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Calderón no debe ensuciar las elecciones de 2012

Debe dejar de envenenar a México

YURI SERBOLOV*

Las elecciones de Michoacán se debieron de haber suspendido ya que se llevaron a cabo en medio de un clima de excepción, de miedo, de violencia, de amenazas, de asesinatos.

No puede haber política cuando hay guerra, esto lo advirtió el teórico de la guerra, Karl von Clausewitz cuando dijo que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”.

La democracia en México está en entredicho y no está sirviendo para lo único que debe servir: producir autoridades fuertes, con legitimidad, con respaldo social.

Los Calderones han envenenado a México. Primero con la guerra de lodo de Felipe en 2006, usando un lenguaje violento y acusando a su contraparte de ser “un peligro para México”. Ese no es un lenguaje democrático. Además contrató a un extranjero para que envenenara el ambiente y no le ha sido aplicado el artículo 33.

Ahora su hermana dice que en las elecciones de Michoacán intervino el crimen organizado a favor del PRI, pero no ofrece ninguna prueba. Eso es un comportamiento irresponsable. El que acusa tiene que demostrar.

Lo mejor que podría hacer Felipe Calderón es terminar su mandato e irse. Es decir no meter las manos en la sucesión presidencial de 2012. No ensuciar el proceso como lo hizo en 2006 y sobre todo no querer volver envenenar el ambiente.

Ya es tarde para que se vaya o que renuncie. Pero no le toca a él elegir a su sucesor. No tiene la legitimidad. El debe actuar como Hombre de Estado, algo que no ha hecho hasta ahora y dejar que sea el pueblo de México quien determine su destino.

Este será recordado como uno de los peores sexenios en la historia de México, no sólo por el fraude electoral de 2006, sino por los 50 mil muertos en la guerra contra el narcotráfico, los muertos de la epidemia de la influenza porcina, la mayor depresión económica de los tiempos modernos, los 49 niños muertos en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora sin que a la fecha hayan sido sancionados los culpables, los 61 muertos en el Casino Royale, el allanamiento del domicilio del poeta Efraín Bartolomé y por tantos otros acontecimientos lamentables.

No se puede gobernar a un país con odio, con rencor, con miedo, con ánimo de venganza. ¿Para eso quería el poder?

México requiere un clima de concordia, de paz, de reconciliación, donde el respeto a la vida vuelva a convertirse en uno de los valores supremos.

Por eso, como dijo Fox, le podemos decir a Calderón: “comes y te vas”.

No cumple las cuatro tareas básicas

Un gobierno debe servir para cuatro cosas:

- Brindar seguridad y protección a la gente.

- Garantizar la alimentación de la gente.

- Darle amor y cariño a la gente.

- Darle educación a la gente.

El gobierno de Calderón está fracasando en esos cuatro rubros.

- Nunca los mexicanos se habían sentido más amenazados, inseguros, indefensos ya sea por culpa de los criminales o por un gobierno que no cumple su función de darle protección y seguridad.

No es tarea del Presidente y su gobierno estar persiguiendo narcos. Ese no es un problema de México. Ese es un problema de Estados Unidos. No es un problema nacional, es un problema internacional. Lo único que debería hacer el presidente es exigirle a esos narcos que no cometan ningún acto de violencia en México y que no se metan con la sociedad civil. La tarea del Presidente es garantizar la vida y la propiedad de los mexicanos,

no querer convertirse en un Rambo o en un Sheriff norteamericano. Calderón ha querido pasar a la historia como el Elliot Ness que detiene o mata a Al Capone. No es su función, equivocó su mandato. Su prioridad debería ser garantizar la tranquilidad de los mexicanos, porque aunque detuviera, matara o encarcelara a todos los narcotraficantes, al día siguiente la mafia colombiana o coreana o china o rusa ocuparía de nuevo el territorio.

Ya mucha gente le ha dicho a Calderón que su misión no es “limpiar el territorio mexicano de narcos”. Esa es una guerra perdida. Aunque la gane hoy, mañana la vuelve a perder. Lo que debería decirle a los gringos que esa es su guerra y que ellos se ocupen de la misma. México no tiene porqué poner los puertos y los gringos las armas, los dólares y la droga. No es nuestro asunto, aunque el territorio mexicano sea utilizado como territorio de paso.

¿No puede Calderón entender algo tan sencillo?

En cuanto a la alimentación, hay ya 10 millones de mexicanos que están padeciendo hambre o que están en una situación de miseria extrema. La pobreza lleva al deterioro de los valores morales. Esta debería ser una prioridad nacional. Calderón no puede esperar bajar la violencia o la delincuencia si antes no garantiza que la gente coma. Como decían en la antiguedad “el arte de gobernar a los hombres es el arte de alimentarlos”.

Y el gobierno está fallando.

En cuanto al amor y cariño, Calderón ha sido un Presidente alejado del pueblo, divorciado de la sociedad a la que le tiene miedo, porque uno de cada tres mexicanos sigue pensando que él se robó la elección.

Finalmente, el país tiene un gran déficit educativo, al grado de que sólo uno de cada 7 jóvenes que quiere entrar a la UNAM lo puede hacer. Esto es un drama nacional.

Calderón no pudo con el paquete.

Estaba el helicóptero fuera de ruta :
negligencia

Como escribió Sanjuana Martínez en Sin Embargo:

“Dos secretarios de Gobernación muertos en “accidentes” aéreos es mucha coincidencia y obliga al Estado Mayor Presidencial a revisar sus protocolos de operación y seguridad”.

La muerte de Juan Francisco Blake Mora no sólo enlutó a México sino que implica un cambio del hombre encargado de la política precisamente cuando empezábamos el año político.

Decía Miguel de la Madrid: “ve donde están los cambios y ahí está la crisis”. Se refería a los cambios de Gabinete.

Calderón lleva cinco Secretarios de Gobernación:

- Francisco Ramírez Acuña

- Juan Camilo Mouriño Terrazas

- Fernando Gómez Mont

- José Francisco Blake, y el actual interino:

- Juan Marcos Gutiérrez

El helicóptero en el que viajaba Blake era a todas luces un vejestorio de 28 años.

¿Cómo llevar al segundo hombre más importante del país en un aparato así?

Que se desvió de la ruta no hay duda como lo muestra la fotografía donde se ve dónde cayó, en el Estado de México, cuando él iba hacia Cuernavaca. ¿Qué necesidad había de irse en helicóptero a Cuernavaca, en condiciones climáticas adversas, cuando se podía ir por tierra?

No se sabe qué es lo que aterra más: que haya sido un accidente o un atentado. Pero en realidad nosotros pensamos que no fue ni una ni la otra, sino un acto de la suma de muchas negligencias.

Un helicóptero así no lo tira una nube, un aparato así puede volar muy alto e incluso puede volar con instrumentos con cero visibilidad. Tiene incluso un segundo motor que si bien no le permite volar, si garantizar un aterrizaje de emergencia. Todo eso descarta la hipótesis del accidente, a menos que el aparato ya estuviera en las últimas.

Dicen que le acababan de dar mantenimiento, pero cuando un aparato está tan viejo no hay mantenimiento que lo renueve. Todo eso confirma más la hipótesis de la negligencia.

Todavía no sabemos las causas de la muerte de Mouriño y ya tenemos otro caso. Lo mejor sería que el gobierno hable con la verdad. En el caso de Mouriño se guardaron grabaciones porque pensaron que serían “ofensivas para la familia”. En un caso

así la transparencia debe ser total, porque de lo contrario se alimenta la especulación. ¿Por qué si el gobierno descarta el atentado porqué la PGR citó a declarar al twittero simplemente porque escribió: “mañana a las 11/11 les caerá un secretario del cielo... evite reforma”. Ya dice el dicho: “no hagas cosas buenas que parezcan malas” y este gobierno sin duda ha hecho muchas, demasiadas...

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