![]() |
Edición 310 | ||||
Escrito por Enrique Pastor Cruz Carranza | ||||
Jueves, 10 de Octubre de 2013 11:42 | ||||
Megatragedia y megacorrupción
NO PODÍA SER DIFERENTE: Simplemente se habían postergado los impactos devastadores, no solamente de los denominados “efectos del cambio climático”, sino también de la galopante corrupción que lo pone su marca a la construcción de fraccionamientos, unidades habitacionales, caminos, carreteras y mucha obra gubernamental más, en numerosos casos sólo para mantener cautiva la clientela electoral. Para que se constituya una denominada “tormenta perfecta” se requiere de la conjunción de varios factores completamente predecibles y con crudos antecedentes que han dejado huella imborrable en las comunidades afectadas, pero que se continúan repitiendo con dantesca efectividad.
Solamente como ejemplo recordaremos las inundaciones y hechos trágicos en los estados de Tabasco, Chiapas , Veracruz, Campeche y Tamaulipas cada temporada de ciclones y frentes fríos, como también los estados de Oaxaca, Puebla y hoy Guerrero, Michoacán y Sinaloa entre los nuevos invitados a la fiesta “del nunca jamás”. Rescatemos parte de la cronología que antecede el espectáculo triste, criminal, desolador y muestra de completa ineficiencia e insensibilidad de los tres niveles de gobierno, pero espacialmente de la Secretaria de Gobernación que, sin explicación convincente, se pretende deslindar con mostrar que se emitieron los 214 boletines y que el 12 de septiembre previo al impacto fulminante de las dos tormentas se notifico a las entidades y municipios y se activó el sistema de alarmas con posible conexión vía redes hasta donde se encontraban colaboradores del secretario Osorio Chong. El Director del Fondo Nacional contra Desastres Naturales (Fonden), José María Tapia Franco se “disipaba” en Las Vegas. Con su típica actitud oportunista, algunos corporativos mediáticos como Televisa, sin rubor, se atreven a disfrazar a sus marionetas para escenificar montajes de rescates con uso facciosos de equipos logísticos del gobierno del Estado de México, y con frenética reacción distractora pretender montar un falso debate con delincuente peruana. El libreto es el mismo. La trama solamente cambia de proscenio y los nuevos actores están en las pomposas dependencias exhibiendo lo equivalente de siempre: mediocridad, cinismo y su impunidad.
De la misma manera que hoy los afectados por los meteoros Manuel e Ingrid nunca podrán olvidar su tragedia ni divisar salida del otro lado, en Tabasco y Chiapas las víctimas de las inundaciones del 2007, que marcaron el inicio de interminables acciones fallidas de gobierno, no han visto aún castigo a funcionarios ni sanciones a las empresas responsables, por comisión o negligencia, de crímenes de lesa sociedad. Ahí está, como monumento a la impudicia, el tristemente célebre saqueador Andrés Granier Melo. De aquel 31 de octubre/07, los tabasqueños no olvidan cómo la inundación alcanzó el 80 por ciento del territorio estatal como consecuencia de las lluvias y los escurrimientos que desde Guatemala y Chiapas les llegaron a cambiar la vida con los desbordamientos del río Grijalba y el Usumacinta que, al alcanzar a su desembocadura, encontraron enorme azolve que se combinó con de la marea alta para redondear la tragedia. Antes, el 23 de octubre, el desbordamiento del Grijalva había ocasionado inundaciones en Centla. Los siguientes días fueron de completa demostración de negligencia y reparto de culpas entre los colaboradores de Felipe Calderón Hinojosa y el de la SEGOB Francisco Ramírez Acuña, recompensado con la embajador en España.
Las crónicas posteriores dan fe de promesas para hacer realidad el denominado Plan Hídrico de Tabasco, promesa que se sigue escuchando cual letanía, después de las inundaciones y las costaleras de arena en las que se “gastaron” más de 600 millones de pesos a fondo perdido; pero “perdido” en algunas cuentas privadas de los involucrados. Para tener una idea del asunto, se rescata un artículo del maestro Iván Restrepo, quien en febrero del 2000 escribió en La Jornada que el desarrollo de Tabasco se realizó a costa de la destrucción de los ecosistemas y los recursos naturales de la entidad. Nos dice también que el sistema de regulación hidráulico de la ciudad de Villahermosa había sido sustituido por centros comerciales e infraestructuras y fraccionamientos urbanos. Cabe destacar la compilación de hechos en la que, en 2007, un estudio de la Universidad Autónoma de México (UNAM) advierte que las costas del Golfo de México serian especialmente sensibles ante los efectos del cambio climático en marcha, con un aumento de 2° C en la temperatura global del planeta. Entre los puntos señalados en este estudio se encuentra el Complejo Deltaico Grijalva-Usumacinta-Mezcalapa. Todo parece quedar en que a nuestros gobernantes no les gusta leer reportes que no signifiquen “negocio”. Después de esta inundación el gobierno de Tabasco calcularía en 50 mil millones de pesos los costos de la catástrofe. La Asociación Mexicana de Instituciones Seguros estimaría su afectación en más de siete mil 500 millones de pesos a pagar por las inundaciones. Ahora, el Presidente Enrique Peña Nieto ha instruido iniciar las investigaciones pertinentes para saber quiénes fueron los servidores públicos y empresarios coludidos que generaron tantos daños, no solamente en Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Tamaulipas, sino en todo el país, para ubicar a los criminales que se aprovechan de sus tráficos de influencias. Pero los antecedentes no dan para tanta candidez.
El 15 de noviembre de 2007 Andrés Manuel López Obrador presentó una demanda penal en la PGR por la tragedia de Tabasco, señalando como presuntos responsables a Felipe Calderón Hinojosa, a los ex presidentes Vicente Fox Quesada, Ernesto Zedillo Ponce de León y Carlos Salinas de Gortari; a los secretarios de Energía Georgina Kessel, y de Medio Ambiente, Juan Elvira Quesada; a los directores de la CFE y la CONAGUA Alfredo Elías Ayub y José Luis Luege Tamargo, respectivamente, iniciándose la Averiguación Previa PGR/UDICSTDAJ/92/07. Hasta la fecha, no se terminan las “indagatorias”. P.D.) No olvidar, antes del viaje próximo de placer a Las Vegas u otro destino, que ya estamos en tiempos de Frentes Fríos. More articles by this author
|