Ediciòn 294 |
APUNTE
JORGE GUILLERMO CANO
(Exclusivo para Voces del Periodista)
La sucesión
presidencial (de 1910)
FRANCISCO IGNACIO MADERO dedicó su libro, La sucesión presidencial en 1910, a los héroes de la Patria, a la prensa independiente y a los buenos mexicanos. A los primeros, porque conquistaron la independencia del paÃs; a la prensa, por la “rara abnegación†con que “ha sostenido una lucha desigual por más de 30 años contra el poder omnÃmodoâ€.
Hoy, a 104 años de que Madero escribió su libro (lo terminó en octubre de 1908 y se empezó a distribuir en enero de 1909) ¿Cuál serÃa esa prensa independiente que “con rara abnegación†luche de manera desigual contra el poder omnÃmodo? ¿La habrá?
La edición de La sucesión fue de tres mil ejemplares que circularon principalmente entre intelectuales y periodistas. La crÃtica inicial no le fue muy favorable pues se encontraron en el texto errores, inconsistencias y hasta contradicciones.
Sin embargo, hoy nadie pone en duda su importancia para entender las causas y las dinámicas iniciales del movimiento revolucionario en México.
El hacendado Madero
Madero nació el 30 de octubre de 1873 en una familia acaudalada de hacendados coahuilenses. Estudió en Estados Unidos y Francia para luego integrarse a los negocios familiares, pero sus inquietudes polÃticas lo llevaron a fundar, en 1901, el Club Democrático Benito Juárez.
uando Madero publicó La sucesión, no tenÃa presencia en el ámbito polÃtico nacional y habÃa perdido dos elecciones locales frente a candidatos porfiristas: una, por la presidencia municipal de San Pedro (en 1904) y la segunda por la gubernatura de Coahuila, en 1906.
Fue hacia 1907 que Madero decidió, en coincidencia con otros polÃticos coahuilenses opositores a DÃaz, integrar un partido nacional que, con candidato propio, participara en las elecciones de 1910.
Siendo una de las familias más ricas de Coahuila, con relaciones incluso con José Ives Limantour, ministro de economÃa en el gabinete de DÃaz, la familia de Madero (con excepción de su hermano Gustavo) se opuso a las propuestas de Francisco Ignacio, temiendo represalias desde el poder presidencial.
En 1908 fue la entrevista de DÃaz con James Creelman, cuando el dictador declaró que México estaba listo para ejercer la democracia.
Lo subestimó DÃaz
El libro de Madero, según consignan fuentes históricas, se repartió también entre los polÃticos más destacados del paÃs y se entregó un ejemplar al general Porfirio DÃaz, acompañado de una carta que le dirigió el propio Madero, donde señalaba la necesidad de realizar “elecciones justas y transparentesâ€.
DÃaz subestimó la influencia que el liderazgo de madero podÃa llegar a tener y no dio importancia al libro ni a sus advertencias.
La sucesión presidencial en 1910 suscitó diversas reacciones. No faltaron quienes se burlaron del autor pues consideraban fuera de la realidad la pretensión de derrotar al gobierno porfirista, fuerte y con una estructura de poder que habÃa funcionado durante décadas.
Las propuestas maderistas
Otros, sin embargo, tomaron en serio las propuestas maderistas y previeron el fortalecimiento de un partido polÃtico contrario a los “cientÃficos†de DÃaz.
En La sucesión, Madero proponÃa elecciones libres, terminar con la corrupción imperante en el paÃs, un sistema de rotación para los puestos públicos y la elección democrática de gobernadores y presidentes municipales.
Después de la publicación, Madero fue electo candidato a la presidencia por el recién formado Partido Nacional Antirreeleccionista, cuyo mensaje directo empezó a calar entre la población, lo que motivó la preocupación del régimen y los porfiristas decidieron detener al candidato durante una gira por Monterrey, siendo encarcelado en San Luis PotosÃ.
Porfirio DÃaz fue reelegido y Madero, al salir de prisión, se fue a Estados Unidos desde donde lanzó el Plan de San Luis, convocando al pueblo a tomar las armas el 20 de noviembre de 1910 para derrocar al régimen porfirista.
El mensaje de La sucesión
En su texto, Madero explica que perdió “la primera esperanza†cuando se instituyó la vicepresidencia en la República, lo que permitirÃa al dictador nombrar a quien lo relevara.
“Comprendà (agrega) que no debÃamos ya de esperar ningún cambio al desaparecer el Gral. DÃaz, puesto que su sucesor, impuesto por él a la República, seguirÃa su misma polÃtica, lo cual acarrearÃa grandes males para la patria...â€
La tendencia de los hombres en el poder, reflexionaba Madero, la manifiesta “del General DÃaz y del grupo que lo rodea, es perpetuar el sistema de poder absoluto y hasta se empieza a iniciar un movimiento en las altas esferas reflejado en la prensa gobiernista, para reformar la Constitución...â€
Cualquier coincidencia…
De las declaraciones a Creelman, Madero consideraba ocioso escudriñarlas, “porque no las creemos sinceras, pues están en contradicción manifiesta con sus actos posteriores y ya el General DÃaz nos tiene acostumbrados… a hacernos las promesas más falacesâ€.
También se refirió Madero a otro aspecto de inquietante actualidad: “la circunstancia de que el General DÃaz hiciera confidencias trascendentales, que en el caso revistieron el carácter de solemnes declaraciones, a un periodista extranjeroâ€, mientras que a los mexicanos les regateaba el derecho de abordar esos mismos asuntos.
Y agregaba: “esto no viene sino a poner una vez más de relieve, la exagerada condescendencia del General DÃaz para los extranjeros y el desdén con que ve a la opinión pública nacional y a sus representantesâ€.
Cualquier semejanza con lo que hemos visto en los últimos sexenios ¿será mera coincidencia?
Y casi lo mismo
El 7 de junio de 1911, Francisco I. Madero entró en la Ciudad de México, siendo aclamado en las calles, y tomó posesión de la presidencia de la República el 6 de noviembre de 1911, con José MarÃa Pino Suárez como vicepresidente.
Pero cometió el error, grave, de conservar las formas del gobierno anterior; los oficiales del ejército federal porfirista permanecieron con sus rangos; no cumplió sus promesas a los campesinos ni mejoró las condiciones de los obreros; los intereses de los empresarios y hacendados ricos no fueron afectados sustancialmente y el pueblo pronto cayó en la desilusión y el rechazo.
Los zapatistas siguieron en armas y exigÃan que se repartiera la tierra, lo que Madero no hacÃa y, en cambio, mandó al ejército federal sobre Cuautla. Zapata aumentó sus fuerzas y contra atacó en las cercanÃas de la Ciudad de México.
En Chihuahua, el general Pascual Orozco proclamó el plan de la Empacadora, que recogÃa fundamentalmente los postulados del plan de San Luis agregando reformas sociales y polÃticas. La rebelión de Orozco fue abatida por Victoriano Huerta.
Los polos de la crisis
En sus mensajes, Madero presidente consideraba que el pueblo estaba preparado para lograr la transformación del paÃs por la vÃa democrática, exhortaba a organizar partidos polÃticos y a una participación activa en los asuntos públicos.
Pero la inestabilidad polÃtica y social se instaló, en buena parte por el incumplimiento de Madero de las expectativas que habÃa despertado en los grupos revolucionarios.
Tampoco los industriales, y el sector empresarial, en general, tanto nacional como extranjero, estaban conformes con las relativas libertades que el nuevo régimen prometÃa a los obreros; no confiaban en su capacidad para garantizarles la estabilidad que exigÃan y pusieron su parte en el clima que llevó a la caÃda de Madero.
En ese contexto, el papel que desempeñó el embajador estadounidense, Henry Lane Wilson, es de sobra conocido.
Finalmente, el 13 de febrero de 1913, el presidente Madero y el vicepresidente José MarÃa Pino Suárez fueron asesinados por órdenes de Victoriano Huerta, en las inmediaciones de la antigua PenitenciarÃa de Lecumberri.
Tamborazos
-Sin solución a la vista (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenesâ€, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente.
-Abusos, humillaciones a la ciudadanÃa, transgresión sistemática de los derechos, es la constante. Si hubiera diputados. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla ).
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