estas circunstancias, el desgaste de la imagen de Peña Nieto, es evidente y será cada vez mayor. Desde la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), acusan a los legisladores del tricolor de no ser responsables, de no rendir cuentas ante la sociedad y de trabajar poco. Por órdenes del Ejecutivo los empresarios exigen la instalación de un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso de la Unión que sirva para discutir y aprobar las reformas pendientes.
Al reclamo del sector privado se han sumado las bancadas del Acción Nacional (PAN) y del Revolución Democrática (PRD) en el Senado, quienes están a favor de aprobar un periodo extraordinario. La respuesta no ha tardado en llegar, el senador Manlio Fabio Beltrones, asegura que para que se pueda citar a un extraordinario primero debe haber dictámenes por parte de las comisiones. Por lo tanto, para el PRI es una trampa de quienes exigen el extraordinario sin que haya materia.
El ataque es total por parte del PAN, quieren cobrar los costos de la parálisis legislativa, han pedido al gobernador Peña Nieto que saque las manos del proceso electoral de su entidad.
Aunque el verdadero ataque está por venir contra el candidato del PRI a la gubernatura Eruviel Ávila Villegas. El blanquiazul tratará de demostrar ante los medios de comunicación que el ex alcalde Ecatepec, en su gestión permitió que se asentaran los grupos criminales. Por lo pronto, cuatro integrantes de La Familia Michoacana fueron detenidos en el municipio que gobernó hasta hace poco tiempo.
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