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Edición 306 | ||||
Escrito por Héctor Chavarría | ||||
Viernes, 21 de Junio de 2013 23:31 | ||||
La
“misericordia”islámica (o, de cómo España y Pakistán, quieren asesinar a un artista) HÉCTOR CHAVARRÍA
“En el nombre de Dios, el compasivo, el
misericordioso...” (Invocación al principio de todos los suras coránicos, excepto el IX).
“Porque quien salva una vida
CINCO VECES AL DÍA, de acuerdo al ritual musulmán, los fieles son llamados a la oración y esta convocatoria siempre comienza con la cita sobre la misericordia de Dios: Bismillahi’rrahmani’rrahim... en el nombre de... etcétera.
Mientras eso ocurre de boca para
afuera en el completo ámbito del Islam, en el mundo que no comulga con sus
ideas -con todo el derecho que da Obra dudosamente atribuida al propio Mahoma (que según se dice era analfabeta), cuyo título puede traducirse como “la lectura”, “la recitación”, etcétera. El árabe, como el japonés y el hebreo, es un idioma rico en significados. Como suele ocurrir con estas posturas fundamentalistas, se deben a las muchas interpretaciones personales dadas a un texto bastante oscuro que puede ser “entendido” desde diversos ángulos y, cuando las “traducciones” individuales de algún “estudioso”, (obviamente religioso), interfieren con los juicios imparciales... el resultado suele ser sangriento, como muestra la historia mundial. Imran Firasat, artista, crítico; víctima Imran Firasat
nació en Pakistán y fue educado como musulmán. Viajó a Europa y terminó
afincándose en España, donde estudió cine y diseño gráfico, desencantado del
culto islámico que a su libre juicio y viviendo en una democracia, ahora le
parecía muy injusto; también
renunció al Islam, se convirtió al cristianismo y solicitó asilo en aquel país.
Las autoridades ibéricas le concedieron la protección y le dieron carácter de
residente, con todos los derechos que esto concede... así él pudo seguir
estudiando, trabajando y supuestamente ejerciendo su derecho a Todo iba bien y en paz para el artista paquistaní, hasta que inició una crítica en serio de la religión islámica fundamentalista; según sus propias palabras porque es necesario denunciar los crímenes del terrorismo, los radicales que no aceptan que se critique su interpretación de la doctrina del profeta catalogaron a Imran Firasat de renegado, blasfemo y apóstata... aún más rápido que a Salman Rushdie, lo condenaron a muerte en su país. Dada la distancia y su carácter de refugiado el joven artista parecía estar a salvo, hasta que el nuevo gobierno español tomó cartas en el asunto... El ministerio del Interior calificó a Imran Firasat como un peligro para la seguridad nacional de España. Le retiró de inmediato su tarjeta de residente, su permiso de trabajo y por lo tanto perdió su calidad de refugiado... Como un ilegal en el país que le había dado asilo Imran Firasat puede ser detenido por las autoridades y, deportado de inmediato a Pakistán. Eso equivale a una sentencia de muerte para el artista quien ya ha sido condenado a la pena capital por los radicales islamistas. Pero, ¿qué les pasa a los españoles? Al parecer el gobierno español está muerto de miedo ante la amenaza del terrorismo y listo para hacer lo que los terroristas deseen... Luego de despojarlo de su asilo,
las autoridades españolas le dieron a Imran Firasat un mes para presentar un
recurso de apelación, pero mientras lo hacía fue despojado de sus documentos y
convertido de inmediato en un
indocumentado ilegal que puede ser deportado... al parecer esto buscaba
dejar contentos a los musulmanes radicales; la persecución inicial no parecía
suficiente. Como si hubiera prisa por deportar al artista sin siquiera esperar
el tiempo reglamentario para la sentencia de Y nuevamente surge la pregunta; ¿qué les pasa a los españoles? El propio Imran Firasat declara: “Esto
que me está pasando es a causa de mis críticas al Islam. Mi situación legal en
España no fue revocada por haber cometido un delito sancionado por la
legislación española; soy perseguido por mi oposición al Islam. Parece ser que
expresar nuestra opinión sobre el Islam en Occidente ha sido declarado como un
crimen oficial.” La siguiente pregunta obligada
ante esta situación es; ¿dónde quedó ¿El
temor frenará al terrorismo? Es un hecho que las actitudes temerosas de los países occidentales no van a calmar la furia de los asesinos fundamentalistas quienes han equiparado a su profeta con su deidad en una particular interpretación dada a las masas ignorantes e intolerantes. “Amigos estoy triste: ¿dónde quedó mi derecho a la libertad de expresión? ¿Por qué en vez de estar protegido soy perseguido por las autoridades españolas? ¿Es un crimen ahora decir la verdad sobre las atrocidades del Islam? ¿Voy a morir a causa de mis opiniones expresadas libremente? Si soy deportado, luego no habrá quien se atreva a luchar de manera pública contra la ideología violenta del islamismo y, esa es una manera de someterse con mansedumbre al Islam.”(Imran Firasat).
Esta sección del Islam carece de sentido del humor, no soporta la crítica, es fanático y predispuesto al asesinato, consideran un deber sagrado matar a los infieles y desea ser muerto a su vez al grito de “dios es grande” para así ingresar al paraíso (reservado a los hombres porque las mujeres no son humanas según ellos), consideran un deber sagrado imponer su superstición y su ignorancia. Esos fanáticos no van a detenerse por el temor de sus antagonistas, como no se detuvieron los nazis por la actitud timorata de franceses e ingleses quienes esgrimían la necesidad de la tolerancia para arreglar la paz... Adolf Hitler habría contestado desde el Mein Kampf: “La tolerancia es el refugio del hombre sin convicciones.” Hoy Adolf está muerto, también Mahoma; los neonazis son unos payasos lastimeros, pero los islamistas que han “endiosado” a su profeta siguen intentando imponer las absurdas ideas de un camellero epiléptico y un monje cristiano nestoriano refugiado, el cual si sabía escribir... Cuando se reprime con asesinatos More articles by this author
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