joomla visitor
Auditora
VOCES DEL DIRECTOR
Buscar Autor o Artículo

PULSE LA TECLA ENTER
Voces Diario
Banner
459
Banner
Posada del Periodista
Banner
460
Banner
458
Banner
457
Banner
456
Banner
455
Banner


Ver Otros Artículos de Este Autor

Edición 296

VOCES DEL DIRECTOR

 

La locura americana

 

SIGUIENDO LA LÓGICA PROPAGANDÍSTICA instrumentada para las candidaturas presidenciales de los Estados Unidos de factura demócrata, es posible decir que John F. Kennedy habría querido reproducir al pacifista Thomas Woodrow Wilson, pionero de la Sociedad de las Naciones después de la Primera Guerra Mundial. Bill Clinton habría deseado reencarnar a Kennedy, y Barack Obama parecerse a Clinton, con otro color.

Voces

RESULTA OBVIO, que Obama no ha encontrado quien le escriba, ni al retratista que lo bosqueje en líneas clintonianas, como Clinton estuvo lejos de ser aceptado como Kennedy, ni éste, malogrado por el asesinato, logró acercarse a la imagen de Wilson. Sin embargo, Kennedy, frente al riesgo de conflagración nuclear, dejó escritas estas alucinantes líneas: Los frutos de la victoria serían cenizas en nuestras bocas

En entrega para la edición 294 de Voces del Periodista titulamos nuestro tema: ¿Cuántos muertos más, mister Obama? Nos referíamos a la coacción que la Casa Blanca ejerce sistemática e inmoralmente sobre el gobierno mexicano para que continúe la sanguinaria guerra emprendida por Felipe Calderón Hinojosa, so capa del combate al narcotráfico.

Subrayamos hace apenas un mes que, en la reciente campaña presidencial en los Estados Unidos, ni Obama ni Mitt Romney se ocuparon del tema de la fabricación, venta y tráfico de armas que, libres de toda regulación seria en territorio de la Unión Americana, toma a México como probeta de ensayo en operaciones del tipo Rápido y furioso. En cada nuevo trágico episodio mexicano se encuentra que las víctimas mortales lo fueron de armas introducidas ilegalmente a nuestro país por agencias gubernamentales estadunidenses.

Vale el recordatorio porque, en aquel texto, dimos por sentada la convicción generalizada entre los mexicanos de que, en la guerra narca, Washington pone las armas y nosotros los muertos. La fatalidad nos dicta un matiz en la afirmación: 27 cadáveres de víctimas de la masacre en la primaria Sandi Hook, de Newtown, Connecticut, llaman a las puertas del Salón Oval. Ironías de los manes: La localidad fúnebre pertenece al condado bautizado Monroe, como el nombre del declamador del Destino manifiesto.

En plena consternación e indignación mundiales, horas antes de Navidad el vicepresidente de la Asociación Nacional del Rifle (USA),  Wayne LaPierre pronunció un mensaje televisado sobre la tragedia, cuya idea central está impregnada de contumacia. La solución a la violencia doméstica consiste, dijo, en esta ecuación: Frente a un malo armado, un bueno armado. Y se retiró tan campante, aplaudido por cuatro millones de amantes del gatillo asesino, afiliados a la ANF. En las mismas horas, en el condado de Weld, Colorado, otro demente armado ultimaría a tres lugareños y se suicidaría.

Acaso mister Obama sea también víctima propiciatoria, no de su voluntad, sino del sistema. A fin de cuentas, la cultura de la irracionalidad dejó de ser patrimonio exclusivo de los militares estadunidenses para ser compartida con los militaristas ilustrados, civiles producto de las universidades gringas, que legitiman la vocación por las armas sustituyendo el problema de los principios con la venta de estrategias bélicas.

En la presentación de la obra del historiador norteamericano Irving Louis Horowitz -Ideología y Utopía de los Estados Unidos, 1976-, Walter Dean Bhundam (sería recomendable que lo leyeran los egresados del Instituto Tecnológico de Massachusetts, integrados al nuevo gabinete presidencial mexicano), afirma: (la Unión Americana) vive el desplazamiento de la política norteamericana hacia la zona crepuscular de ilegalidades oficialmente cometidas, de apatía de las masas y de luchas hobbesianas entre grupos étnicos, raciales y de otros intereses, radicalmente polarizados.

El propio Horowitz, al referirse a los asesinatos de los hermanos Kennedy y de Martin Luther King hijo, escribe que esos sucesos parecieron anunciar la muerte del modelo liberal clásico de la política presidencial estadunidense. De ahí en adelante, la política ya no sería normal, en el sentido de reflejar la voluntad popular, sino parte de una sensación de terror traída a tierras americanas por el malestar de guerras extranjeras no apoyadas por los Estados Unidos…

Tal es la realidad monda y lironda en el imperio decadente, enervada década tras década hasta nuestros días. Lo grave es que nuestros engendros tecnocráticos neoliberales, con los medios de comunicación como cajas de resonancia, se obcecan en seguir actuando como androides lacayos del patio trasero. No les parecen suficientes más de 100 mil compatriotas muertos en sólo seis años de alienación presidencial.



More articles by this author

VOCES DEL DIRECTOR México requiere más y mejor política social, con ordenVOCES DEL DIRECTOR México requiere más y mejor política social, con orden
  VOCES DEL DIRECTOR México requiere más y mejor política social, con...
Libertad de Expresión ¡Ahora!Libertad de Expresión ¡Ahora!
  En medio del hondo drama que vive la sociedad mexicana,...
Comentarios (0)Add Comment
Escribir comentario
 
 
corto | largo
 

busy
¿Quién está en línea?
Tenemos 686 invitados conectado(s)
Noticias
273 Suplemento
Banner
454
Banner
453
Banner
452
Banner
451
Banner
450
Banner