PAPELES AL VIENTO
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
Los milagros de San Felipe
A CONTRAPELO DE LAS RESTRICCIONES que el IFE dice haber impuesto al uso electorero de la propaganda gubernamental y de la amenaza de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (SSA), de castigar la engañosa oferta de productos milagro, el calderonismo parece decidido a imponer la ley del hierro de la impunidad en materia de clientelismo electoral.
“Como queriendo la cosa”, el pasado 8 de mayo la residencia presidencial lanzó al ruedo al egresado de la Escuela Libre de Derecho, licenciado en Derecho Canónico (de ahí seguramente su autoridad para sancionar milagros) y maestro en Ciencias del Matrimonio y la Familia, Bruno Ferrari de Alba, para dar a los mexicanos la buena nueva de que su ingreso por cabeza se ha elevado durante el actual gobierno, de seis mil 500 a 10 mil 150 dólares al año.
Josè Antonio Meade
Si convertimos al tipo de cambio actual esos dólares (pongámoslo modestamente redondeado en trece pesos), el resultado es una variación al alza de 84 mil 500 a 131 mil 950 pesos anuales. Un incremento de algo así como 63 por ciento. ¿De qué se quejan, entonces, algunos contumaces críticos del modelo neoliberal edición calderoniana?
El maestro en Derecho Canónico compareció al lado del secretario de Hacienda José Antonio Meade, quien de su ronco pecho soltó que uno de los atractivos de México para la inversión extranjera (“destino interesante”, le llama), es el bajo costo de su mano de obra: En la década de los ochenta del siglo pasado, informó, los salarios cayeron 5.4 por ciento. En los noventa observaron esa constante y, de 2000 a 2011, la era gloriosa del PAN en Los Pinos, aumentaron 1.9 por ciento.
La clase obrera va al paraíso
Si tal es el caso, ¿de dónde sacó el maestro en Derecho Canónico el dato de que la clase asalariada -mayoritaria en la población, aunque parte de ésta, según estadística del Inegi, ni ingreso recibe-, desde la llegada de Felipe Calderón a la presidencia designada, se ha visto favorecida con un incremento de tres mil 650 dólares en su ingreso anual? Pero, en todo caso, en el hipotético caso de que fuera una cifra veraz ¿de qué le sirve ese incremento, si el propio funcionario expectorante afirma que en el periodo calderonista el poder adquisitivo del salario apenas se ha elevado 0.5 por ciento? Si, los milagros no son fáciles de explicar.
Bruno Ferrari
Pero andamos en tiempos de milagrería electorera. Meade nos anuncia otro portento: México, dijo, ha crecido 10 veces más que los Estados Unidos de 2000 a 2011. Y así lo explica el secretario de Hacienda: En ese periodo, la economía mexicana registra un indicador de crecimiento de 2.1, mientras que la producción industrial de EU sólo de apenas 0.2 por ciento. No, pues sí. Si comparamos la producción de caviar en Europa, con la producción de charales en los lagos mexicanos, seguramente también le sacaremos ventajas.
Cuando Salinas hizo la luz
Milagros en cascada (y no se les dan las gracias a la Guadalupana ni al más humilde de sus hijos, sino “al gobierno del Presidente de la República” Felipe Calderón). Arriba citamos a Meade diciendo que el bajo costo de mano de obra es uno de los atractivos del “destino interesante” para la inversión extranjera, Mano de obra barata. Y algo más.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU) nos explica otra quimera: La inversión extranjera (Iberdrola y Gas Natural Fenosa, españolas; Enel, italiana; Tracesa Electriité de France, y AES, estadunidense) ya tiene el control de 45 por ciento de la generación de electricidad en México, cuya producción la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está obligada a comprar bajo contratos por 20 años.
Hay dos elementos destacados en su estudio por la CEPAL: 1) la CFE absorbe las alzas del precio del gas que requieren las plantas térmicas de ciclo combinado que operan al cien por ciento las trasnacionales, y 2) la CFE, al menos en 2010, conservó ocioso el 47 por ciento de su propia capacidad instalada, con tal de mantener activa la compra de fluido a las empresas productoras extranjeras.
Obviamente, esas ventajas comparativas para los corsarios del siglo XXI no son producto de la ciencia infusa, sino de la ingeniería financiera confusa urdida por los genios de la CFE con cargo a los usuarios, sobre todo de consumo hogareño, a los que se les disparan recibos con montos estratosféricos, bajo la advertencia de que sólo hay dos sopas… “y hazle como quieras”.
Para conocimiento del respetable, ese modelito de gestión eléctrica -antes sector estratégico; ahora ni prioritario-, nos viene desde 1994, por obra y gracia del inefable Carlos Salinas de Gortari. No es casualidad que otro usurpador, el ex secretario de Energía Felipe Calderón, haya mejorado el libreto. Con razón el aliancista Gabriel Quadri de la Torre propone que, de plano, la CFE corra la misma suerte que Luz y Fuerza del Centro. Con chance y hasta el medio ambiente salga ganando.
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