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Edición 307 | ||||
Escrito por Héctor Tenorio | ||||
Jueves, 18 de Julio de 2013 16:31 | ||||
Brasil: Balón
con pólvora HÉCTOR TENORIO
LAS PROTESTAS EN BRASIL son un mensaje para todos los gobiernos latinoamericanos: El pueblo quiere ser escuchado. Sin embargo, la clase política permanece atónita al comprobar la distancia que la separa de la realidad. La velocidad de las manifestaciones es reflejo del uso de las redes sociales. LA MAYORÍA DE LOS INCONFORMES son estudiantes de secundaria y de universidades, jóvenes entre 16 y 25 años que crecieron bajo las promesas del Partido del Trabajo (PT), y que carecen de cualquier referente de la dictadura militar. Detrás del fenómeno en Brasil está la inflación. Sao Paulo o Río se volvieron lugares con costos de vida muy elevados. Paradójicamente debido al progreso social y económico que vivieron en la última década. Se dio un aumento de la inflación (6.5 por ciento anualizada en mayo, el techo de la meta del gobierno) y como consecuencia un endeudamiento de la gente, la familia brasileña está destinando hoy 22 por ciento de su renta para pagar deudas. Es un índice muy alto; asimismo hubo un aumento de 13 por ciento en los precios de alimentos en un año. La otra cara de la moneda es el magro crecimiento del producto interno bruto (PIB). En ese entorno adverso, el gobierno de Dilma Rousseff se esfuerza en revertir el debilitamiento del real frente al dólar. En este contexto,
las marchas comenzaron en Sao Paulo,
exclusivamente contra el alza del costo de los pasajes, la exigencia inicial
fue alcanzada. El problema no paro ahí y se extendió a otras ciudades con diferentes reivindicaciones, tales como
mayores inversiones en salud y en educación, y críticas contra la corrupción y
los elevados gastos de la administración en la organización de En este sentido Jerome Valcke quien es secretario general
de Al respecto Romario, ex delantero de la selección
brasileña, no se equivoca al
señalar que al
parecer quien gobierna Brasil es A como van las cosas el mundial del 2014, podría
celebrarse sin la presencia de Antes de la revuelta callejera en Brasil, los sondeos para la elección presidencial del próximo año le daban una cómoda ventaja a Dilma Rousseff: un 57 por ciento. Ahora, en plena refriega, una encuesta entre los manifestantes en Sao Paulo le da un 10 por ciento. Esta caída en la
popularidad de Resulta lógico que Dilma Rousseff este contra la pared, ante
tal situación ha dialogado con Movimiento Pase Libre (MPL), El gobierno prepara un plan nacional de mejora a los servicios públicos que incluye, un programa de transporte público urbano, la inversión de 100 por ciento de los recursos petroleros en la educación, el fortalecimiento de los recursos para la salud, y especialmente la contratación de médicos para atender las zonas del país más alejadas. Además, se ha reunido con 27 gobernadores y 26 prefectos de las capitales, a los que les propuso un plebiscito popular con la idea de convocar a una Asamblea Constituyente donde no participarían los actuales legisladores y así plasmar una reforma política, la cual es una de las tantas exigencias de las multitudinarias manifestaciones. No obstante, la oposición en el Congreso la rechaza con
el argumento de que la convocatoria al plebiscito es competencia de los legisladores. Sin bien las protestas han perdido impacto desde el jueves 20 de junio cuando cerca de 1.2 millones de personas se movilizaron en un centenar de ciudades. Esto se debe a la ausencia de demandas claras, a pesar de que el 75 por ciento de la población las apoyo. El gobierno se encuentra sentado en un polvorín en forma de balón. More articles by this author
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