A FUEGO LENTO ENRIQUE PASTOR CRUZ CARRANZA (Exclusivo para Voces del Periodista)
Cadenas y mordazas de sangre
NO PUEDO DEJAR DE SENTIR una profunda emoción cada año que asisto a la premiación del Certamen Nacional de Periodismo que reúne y hace compartir experiencias del ejercicio de la profesión, a tantos colegas mexicanos y delegaciones internacionales; evento que en cada convocatoria rompe record de participación en cantidad y calidad.
Perla Xóchitl Orozco, Mario Méndez Acosta, Abraham García Ibarra, general Martín Terrones Calvario, director general de Comunicación Social de SEDENA y Enrique Pastor Cruz Carranza.
EL 13 DE MARZO, el Club de Periodistas de México congregó a la comunidad periodística para la entrega de 47 premios, partiendo de una participación total de siete mil 992 magníficos trabajos, que significó un esfuerzo colosal de análisis, selección y estudio del Jurado Calificador, coordinado por nuestro director general Mouris Salloum George.
Al margen de compartir este sublime encuentro donde se combina un sentimiento de convivencia y empatía dentro de la pluralidad, es marcado el dolor de ver que no cesan crímenes, acosos, secuestros exilios y persecuciones aún fuera de nuestras fronteras, como es el caso de Ana Lilia Pérez, perseguida hasta Alemania por el poderoso diputado federal panista y empresario del tráfico de influencias dentro de la paraestatal Pemex, Juan Bueno Torio.
El pecado de Ana Lilia es firmar dos obras debidamente documentadas: Camisas Azules Manos Negras y El Cartel Negro , que en alguna ocasión fueron citadas en la tribuna de San Lázaro por el entonces diputado federal mexiquense Alfonso Navarrete Prida, como compendio de los abusos y tráfico de influencias de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, pero hoy a nadie pareciera interesar el riesgo que corre la valiente colega.
Ana Lilia Pérez ha tenido que exiliarse en Alemania, hasta donde la persigue el diputado panista Bueno Torio.
Increíble que, de acuerdo con el último corte de cifras de la organización Articulo19, las agresiones a los periodistas vayan en incremento a razón de 20.34 por ciento, según balance de 2012 respecto del 2011, y sobresalen como responsables agentes del Estado, superando a los denominados grupos de la delincuencia organizada de Veracruz, como lo cuenta Claudia Solera, de Excélsior. Esa entidad ocupa el primer lugar nada honroso, al haberse teñido de sangre de nuestros colegas, pues de los siete asesinatos consignados por Artículo19, cinco ocurrieron en territorio veracruzano.
Tenemos que rendir tributo a estos compañeros caídos en su misión, como evidencia de que muchos seguimos corriendo riesgos. El criminal fenómeno subyace a pesar de la patética letanía de “llegar a fondo caiga quien caiga, y tope donde tenga que topar”, mientras las transgresiones sirven de pretexto para la creación de comisiones, fiscalías, visitadurías o subprocuradurías, buenas para justificar gasto de presupuestos y colocar a funcionarios y “representantes” bien pagados.
Condensan la estadística que da a conocer la ONG citada: 43.9 por ciento de las agresiones contra reporteros; 27.5 por ciento contra periodistas audiovisuales. El 13 por ciento contra los medios y el 7.2 por ciento contra directivos. En el listado aparecen Regina Martínez Pérez, de la revista Proceso; Guillermo Luna Varela, de Veracruz News; Gabriel Huge Córdova (Notiver); Esteban Rodríguez Rodríguez (AZ) y Víctor Manuel Báez Chino, todos de Veracruz.
Javier Luis Garza, enfrenta con valentía los ataques a El Siglo de Torreón.
Cómo no valorar las palabras que, con profundo sentido de responsabilidad, pronunció Mario Méndez Acosta, presidente del Club de Periodistas de México, quien expresó que las denuncias de esas conductas se quedan sin respuesta y se avala una guerra abierta en contra de diarios, periódicos locales, revistas, servicios informativos de radio y televisión, que son ametrallados y diezmados por parte de la delincuencia organizada.
De su lado, nuestra secretaria general Celeste Sáenz de Miera demandó pasar de las buenas intenciones, ya agotadas, a resultados tangibles. Es hora, exigió, de que se termine esta conducta que atenta contra la Libertad de Expresión en un país que aspira construir nuevos espacios de dignidad y democracia; donde las ideas y puntos de vista sean discutidos con compromiso, y las diferencias respetadas en el marco de los Derechos Humanos y las leyes que de nuestra Constitución emanan.
¿Cómo no preocuparse de la integridad física del compañero Uriel Rosas, delegado presidente del Club en Veracruz, y su ejemplar familia, cuando en su entidad no se respiran mínimos aires de seguridad y de respeto a la vida del comunicador? ¿Cómo no indignarnos de ver en Coahuila -donde don Venustiano Carranza convocó contra la usurpación de 1913- atentados contra El Siglo de Torreón, en los que son víctimas de secuestro cinco trabajadores. Los embates, sin embargo, no amedrentan a su director don Javier Luis Garza, quien no se arredra y con dignidad continúa su peligrosa tarea.
Cómo no entender el mensaje Sáenz de Miera, cuando aún se vive el dolor en la familia de nuestro compañero Armando Rodríguez Carrión, de El Diario de Juárez, que el 13 de noviembre del 2008 fuera asesinado cuando llevaba a su pequeña hija a su escuela, y tenemos en el escenario a Anabel Hernández, que ha dado muestras de su profundo compromiso con su trabajo de investigación, ahora víctima de amenazas mortales directas de parte de Genaro García Luna, poderoso hombre fuerte del sexenio de Felipe Calderón, quien junto con Juan Camilo Mouriño Terrazo, es señalado en el libro Los complices del presidente como responsable de monstruosas fechorías y permanece arropado por la de la impunidad. A Anabel le fue retirada la custodia de seguridad, dejándola en completo estado de indefensión. ¿Estará informado al respecto el Presidente de Enrique Peña Nieto?
Dentro de esta vorágine de sentimientos encontrados, de alegría y satisfacción entre periodistas que hablamos el mismo idioma de tolerancia y respeto a todas las ideas, que califican y premian el trabajo de otros periodistas, sin tintes políticos, ni dadivas o consignas de ninguna índole, y el dolor de saber que quizás el año próximo estemos lamentando más casos vergonzosos, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera dio fe de su compromiso de brindar seguridad y un clima de garantías a la Libertad de Expresión.
Quizás lo más cómodo y seguro sería aprovechar ese entorno capitalino, pero aún con todos los riesgos, no debemos abandonar la trinchera de nuestro trabajo en los estados, no importa que 99 por ciento de los atentados, secuestros, agresiones, amenazas, levantones y asesinatos, sin que se encuentre y castigue a los autores materiales e intelectuales, ocurran en las entidades donde los gobernadores se sienten señores feudales y solamente quieren lisonjas, adulación y apología a sus desmanes de insolente decadencia.
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