Miércoles, 29 de Octubre de 2014 09:14 | 
Author: Héctor Chavarría | 
| Edición 326 |
En días pasados (el domingo 31 de agosto de 2014), el periódico MILENIO publicó un artículo titulado “Huir hacia tierras mexicanas, una esperanza en Siria” en él se narra la huida de un sirio llamado Said Taleb hasta alcanzar refugio junto con su familia en México (vía Líbano y Brasil), donde radica su hermano dedicado al comercio… hasta ahí sería una de tantas historias sobre el escape de una guerra de agresión, con tintes internacionalistas y religiosos fanáticos, en la cual se han cometido atrocidades sin nombre.
Infiltración islamista
Pero esta historia de asilo tiene una faceta que la vuelve alarmante pues a partir de la llegada de refugiados se pretende crear un centro de apoyo a otros sirios sunitas, para que arriben al país y difundan aquí su “cultura” (ojo; los sunitas son los musulmanes creadores del conflicto) y sabemos muy bien que sólo en la ciudad de México hay ya 22 centros de esta religión o sea; mezquitas clandestinas.
Estas mezquitas clandestinas, en los sitios donde se encuentren, los centros de adoctrinamiento favoritos de los yihadistas. ¡Cuidado!, así se inicia la infiltración. Hice llegar en persona al periódico, una carta advirtiendo sobre el peligro, pero al parecer fue ignorada luego de ser recibida. En estos sitios y bajo la fachada de un culto religioso se crean las células de terroristas islámicos, sabemos por fuentes propias de labores profesionales que ya hay mexicanos convertidos al islam peleando y asesinando junto con los terroristas mercenarios que buscan crear un califato fundamentalista en la región; se sabe que jóvenes mexicanas convertidas al islam han ido a Siria e Iraq a llevar la “yihad femenina”, esto es para servir de objetos sexuales a los muyahidines, por supuesto bajo la autorización-orden de sus líderes religiosos (no hay que olvidar que las mujeres musulmanas son poco más que objetos) ya que su única función en la vida es estar al servicio de los hombres.
Es el caso de una de tantas jóvenes, del Reino Unido, en noviembre de 2013, Aqsa Mahmood, de 19 años, dio a su padre un largo abrazo de despedida. Él lo recuerda porque lucía particularmente bella, según contó. Se lo hizo notar a su esposa y dijo que había algo distinto en su hija. Ella se fue de su casa para unirse a la yihad. El abogado de su familia, Aamer Anwar, habló sobre la desolación de los familiares y expresó: “No hay algo que ellos (los padres de Aqsa) pudieran haber hecho por su hija”. Ella era una radical de alcoba, al parecer ya casada con un yihadista y con aspiraciones de mártir. Si esto pudo ocurrirle a Aqsa, quien tenía todas las oportunidades en la vida, la mejor educación que el dinero puede comprar, una familia moderada, liberal… si pudo ocurrirle a ella, a alguien tan aparentemente inteligente, entonces puede ocurrirle a cualquier familia, dijo Anwar. Se dice que Aqsa recibió la influencia de los sermones islamistas en internet y de su relación en las redes sociales con personas que le ayudaron a hacer la travesía de Glasgow a Siria. Ahora esta herramienta está siendo usada por los extremistas.
La fachada religiosa
So pretexto de que México es un país hospitalario que ha recibido refugiados a lo largo de la historia: españoles, chilenos, argentinos, entre otros… estos sospechosos del islam pretenden obtener ayuda del gobierno mexicano y que éste les proporcione todas las facilidades para emigrar y permanecer legalmente en el país, difundiendo obvio sus creencias y “cultura”.
Ya sabemos en qué consisten estas costumbres del islam fundamentalista; degollar personas, masacrar prisioneros, vender a mujeres cristianas en los mercados públicos, convertir a la fuerza a cuanta persona no siga su religión, negarse equivale a la muerte al grito de allahu akbar!; “dios es grande”. Ya se han visto los primeros casos de violencia; un comerciante de México, de origen árabe ha “importado” grupos de jóvenes de procedencia extremista… les ha costeado como empleados suyos locales comerciales en diversos mercados y desde estos ellos se dedican a difundir el zalat (los rezos), la música y otras peculiaridades suyas. Cuando otros locatarios protestaron por la música a todo volumen, fueron agredidos en defensa del “sagrado” islam. ¿Deberíamos recordar a Juárez? En Chiapas un enloquecido fanático islamista degolló a sus padres por no ser ellos musulmanes. Y, estas son sólo la parte visible del iceberg.
Desde las enseñanzas de su profeta Mahoma (al cual mediante el “wali” —amigo de dios—, han convertido en una especie de deidad) se insta a los islamistas a imponer su religión a todos (quieran o no) para acabar de manera especial, con las religiones que sirvieron de base al islam: el judaísmo y el cristianismo, aunque las otras tampoco están a salvo de estos terroristas.
Miles de cristianos han sido asesinados u obligados a huir, otros miles de musulmanes no sunitas han sido masacrados, budistas e indios han sido perseguidos; asistimos a un fenómeno de regresión a la edad media. Lo que ocurre en Siria no es una revolución; es una intervención extranjera patrocinada por Arabia Saudita, Quatar, Turquía entre otros países musulmanes interesados en crear un califato fundamentalista. Los objetivos, bajo la pantalla religiosa cantada por sus jilgueros nada tienen de piadosos y todo de avasallamiento, esclavitud e ignorancia.
Ya tenemos bastantes problemas propios
No necesitamos ni queremos a esa clase de personas en México, tenemos ya bastantes problemas propios sin ellos. Si bien es cierto que México nunca ha negado el asilo a los perseguidos, la mayoría de quienes se han refugiado aquí han tenido en común idioma e idiosincrasia; los fundamentalistas que quieren venir no se integran al país anfitrión, ellos se infiltran y buscan obligar a los demás a seguir sus creencias, en los países donde hay núcleos crecientes de fundamentalistas, países democráticos donde se lograron cambios sociales así como pensamiento liberal y tolerante, esos núcleos fundamentalistas generosa e ingenuamente aceptados, se han convertido en trampas para todos aquellos que no sigan las creencias islámicas fanáticas; se apalea a homosexuales, a mujeres que no vistan al estilo musulmán, en sus propios países… y esto no está pasando en el área islámica o en sitios en desarrollo, está ocurriendo en Europa, en Holanda, Alemania, Francia.
En los países en desarrollo los musulmanes buscan a los descontentos, a los pobres y marginados y en especial a los más ignorantes. Tal es el caso chiapaneco. Chiapas se ha convertido en un semillero de yihadistas… en este caso el islam hizo uso de la marginación a la población aborigen y buscaron infiltrarse en los grupos de lucha de aparente corte socialista. Hace 20 años, cuando se dio a conocer el EZLN, los incipientes grupos “misioneros” islámicos (encabezados por musulmanes españoles) trataron de meter su cuchara en esa sopa en fermentación, no tomaron en cuenta que el EZ era auspiciado por el obispo Samuel Ruiz y que por lo tanto era un movimiento de la corriente “revolucionaria” de la ICAR, conocida como “teología de la liberación”… los islamistas fueron rechazados. Pero como llevan más de 20 años “predicando” en Chiapas, se ignora que tanto hayan logrado infiltrarse luego de la muerte de Samuel Ruiz y las payasadas de Marcos (que hasta se cambió de nombre), pero se sabe que los musulmanes chiapanecos son un grupo creciente y por motivos religiosos ya se han cometido crímenes. Estos grupos de marginados y descontentos reciben ayuda económica y de varios rubros por pertenecer al islam. La ignorancia ya reinante entre ellos es acentuada por la educación religiosa a sus niños, la única aceptada sin que importe lo que pudiera decir la SEP.
En donde sí se han infiltrado descaradamente es en la ex APPO ahora llamada FULUS, nombre de una monedita árabe (VOCES 324). Estos radicales han sido apoyados por el EPR, ese movimiento radical de supuesta raíz maoísta que se dio a conocer el mismo año que el EZ… y que más que mostrar el Libro Rojo de Mao, se han dedicado a apoyar a grupos de narcos y de la delincuencia organizada. Esta conducta se ajusta por completo a la forma de operar de los grupos subversivos islamistas.
En México ya tenemos bastantes problemas propios, incluidos los religiosos; todas las religiones de corriente principal han cometido crímenes en algún momento de su historia, y luego, en la mayoría de los casos, han recapacitado e incluso se han disculpado aunque casi siempre bastante tarde… pero los islamistas no conocen esa postura, la sumisión debe ser total, sólo hay una opción a la conversión: la muerte.
En el inter los musulmanes se ponen como víctimas y se dicen perseguidos y vigilados por las autoridades (sería muy bueno que esto último fuera cierto) no nos engañemos, a pesar de todos los clamores islamistas de “paz y amor”, las enseñanzas de su profeta son de odio, dominación y muerte.
Busquen asilo en países musulmanes
En opinión personal, los musulmanes que huyen de Siria deberían refugiarse en otros países musulmanes, en especial en aquellos que crearon toda esta violencia entre congéneres y la siguen apoyando con armas y dinero. Pero claro, éstos se niegan a recibirlos a pesar de ser sunitas. Los sirios cristianos, una minoría en aquel país, han sido acogidos en México sin reservas.
Pero es necesario tener cuidado con los sunitas, alertar a la gente sobre esta amenaza los terroristas sólo buscan infiltrarse y acabar con la cultura y las ideas de libertad, hacer retroceder al mundo hasta el S. XI…
México es un país pacifista y hospitalario, respetuoso de la dignidad y los derechos humanos, pero debemos estar alertas para evitar que sobre nosotros caigan las tinieblas que oscurecen la vida en múltiples países.
El islam crece en Chiapas
San Cristóbal de las Casas saltó a las primeras planas de la prensa internacional cuando los rebeldes indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomaron la ciudad y declararon la guerra al gobierno mexicano.
También alcanzó fama fuera de México el entonces obispo de San Cristóbal, Samuel Ruiz, quien reunió en su catedral a zapatistas y emisarios del gobierno para que negociaran una solución al conflicto. Mientras, un poco alejado de las bonitas iglesias católicas de San Cristóbal, en la periferia de la ciudad, el Islam ha echado raíces. Unos 300 integrantes de la etnia maya tzotzil dirigen todos los días la mirada hacia La Meca y ruegan a Allah en vez de a Jesucristo.
En la "Madrasa", una escuela islámica, los niños aprender a leer el Corán en árabe. Allí también se los cuida, muchas veces mejor que en sus casas paternas.
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Algunos tzotziles incluso han ido en peregrinación a La Meca.
Desde la conquista española, en 1524, Chiapas había sido una región marcadamente católica. Los misioneros españoles enseñaban su religión a los habitantes primitivos. Fue una suerte de ironía de la historia que en 1995 llegó a Chiapas justamente un español para pregonar que la verdadera revelación de Dios la constituye el Corán. El español, oriundo de Granada, se llamaba Aureliano Pérez Yruela, miembro de una secta sunita, que rápidamente encontró adeptos entre los tzotziles. La mayoría de los convertidos al islam eran originarios del distrito rural de San Juan Chamula, cercano a San Cristóbal de las Casas y que ha sido desde hace algún tiempo escenario de conflictos religiosos. Influidas por misioneros norteamericanos, muchas familias de San Juan Chamula se habían pasado desde la década de los 60 a iglesias evangélicas. Por esta razón fueron expulsados por los católicos de su propia etnia y se asentaron en la periferia de San Cristóbal.
En opinión del antropólogo Gaspar Morquecho, la comunidad musulmana en Chiapas recibe apoyo financiero de países islámicos para que pueda ofrecer a sus miembros trabajo, educación (islámica), alimentos y ropa. Sin embargo, no sólo los incentivos materiales hicieron que los indígenas se sintieran atraídos hacia Allah, sino también la curiosidad.
La llegada de Pérez Yruelas a Chiapas ocurrió en un momento de gran agitación política a causa del EZLN. Los recién convertidos al islam intentaron sin éxito establecer contacto con los “zapatistas”. En estos tiempos de terrorismo, también los servicios de inteligencia mexicanos, han comenzado a interesarse por estos mayas musulmanes.
Algunas masjids (mezquitas) y centros islámicos en México
1. Al Markaz Assalafi al Mexik, Distrito Federal.
2. Bay tul Islam , Guadalajara, Jalisco (sunnita).
3. Centro Cultural Islámico de México, Hermosillo, Sonora.
4. Centro Cultural Islámico de Monterrey, AC, Monterrey, Nuevo León.
5. Centro Educativo de la Comunidad Musulmana AC, Ciudad de México.
6. Centro Educativo de la Comunidad Musulmana AC, Ciudad de México
7. Centro Islámico, Morelia, Michoacán.
8. Centro Islámico de Norte AC, Monterrey, Nuevo León.
9. Comunidad Islámica de la Laguna A.R., Torreón, Coahuila (chiíta).
10. Centro Educativo de la Comunidad Islámica, Ciudad de México.
11. Frente de Unidad Islámica Al-Ansari, Puebla, Puebla.
12. Centro Islámico Mezquita de Soraya, Torreón, Coahuila.
13. Centro Islámico, Tijuana, Baja California.
14. Centro Cultural Islámico, Ciudad de México.
15. Masjid Al-Kauthar, San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
16. Masjid Dar As Salaam, Tequesquitengo, Morelos.
17. Masyid Al Karim, Puebla, Puebla.
18. Musala Morelia, Morelia, Michoacán.
19. Musalah Muhammad ibn Abdul Wahab, Ciudad de México.
20. Centro Musulmán de México, Distrito Federal.
Nota: Estos son los centros conocidos, digamos “legales”
pero se sabe que existen muchos más que funcionan de manera más o menos clandestina
y sin control gubernamental o de las autoridades. ¡Cuidado!
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Estos discipulos de Abdul Wahhab creen que nos bamos a tragar esa propaganda del maometano pacifico y bondadoso. Pero como? Si no solo los reporteros ,tambien el mundo entero reporta la classe de calaña que son!
Es una pena que quien se dice ser periodista y se supone tenga que investigar sobre cualquier artículo que publique, diga semejantes disparates sobre el Islam. Soy musulmana recién convertida al Islam, agradecida a Allha (Dios) de haberme dado la guía y conocer su religión y orgullosa de renunciar al catolicismo de porquería, religión tan más hipócrita y adoradora de cuanto santo falso les pongan. Los musulmanes SUNITAS ESCUCHALO BIEN CUASI PERIODISTA, profesamos la paz y respeto hacia las personas, PROFESAMOS EL VERDADERO ISLAM, NO COMO LOS GRUPOS RADICALES QUE SE DICEN SER MUSULMANES Y EN REALIDAD NO LO SON, matan según ellos en nombre de Allha (Dios) y Dios no pide que vayamos por la vida matando personas en su nombre, somos pacíficos y las mujeres nos sometemos a Allha no al hombre, no te equivoques y para la otra has bien tu tarea.
Que tristeza que "Voces del Periodismo" del Club de Periodistas de México publique este tipo de artículos mediocres, malintencionados y racistas. Que horror que este badulaque mediocre y mal informado de Hector Chavarria tenga tribuna en los medios, pues este tipo de periodistas (titulo que le queda grande) denigran al gremio y fomentan el odio. Su nota, además de estar mal documentada respecto al Islam, demuestra un profundo desconocimiento político y social de lo ocurrido en México en el estado de Chiapas en el año 1994.
Mientras se sigan publicando este tipo de artículos que fomentan el odio en la opinión pública, no podremos caminar hacia una sociedad plural y respetuosa. Este tipo de periodismo, solo es comparable con el Nazismo.
Que tristeza que "Voces del Periodismo" del Club de Periodistas de México publique este tipo de artículos mediocres, malintencionados y racistas. Que horror que este badulaque mediocre y mal informado de Hector Chavarria tenga tribuna en los medios, pues este tipo de periodistas (titulo que le queda grande) denigran al gremio y fomentan el odio. Su nota, además de estar mal documentada respecto al Islam, demuestra un profundo desconocimiento político y social de lo ocurrido en México en el estado de Chiapas en el año 1994.
Mientras se sigan publicando este tipo de artículos que fomentan el odio en la opinión pública, no podremos caminar hacia una sociedad plural y respetuosa. Este tipo de periodismo, solo es comparable con el Nazismo.
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