OBSERVATORIO 2012-2018 ABRAHAM GARCÍA IBARRA
APOGEO Y CRISIS DE LA DERECHA EN MÉXICO
El hoyo negro del centrismo
Para el ciego, todas las cosas son súbitas
ACUSAMOS RECIBO de una pertinente observación a nuestra anterior entrega: ¿Sólo y únicamente la derecha panista? Es pertinente. Efectivamente, no se trata sólo de la derecha panista, también de la derecha priista y, por supuesto, de la derecha de la izquierda, todas las que, por ensalmo, hacia los ochenta del siglo pasado, codo con codo han marchado al hoyo negro de un acogedor, neutro y rentable Centrismo. Porque cayeron rendidas ante las “evidencias” de que el siglo XX fue el del fin de las ideologías y, más fascinante aún: El fin de la historia. Ya no hay más “geometrías políticas”: Las sustituye El becerro de oro. ¡Viva Fukuyama! En todo caso, en este ejercicio editorial, como recomienda el cirujano: “Vamos por partes”.
¿Efemérides dogmáticas?
Con la licencia del lector de nuestros textos -conste, que nos queda la duda de si aquel lector no es más que un invento en nuestra imaginación-, deseamos iniciar esta entrega con algunas rememoraciones fuera de moda en el santoral que alguna vez llamamos republicano:
Morelos
- En 2013, se cumple el bicentenario del Congreso de Anáhuac, en el que los insurgentes dieron fe de Los sentimientos de la Nación, de Morelos. (Atemperar los polos entre la miseria y la opulencia, el cardinal ahora que se habla de combatir el hambre de los mexicanos.)
- 2013, es el sesquicentenario del descubrimiento del primer pozo petrolero en Tabasco, por el sacerdote Manuel Gil y Suárez.
- En 2013, se cumplen 75 años del decreto de Expropiación Petrolera, firmado por el general Presidente Lázaro Cárdenas del Río, acto fue que valorado por tirios (de Tiro, no “sirios”, según creía Vicente Fox) y troyanos, como la declaración de la Segunda Independencia de México: La económica. La nacionalización del petróleo, marca el acta de nacimiento del Partido Acción Nacional (PAN) en 1939, concebido para revertirla. Algunos de sus fundadores sonsacaron o celebraron la rebelión del general Saturnino Cedillo contra Cárdenas, y luego pretendieron tentar al general Juan Andrew Almazán con la toma de armas, tras su derrota en las elecciones presidenciales de las que surgió Presidente Manuel Ávila Camacho.
- En 2013, se cumplen 50 años de que el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson -suplente del asesinado John F. Kennedy-, homólogo en ese momento del mexicano Adolfo López Mateos, firmó el tratado de El Chamizal, unas cuantas hectáreas que simbolizan, sin embargo, la voluntad de México de defender su soberanía nacional. En fin.
La decena trágica
Pero, en 2013, se cumple el Centenario de la Decena trágica que tuvo como víctima propiciatoria a Francisco I. Madero (y José María Pino Suárez, el vicepresidente de la República), después consagrado aquél como Apóstol de la democracia. Madero fue víctima de la vesania de dos dipsómanos: El embajador de los Estados Unidos, Henry Lane Wilson, y Victoriano El chacal Huerta. Ocho meses antes (3 de junio de 1912), Madero había promulgado el decreto que estableció un impuesto especial del timbre, gravando la producción de petróleo a razón de 20 centavos por tonelada de crudo.
León XIII
El “pero” obedece sólo a que este suceso nos da pie para abrir el tema de hoy. Desde luego, damos el rango debido a las efemérides citadas.
Un dato, de entrada: La XXVI Legislatura federal, validó -como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre cuyos ministros firmaba Demetrio Sodi- la usurpación de Huerta. El Patriota de Atlacomulco, don Isidro Fabela, colegislador entonces y después maestro después de Adolfo López Mateos, condenó la actuación cómplice de la mayoría de los integrantes de aquella legislatura.
Y un antecedente: Si a Madero le sobraban detractores, no eran menos sus enemigos políticos e ideológicos. Entre éstos militaban los del Partido Católico Nacional, padre en línea directa del PAN. Porfirio Díaz le había negado el registro en 1904, pero, con su régimen entrado en agonía, finalmente se lo concedió en 1911, apenas días antes de ser embarcado en el Ypiranga con destino a Paris. Le dejó a Madero una víbora chillando.
Los retortijones de la Iglesia romana
El siglo XIX, fue de retortijones para la Santa Sede. Cuentan los que saben de estas cosas, que los desafíos que planteaba el Socialismo al catolicismo (como religión de salvación), si bien provenían de un marxismo galopante, la preocupación para Roma radicaba básicamente en el surgimiento de la vertiente del Socialismo cristiano. Tres opciones se plantearían los pensadores de El Vaticano: Ante un mundo moderno, negar el cristianismo, integrarse a él (mundo moderno) o proponer un nuevo modelo de Cristiandad.
Madero
La gran cuestión era ésta: El Edicto de Milán (313) había inaugurado la conversión paulatina de la Iglesia católica en organismo de Estado; esto es, su inserción y competencia en y por el poder temporal, proceso que devino Iglesia rica y clerical. Lejos quedaba el principio fundacional como Asamblea de los pobres. En uno de los Congresos de Malinas (en alguna ocasión el jefe nacional del PAN, José Ángel Conchello invocó los códigos de Malinas) Agustín Cochin advertiría que, aliada con los poderosos, la Iglesia católica actuaba hacia los pobres socorriéndolos con un nuevo invento: La limosna. Pero todo esto era, dice Cochin: un precepto cuya práctica serviría para realzar las virtudes de los ricos.
“Yo no veo en el Evangelio que los pobres fueran creados para realzar las virtudes de los ricos; leo que los pobres son los preferidos de Dios, y la imagen misma de Jesucristo (…) todos tenemos que rescatarnos de la pobreza, y ayudar a los otros para que puedan salir de ella”. De lo que se colige que Malinas (Bélgica), pasó de la fama por sus bellos encajes, a la fama de sus nobles productos teopolíticos.
La encíclica Rerum Novarum
Sería hasta finales del siglo (1891), en que el papa León XIII ensayaría una respuesta a aquéllos desafíos, con la concepción y promulgación de la encíclica Rerum Novarum. Ojo: Ésta fue la nota de bautismo, primera comunión y confirmación de una nueva Doctrina Social de la Iglesia.
El chacal.
¡Ojo otra vez!: Se trataba, sin ambiguos pliegues o arrugas, del abordaje de la cuestión social, y -leído el documento pontificio- del reconocimiento del Estado, como ente obligado a velar por el bien común. No sólo el de los poderosos, sino particularmente de los de abajo. Y a “los de abajo” les puso nombre; Proletariado. Los trabajadores, al ser los principales generadores de la riqueza, deben, por el mismo hecho, ser los principales beneficiarios de la producción. ¡Ojo por tercera vez! 1891: Antes que la Revolución mexicana, la Encíclica de León XIII acuñó el precepto: Justicia Social.
La Encíclica no fue un simple llamado a misa. Fue el campanazo que allanó a los católicos la acción política autorizada por su jerarquía, de donde sigue la gestación de la Democracia Cristiana. Hacia 1904, en Europa se emprenden las primeras semanas sociales. Casualmente, es el año en que el Partido Católico Nacional demanda por primera vez a Díaz su registro oficial. Para ese año, el obispo de Tulancingo, José Mora del Río impulsa el aliento a las primeras organizaciones de ese perfil. De ahí p´al real. Vienen no sólo tareas orgánicas, sino iniciativas sociales inimaginables en pleno reinado de Los científicos, aquellos tecnócratas del porfirisimo.
La hipoteca social de la habló Juan Pablo II
Flor de un día: Los del Partido Católico Nacional -padre en línea directa del PAN-, que se enamoraron perdidamente del usurpador Victoriano Huerta (alguno de sus ministros vivió para ver nacer en 1939 la alternativa católica de la Revolución Mexicana), a su caída se vuelven ojo de hormiga, sólo para sacar su enfurecida cabeza de nuevo al promulgarse la Constitución de 1917 que, no por accidente, confía al Estado la misión de la Justicia Social, tal lo prescribiría el papa León XIII. Casi un siglo después, el papa Juan Pablo II vino a decir en México que, sobre toda empresa, grava una hipoteca social. Éste sí fue como un llamado a misa.
De empresa hablamos, y esto nos remite, en automático, a la derecha empresarial. Vale la pena deslindar entre emprendedores verdaderos, y hombres de negocios. Citando al clásico, pueden ser los mismos, “pero diferentes”. Desde el sexenio mexicano 1958-1964, las troneras del poder económico se emplazaron contra Adolfo López Mateos -el que diría que su gobierno era de izquierda, “dentro de la Constitución-: ¿Hacia dónde vamos, señor Presidente?
El patriota López Mateos
El señor Presidente adelantaba el finiquito de la indemnización de las empresas petroleras expropiadas en 1938; repartía tierras, construía presas, y aumentaba salarios a los obreros, mexicanizaba la industria eléctrica, y editaba libros de texto gratuitos, etcétera.
Diez años después, cuando todavía tenían ideólogos, los hombres de negocios constituirían el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Entonces, los hombres del gran capital proclamaban que la persona humana, por su dignidad, valor y destino trascendente, es principio y fin de todas las instituciones económicas y sociales…
Todos somos iguales, pero unos más iguales que otros
(Aunque, para dejar en claro que todos somos iguales, “pero unos más iguales que otros”, Oscar Wilde dixit, acotarían), el hombre tiene derecho natural e inviolable de satisfacer sus necesidades y preservar la libertad y dignidad mediante la propiedad privada y el usos razonable de los bienes materiales. Este derecho comprende igualmente los bienes de producción y los de consumo. Un régimen social justo debe propiciar la máxima difusión de la propiedad (privada), de tal suerte que tengan acceso a ella los sectores sociales menos favorecidos. Esta proposición, que se inspira en el Génesis, no en el Levítico, serviría de inspiración a un partido de la derecha religiosa radical para postular en 1979: No todos proletarios; todos propietarios. ¡Que tal!
Lázaro Cárdenas del Río.
De ello parte otra exigencia. En la Economía mixta, las empresas descentralizadas o de participación estatal que actúen en campos competitivos de la iniciativa privada “no deben gozar de prerrogativas, preferencias o subsidios que las coloquen en condiciones privilegiadas”. (Lo que quiso decir: Esto no va con el bien común.)
Justicia Social, invento de gobiernos totalitarios
En esas andábamos cuando, desde las congeladas montañas de Suiza, donde -en Davos- acaba de reunirse el Foro Económico Mundial, se nos apareció en México el espectro el santo varón Friedrich Von Hayek (Sociedad Montpelerin, convocado por los neocientíficos mexicanos), para decirnos que, en el momento actual, nuestra principal tarea es limitar el poder del gobierno, y para dictarle a Los Pinos:
“Casi siempre que se pide la intervención de un gobierno a favor de terminado grupo, se lo hace en nombre de la ‘justicia social’. Por favor, cuando escriba estas dos palabras, póngalas entre comillas, porque para mi carecen totalmente de sentido, y es una frase demagógica más. Los diversos gobiernos autoritarios y dictatoriales de nuestro tiempo, jamás han dejado de proclamar esta ‘justicia social’. La abolición de la pobreza no se consigue a través de la ‘justicia social’. Sólo aumentando la riqueza generalizada de un país se elimina la pobreza”. ¿Qué quiso decir Von Hayek? ¿Que el papa León XIII era un soberano demagogo?
Von Hayek
Y Los Pinos tomó esa receta a título de fe. Decimos dictado a Los Pinos, porque esas líneas que trascribimos, las editó, no casual ni gratuitamente, precisamente el Consejo Coordinador Empresarial, en diciembre de 1981, apunto de inaugurarse en México el neoliberalismo.
¿De dónde recogió el Consejo Coordinador Empresarial esas palabras de Von Hayek? De una presentación de este Premio Nobel de Economía en el Santiago de Chile, del primate Augusto Pinochet, donde el teólogo del neoliberalismo pontificó: A veces es necesario que en un país haya alguna forma de poder dictatorial. Es posible que un dictador gobierne de manera liberal, como es posible que una democracia gobierne con total falta de liberalismo. Yo personalmente prefiero un dictador liberal y no a un gobierno democrático que gobierne carente de liberalismo. No, pues si.
Cuando le preguntaron a Von Hayek: ¿Usted cree en Dios? Respondió: Nunca supe el significado de la palabra Dios (…) no le puedo decir ni que creo, ni que no creo en su existencia. Cómo, entonces, preguntamos ahora nosotros, precisamente en aquellos días, el papa Juan Pablo II trianguló en el lanzamiento de la Revolución conservadora, proclamada por la dupla Margaret Thatcher y Ronald Reagan como llamado a zafarrancho para desencadenar el neoliberalismo. ¿Sólo para encontrar aliados contra los alebrestados obispos católicos latinoamericanos que postulaban la Teología de la Liberación, satanizada por Washington como marxismo recalentado?
El otro cómo que desafía la “lógica” religiosas del PAN
La conferencia de Von Hayek en Chile fue en abril de 1981. Al mes siguiente, la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial fue asumida por Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, quien provenía de la Confederación Patronal de la República Mexicana, y ser hizo cargo también de la dirección de la Unión Social de Empresarios Mexicanos El texto de Von Hayek fue divulgado por el Consejo en diciembre de 1981. Clouthier del Rincón presidió antes el Movimiento Familiar Cristiano en Sinaloa. ¿Cómo un cristiano se adhería a la doctrina económica socialmente depredadora de un personaje que tenía dudas sobre la existencia de Dios, y era vehemente exegeta de las dictaduras uniformadas que entonces merodeaban en el Cono Sur, implantando fronteras ideológicas y proclamando la “democracia” sin adjetivos.
José María Basagoiti
Clouthier del Rincón fue, siete años después, candidato presidencial del PAN. Denunció el fraude electoral que permitió el asalto a Los Pinos por Carlos Salinas de Gortari, y creó lo que se denominó un gabinete en la sombra, del que aceptaron formar parte los panistas Diego Fernández de Cevallos (en 1994 candidato presidencial vacilante a la presidencia de México), Vicente Fox Quesada (candidato presidencial triunfante en 2000, ahora renegado del PAN), Felipe Bravo Mena, Carlos Castillo Peraza, Jesús González Schmal, Francisco Villarreal Torres, Rogelio Sada Zambrano, María Elena Álvarez Bernal y Moisés Canale Rodríguez.
Clohutier del Rincón presidió ese gabinete alternativo hasta el 1 de octubre de 1989 en que murió misteriosamente en un carreterazo. Cuando candidato a la gobernación de Sinaloa, el robusto empresario sinaloense solía decir: Desde arriba hacen milagros.
Pelean los compadres: Salen las verdades
En 1982, se hizo cargo de la dirigencia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), un compañero de andanzas de Clouthier del Rincón en la campaña México en la libertad, originada en protesta por la expropiación bancaria en septiembre de aquel año, José María Basagoiti, línea Opus Dei (Obra de Dios).
Hacia 2004, Basagoiti declaró públicamente que la Coparmex era la única asociación libre y genérica que representa al sector privado, mientras que el Consejo Coordinador Empresarial es un órgano manipulado, un instrumento del Estado, que permite que algunos personajes importantes del empresariado tengan interlocución directa con el Presidente de la República…
Esa denuncia ya había sido esgrimida por otra corriente de medianos y pequeños empresarios, principalmente de la rama industrial; esto es, del sector productivo, que desertaron de los organismos cúpula de los hombres de negocios. De ahí derivó la convicción de que estos plutócratas amenazaban con dar golpes de Estado, para dar golpes de bolsa. De lo que siguió la institución de la economía criminal, marca de la casa del neoliberalismo tecnoburocrático.
Las consecuencias de la concupiscencia
Entre los 14 puntos que comprenden los Principios de Doctrina del PAN, aprobados en 1939, uno sostiene: “La creación y administración de un orden dinámico que jerarquice justamente las diversas funciones y los distintos intereses que existen dentro de la vida social, no es patrimonio de un hombre o de un grupo social determinado. A la creación y administración de ese orden dinámico deben concurrir la inteligencia y la voluntad de las personas que conviven dentro del Estado. Cumplir ese deber político es necesidad imperiosa y urgente, cuya omisión acarrea envilecimiento de la vida social”.
Medita profundamente sobre su suerte.
Don Luis Calderón Vega anotó esta acotación: “Hacer, pues, esa política permanente de hombres libres, normar la acción política por la Ética y el Derecho, para superar la corrupción política y la trágica abstención ciudadana, es lo que el PAN llamó ‘la técnica de salvación’: La opción moral, contradictoria del falso realismo, de la opción mecánica a la que arrastran las concupiscencias”. Don Luis -Amigo de Platón, pero más amigo de la verdad- fue padre de Felipe Calderón Hinojosa, el ahora becario de la Universidad de Harvard. Los genes suelen desbalagarse.
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