BUHEDERA
GUILLERMO FÁRBER
Alternancia verdadera
ME LLEGA UN IMEIL de un amigo, de corazón azul intenso, que hace a sus correligionarios una atinada exhortación: “Tenemos que empezar a combatir la mala idea de la alternancia con otros partidos en la presidencia de la república, por la idea de la verdadera alternancia entre hombres y mujeres. Que una mujer nos gobierne será de veras un cambio, un gran cambio. Nada nos garantiza que será mejor, pero creo que ya es tiempo de probar, como lo hicieron con éxito en Chile, Alemania e Inglaterra y ahora lo hacen en Brasil y Argentina, por mencionar solo algunos países.” Si bien Josefina es la quinta candidata presidencial (antes fueron Marivilia Carrasco y Rosario Ibarra en 1988, Cecilia Soto en 1994, y Patricia Mercado en 2000) es la primera candidata con oportunidades reales de ganar. Bien por México. Como dijo aquel patriarca de nosotros los colonizados de la tercera edad, Bob Dylan (Robert Allen Zimmerman, 1941): The Times They Are a-Changin’.
Nicolás Zúñiga y Miranda
ME MANDAN sendos imeils un par de amigos intensamente pejistas. Me hacen dos señalamientos. Uno, que esta es la segunda oportunidad de López Obrador al bat presidencial, no la tercera. Tienen toda la razón. Y dos, que no es válido compararlo con un personaje que nunca fue más que una curiosidad folklórica, testimonial. También tienen razón en parte: no fui suficientemente claro. Mi comparación política de AMLO fue con Lincoln, Mitterand y Lula, derrotados varias veces en las urnas antes de finalmente conseguir su objetivo (también pude mencionar el contraejemplo de Cuauhtémoc Cárdenas, que sí tuvo 3-oportunidades-3 y en todas se quedó chiflando en la lona, aunque el cochinero de 1988 dejó una copiosa cauda de dudas). La alusión a Zúñiga y Miranda pretendía ser sólo tangencial, para abundar un poco sobre esta pintoresca figura histórica. Lamento haber irritado a mis amigos izquierdosos.
Cocineros
UN PAISANO que vive en Manhattan, y conoce el asunto, me dice: “A ojo de buen cubero deben de existir unos 30 mil mexicanos trabajando en restaurantes en Manhattan, Brooklyn, Bronx y Harlem. Cada uno de éstos debe costar entre 20 mil y 30 mil dólares menos al año que lo que costaría contratar a un americano. Esto equivale a por lo menos $600 millones de dólares que se ahorran los patrones de estos establecimientos, cada año. Sin esos ahorros no sobrevivirían abiertos ni unos meses. Si los chinos tienen razón y somos lo que comemos, cada gringo aquí en Nueva York se come un pedazo de México al día. Pero aguas, pues hoy finalmente salen de la cocina para convertirse también en meseros y capitanes. El trabajador mexicano es el mejor del mundo por estas tierras, al menos en los restaurantes.”
Vïbora en Viernes
UNA QUERIDA LECTORA me da esta opinión: “Para mí ‘matar víbora en viernes’ es aprovecharte de alguien que no se fijó bien en el precio y te vendió algo mucho más barato. Entonces te regocijas y exclama ¡Maté víbora en viernes!” Coincide con la acepción que yo tenía, de comprar una ganga.
Ganga
TAMPOCO ESTA palabra significa solamente lo que muchos creemos: “Cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo.” También, “úsase en sentido irónico para designar algo despreciable, molesto.” Nuestra madre Academia da estas otras acepciones. Una, como “imitación del grito de una ave del orden de las Columbiformes, algo mayor que la tórtola y de aspecto semejante, gorja negra, con un lunar rojo en la pechuga, y el resto del plumaje, variado de negro, pardo y blanco.” En Cuba, “ave zancuda de la misma familia que los zarapitos, pero que no vive como estos en la proximidad de las aguas, sino en las aradas.” Pero también, derivada del francés gangue, tiene dos significados: en ingeniería es “materia que acompaña a los minerales y que se separa de ellos como inútil” y en algunas provincias españolas, “arado tirado por una sola caballería.” Finalmente, en Puerto Rico, es “pandilla callejera de mala reputación.”
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