Erdogan, “sultán”, dictador de Turquía
y patrocinador del terrorismo internacional.
Introducción
Con el fin de superar la masiva oposición pública de Estados Unidos y el mundo a las nuevas guerras en el Medio Oriente, Obama se basó en las horribles emisiones de Internet del sacrificio por decapitación de dos rehenes estadounidenses por parte de ISIS, los periodistas James Foley y Steve Sotloff. Estos brutales asesinatos fueron el instrumento principal de propaganda de Obama para establecer una nueva agenda de guerra en Oriente Medio; su propia bonanza casus belli! Esto explica las amenazas de persecución penal de la Administración estadounidense en contra de las familias de Foley y Stoloff, cuando trataban de rescatar a sus hijos cautivos de ISIS.
Con los medios de comunicación estadounidenses que muestran repetidamente las cabezas cortadas de estos dos hombres indefensos, la indignación pública y la repugnancia se despertaron con un llamado a la participación militar para detener el terror. Los líderes políticos de Estados Unidos y de la UE presentaron las decapitaciones de rehenes occidentales por el llamado Estado Islámico (ISIS) como una amenaza directa y mortal para la seguridad de los civiles en los EE.UU y Europa. La imaginería evocada era de terroristas sin rostro vestidos de negro, armados hasta los dientes, invadiendo Europa y los EE.UU y la brutal ejecución, de las familias inocentes y como ellos pedían rescate y misericordia.
El problema con esta estratagema de propaganda no es la maldad y crímenes brutales ejecutados por ISIS, pero si el hecho de que el más cercano aliado de Obama en su séptima guerra en seis años, es Arabia Saudita, un reino repugnante que decapita rutinariamente a los prisioneros en público sin ningún proceso judicial reconocible para los estándares civilizados; a menos que ahora ser torturados para obtener "confesiones" sea una norma occidental. Durante agosto de 2014, cuando ISIS decapitó a dos cautivos estadounidenses, Riyadh había decapitado a catorce prisioneros. Desde el comienzo del año la monarquía saudí ha decapitado a más de 46 presos y cortado los brazos y las extremidades de muchos más. Durante la reciente visita de Obama y Kerry a Arabia Saudita, horrendas decapitaciones fueron exhibidas en público. Estas atrocidades no atenuaron la brillante sonrisa en la cara de Barak Obama, mientras paseaba con sus geniales verdugos reales saudíes, en marcado contraste con el semblante serio y enojado del presidente de Estados Unidos, al presentar el asesinato ISIS de dos estadounidenses el cual le sirvió como pretexto para bombardear Siria.
Los medios de comunicación occidentales guardan silencio frente a la práctica común de decapitación pública en el Reino de Arabia Saudita. Ni uno entre las principales corporaciones de noticias, la BBC, el Financial Times, el New York Times, el Washington Post, NBC, CBS y NPR, han puesto en duda la autoridad moral de un presidente de Estados Unidos que se dedica a la condena selectiva de ISIS, ignorando el usual decapitar de saudíes y las amputaciones ejecutadas como castigo en ese reino medieval.
La decapitación y desmembramiento por Dagger y Drones
Los videos de ISIS en Internet muestran demacrados prisioneros occidentales con traje naranja y las cabezas rapadas han provocado la consternación generalizada y el miedo. Se nos ha dicho repetidamente: “¡ISIS viene a por nosotros!” Pero Isis es abiertamente público sobre sus actos criminales contra rehenes indefensos. No podemos decir lo mismo de las decapitaciones y desmembramientos de los cientos de víctimas de ataques con aviones no tripulados estadounidenses.Cuando un avión no tripulado dispara sus misiles en un hogar, una escuela, banquete de boda o a un vehículo, los cuerpos de las personas que ahí se encuentran son desmembrados, macerados, decapitados y quemados más allá del reconocimiento y todo esto por control remoto. La carnicería no está grabada en vídeo o si lo está se muestra para el consumo masivo del alto comando de Obama. De hecho, las muertes de civiles, si incluso llegaran a reconocerse se les calificaría como “daños colaterales”; esos restos vaporizados o desperdigados de hombres, mujeres y niños han sido descritos por las tropas estadounidenses como “espuma rosa”.
Si la decapitación brutal y desmembramiento de civiles inocentes es un crimen capital que debe ser castigado, como creo que lo es, entonces ambos ISIS y el régimen de Obama con sus líderes aliados deberían hacer frente a los crímenes de guerra un tribunal popular en los países donde ocurrieron los crímenes.
Hay buenas razones para ver la estrecha relación de Washington con los decapitadores reales saudíes, como parte de una alianza mucho más amplia con la brutalidad terrorista.
Cárteles ISIS / FULUS
Durante décadas, las agencias y bancos de drogas de Estados Unidos han trabajado de cerca con los criminales cárteles de la droga en México, mientras que restan importancia a su práctica notoria de decapitar, desmembrar y mostrar a sus víctimas, ya sean civiles locales, periodistas valientes; la policía captura a los inmigrantes que huyen del terror de la América Central. Los notorios Zetas y los Caballeros Templarios han penetrado en los más altos niveles de los gobiernos federales y locales mexicanos, convirtiendo los funcionarios y las instituciones del Estado en clientes sumisos y obedientes.
Más de 100 mil mexicanos han perdido la vida a causa de este “Estado dentro del Estado”, un "ISIS" en México sólo al “sur de la frontera”. Y al igual que ISIS en el Medio Oriente, los carteles obtienen sus armas de los EE.UU. importadas al otro lado de la frontera de Texas y Arizona. A pesar de este terror espantoso en el flanco sur de Estados Unidos, los principales bancos del país, incluyendo Bank of America, Citibank, Wells Fargo y muchos otros han blanqueado miles de millones de dólares en ganancias de la droga para los cárteles. Por ejemplo, el descubrimiento de 49 cuerpos decapitados en una masa sangrienta, en mayo de 2014 no hará pedir a Washington una coalición mundial para bombardear México, así como no se movió un dedo para detener a los banqueros de Wall Street lavadores del sangriento botín de los decapitadores del crimen organizado.
Conclusión
La presentación histérica y muy selectiva de Obama de los crímenes de ISIS constituye el pretexto para lanzar otra guerra contra un país predominantemente musulmán; Siria, mientras tanto protege a su aliado cercano, Arabia Saudita el real decapitador, de la indignación pública en USA. Los crímenes de ISIS se han convertido en una excusa para lanzar una campaña de “decapitación masiva por drones y bombarderos”. La campaña de propaganda de masas, acerca de un crimen contra la humanidad se convierte así en la base para perpetrar aún peores crímenes contra la humanidad. Muchos cientos de civiles inocentes en Siria e Irak serán desmembrados por bombas “anti-terroristas” desatadas por otra “coalición” de Obama.
El salvajismo localizado de ISIS se multiplicará, amplificará y se transmitirá por la “coalición de los dispuestos” dirigidos por Estados Unidos. El terror de degolladores encapuchados en el terreno, será respondido y ampliado por sus homólogos sin rostro en el aire, mientras delicadamente ocultando las cabezas que ruedan por las plazas públicas de Riyadh o los cuerpos decapitados que aparecen a lo largo de las carreteras de México... y sobre todo haciendo caso omiso de las víctimas ocultas de los Estados Unidos-Arabia Saudita, en su agresión a las ciudades y pueblos de Siria.
Los yihadistas asesinan niños sirios (Otra vez)
Dos coches bomba explotaron en la ciudad de Homs en Siria central, el miércoles primero de octubre cerca de una escuela. Hubo por lo menos 48 personas muertas, entre ellas 41 niños.
Las explosiones tuvieron lugar cuando los niños abandonaban la escuela al final de las clases en un barrio dominado por minorías alauitas, una secta chiíta, rama a la que el presidente Bashar al-Assad pertenece.
La primera explosión fue de un coche bomba y fue detonada en el frente de la escuela primaria Ekrimah, seguida minutos después por un atacante suicida que conducía un segundo vehículo el cual detonó, según reportó la televisión del estatal.
Este fue el ataque más mortal para golpear la zona controlada por el gobierno en más de un año.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de seguimiento con sede en Gran Bretaña, dijo que la cifra de muertos podría aumentar a medida que las partes de los cuerpos todavía estaban siendo recogidos de la escena y varios de los heridos estaban en estado grave. Imágenes de la secuela del ataque muestra a los padres gritando y buscando a sus hijos en medio de mochilas dispersas y sangre en el suelo mientras un coche se quemaba cerca del lugar. En otro clip, un hombre tira el cuerpo sin vida de una joven en un vestido rojo cubierto de polvo de los escombros, mientras la sangre corre sobre su cara.
Ningún grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad de inmediato
Homs fue apodada “la capital de la guerra terrorista” contra Assad. La mayor parte de la ciudad, incluyendo las ruinas fuera del casco antiguo, ha vuelto al control del régimen después de dos años de bombardeo y asedio. Desde que volvieron a capturar la ciudad, las fuerzas sirias han luchado para asegurarlo. El distrito ha sido blanco de más de un atentado antes, incluyendo el ataque del 19 de junio, cuando al menos seis personas murieron en otro atentado con coche bomba.
“Homs es una ciudad que está bajo el control total del régimen que ganó la batalla allí hace meses y sin embargo usted todavía encuentra que las comunidades a favor del régimen son vulnerables a los espectaculares ataques terroristas”, dijo Aboud Dandachi, un trabajador de Homs quien habló a través de Skype, desde Estambul. “El problema es que muchos de los puestos de control en los alrededores de la ciudad están controlados por” Shabiha “milicias denominadas progubernamentales algunos de los cuales son sobornados fácilmente.
Homs, una ciudad estratégica en el centro de Siria cerca de la frontera con el Líbano, ha sido vital para el gobierno y para los rebeldes desde el inicio de las acciones terroristas que estallaron en 2011. La ciudad sirvió por años como una especie de capital administrativa, así como un centro a través del cual las carreteras que atraviesan Siria se entrelazan. Para el régimen, el control de Homs es una cuestión de vida o muerte, dijo Dandachi. “Es la puerta de entrada a las ciudades de todo el país, la vena yugular de Siria”.
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