A FUEGO LENTO ENRIQUE PASTOR CRUZ CARRANZA
Presidenta Cristina
“Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” Benito Juárez García
PERMITAME DECIRLE, señora presidenta de la República de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que siempre he sido un admirador de su manera y valentía nacionalista con visión estadista, con que gobierna a su país, legitimada en las urnas y guiada por el interés prioritario que todo líder y gobernante debe tener para con sus gobernados.
Cristina Fernández de Kirchner
He mantenido especial interés en su bella nación, no por el indiscutible talento en asuntos deportivos, artísticos y culturales, turísticos y culinarios, sino también por la dinámica que en los últimos 30 años ha vivido un auténtico tango de sucesos y acontecimientos dignos de estimar.
Desde la denominada guerra de Las Malvinas, en los archipiélagos australes, símbolo supremo del colonialismo y dominación global del Reino Unido, los poderosos que no muestran el mínimo rubor de su visión arcaica con alianzas perversas con su socio-histórico-genético en América; sirviendo como plataforma de triunfo a la señora Margaret Thatcher en su reelección en 1983, mientras la Junta Militar caía en su aventura de legitimar su absurda suplantación al poder civil.
Presté nueva atención después de ser testigos de la locura privatizadora y presunto “milagro de primer mundo” que la presidencia del fenómeno y poco modesto Carlos Saúl Menen, quien mostró fidelidad suprema al denominado Consenso de Washington -casi un símil de Carlos Salinas de Gortari, el ex presidente mexicano de la primera “concertacesión del PRIAN”, en asuntos también de privatizaciones de telefonía, carreteras, minas, canales de televisión, Impuesto al Valor Agregado, ferrocarriles (este merito del ex presidente Ernesto Zedillo) y de los yacimientos de petróleo, gasíferos, fiscales que al final de la orgia neoliberal global desenfrenada, generó la resaca de una tremenda crisis económica, donde ahorradores y no invitados terminaron pagando las consecuencias, con hiperinflaciones (solamente comparadas con las del siempre gris tecnócrata -made in USA- Miguel de la Madrid) hasta llegar a hermanarnos en insana distancia, con el denominado efecto tequila que de no ser por la tirada de hipotecar el petróleo y toda la producción de Pemex, jugarles a la magia y “desaparecer” Isla Bermeja con acuerdos de limites de aguas secretos y otras condiciones leoninas del incorregible Bill Clinton, aunque el precio de “la salvación” fue perder el dominio marítimo territorial del gran manto energético denominado Hoyo de Dona” y/o el tesorito escondido en el fondo del mar”, ridícula letanía del señor pragmático del “haiga sido, como haiga sido” de nuestra leyenda urbana denominada “democracia mexicana del medio punto”.
Créame señora presidenta Fernández, que a partir de nuestra crisis mexicana con la española Repsol, Juan José Suárez Coppel, el exquisito director general de esta empresa “de todos los mexicanos” Pemex, cuando celebramos cada 18 de marzo la nacionalización del petróleo en 1938, buscaba triangular una maniobra de fortalecimiento y adquisición de más acciones en la empresa española por medio de coadjutores del señor Felipe Calderón Hinojosa y sus jefes del poderoso grupo Energético del Sureste (ESGES) del patriarca Carlos Mouriño Atanes, identificado como activista de la Corona Española, en esta nueva conquista de América Latina.
Cuando en las paginas especializadas en energéticos y sus acciones internacionales vi que la española Repsol YSP, en el cono paradisiaco de Argentina había “descubierto” la estructura de alto potencial petrolero y de gas llamado Rocas Madre de “World Class” en Cuenca de Neuquina “Los Molles” y “Vaca Muerta”, y que las cuentas alegres de los súbditos del depredador de paquidermos Juan Carlos de Borbón, estaban haciendo cálculos de utilidad faraónicas y planificando alianzas o ventas de “sus” activos en Argentina, para convertir esta zona en altamente productiva en nombre del modelito, sabía, que usted señora Presidenta, no se quedaría de brazos cruzados, o dejaría ser quebrantada por las lisonjas de arranque; amenazas al intermedio y descalificaciones vulgares e indecentes después de su acción, como las publicadas en el diario ABC de España, el pasado 2 de mayo, firmadas por Silvina Walger bajo el visceral titulo: Los Secretos de Cristina Fernández de Kirchner.
Empecé a comprender la urgencia del Pemex raptado en tercer grado delincuencial por Suarez Coppel, Felipe Calderón y Sacyr Vallehermoso de posicionarse dentro de Repsol y apuntalar la nominación presidencial (frustrada) del ex secretario de Hacienda y Crédito Publico mexicano Ernesto Cordero Arroyo, canalizando -sin consultar al Consejo de Administración ni del Congreso de la Unión- millonaria inyección a las acciones de la española.
Con alegría, este pasado 16 de abril leí en la prensa que había enviado al Congreso un proyecto de ley para la expropiación del 51 por ciento del patrimonio de la petrolera YPF con capital de Repsol y que el restante 49 por ciento del patrimonio recuperado se distribuiría entre las provincias productoras de hidrocarburos. Veo al paso de los días, que su nación ha comprendido el tamaño de su determinación y apoya decididamente a su legitima Presidenta electa democráticamente y sin ningún ápice de duda en su probidad republicana.
Emocionado por la felicidad de nuestros hermanos argentinos y su apoyo decidido a recuperar la soberanía estratégica de sus recursos vitales, casi veo retroceder el tiempo cuando con la misma la misma dimensión el presidente don Lázaro Cárdenas del Río decidió terminar con la insolente conducta de las petroleras que, vejando a los trabajadores, violando leyes humanas y laborales, desacatan laudos y amenazaban “castigar a México con campañas internacionales de desprestigio, si se atrevía a nacionalizar el petróleo”. Como a usted señora Presidenta, a don Lázaro Cárdenas del Río no le temblaron las manos ni se arredró ante las campañas posteriores que en todos los mercados y entes financieros, las petroleras arremetieron contra todo un país rebelde a ser saqueado y tratado como un simple campamento de explotación de la colonia.
Créame señora Presidenta, que a mi mente regresaron las imágenes del foro ¿Qué pasa con nuestro petróleo?, organizado por nuestro Club de Periodistas de México A.C. , en la Isla del Tesoro Petrolero -Ciudad del Carmen- del estado de Campeche, hace casi seis años, cuando discutíamos el destino de nuestro hidrocarburo en compañía del maestro Juan Ramón Jiménez de León, el jurista y político don Humberto Hernández Haddad, el doctor Alfredo Jalife-Rahme, experto y autoridad mundial en la geopolítica-energética, y como invitado especial al maestro y avezado periodista, paisano suyo, Don Julio Sevares .
Hablamos de muchas expectativas y de porque América Latina no podía seguir la ruta de privatización de todos sus sectores importantes. Perder el control de la banca, Los aeropuertos, carreteras, las costas, ríos, mantos acuíferos, las ventajas geográficas, agropecuarias, forestales, el propio territorio y tantos actos de involución impuestos por esquemas ajenos a nuestra urgencia de desarrollo y necesidad de superación. Hablamos de la experiencia de Argentina y supimos que privatizar el patrimonio petrolero significaba un suicidio como nación y un riesgo para la república, la democracia y la libertad en todo nuestro continente. Créame que felicito a los argentinos por apoyarle en su histórica recuperación de la soberanía petrolera.
Nosotros estamos hoy en nuestro momento de definiciones que determinarán nuestro presente y futuro. Estamos, los mexicanos, luchando en el marco de la ley y con razones históricas y coyunturales de un mundo que está regresando a recuperar sus recursos y la rectoría de sus naciones, por no dejar que se triture el espíritu del articulo 27 constitucional por los también adoradores del letal Consenso de Washington y sw la reencarnación de Francisco Franco, que con el empoderamiento del PRIAN , desde hace más treinta años han logrado el objetivo involutivo energético por el que se creó el Partido Acción Nacional, nueve meses después de la nacionalización petrolera en México. Hoy, su mejor activo que emula al incansable traidor Antonio López de Santa Anna, busca culminar su dantesca obra de crímenes (más de 60 mil muertos) en su pantomima contra el narcotráfico; encubrimiento de mega fraudes, desvíos, robos “legales”, con una patología existencial e inédita impunidad.
Por cierto, no omito manifestarle que los exabruptos canallescos y grotescos contra la decisión libre y soberana en Argentina, del señor Felipe Calderón Hinojosa, presunto socio de empresas energéticas españolas, sospechándose, no reflejan la verdadera opinión de los mexicanos; incluso se ha confirmado que nunca logró ganar en las urnas, contrario al hecho de que hoy tiene usted, por unanimidad, la unida de sus gobernados .
¡Felicidades Argentina!
P.D. Seguramente donde se encuentre, su marido don Néstor Carlos Kirchner (q.e.p.d) estará orgulloso de su compañera de toda la eternidad.
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