- “Ayuda a la Iglesia que Sufre” denuncia persecuciones
El Club de Periodistas de México celebró su comida de fin de año con la asistencia de personalidades del ámbito periodístico, cultural y religioso. Durante el evento se recordaron hecho y acontecimientos que marcaron el rumbo informativo durante este año, sin dejar al lado los sucesos de la vida cotidiana del país y del mundo.
Mouris Salloum George, director general de Voces del periodista; Celeste Sáenz de Miera, subdirectora, Khalil Jaar, presidente internacional de Ayuda a la Iglesia que Sufre; Carlos Carazo, delegado; José Luis Hernández representante en México de la institución y el periodista Carlos Villa Roiz, encabezaron la lista de amigos que degustaron y convivieron en el salón Renato Leduc del Club de Periodistas.
 El pensamiento y sentimiento fue el mismo: el grave retroceso de la humanidad. La censura informativa, el cambio de ideales y la transformación del hombre hacia circunstancias lejanas a la armonía, lealtad y amor. La propuesta: cambiar la realidad.
Fue Celeste Sáenz de Miera quien alzó la voz para decir una vasta al encono entre religiones y todo lo que tenga que ver cuando se hable de razas, cultos y nacionalidades. Khalil Jaar, quien tiene gente refugiada en Jordania y a la fecha alberga a 150 familias en su Iglesia a las que ayuda con su valor y cariño, pidió amor y reconciliación entre los seres humanos.
Fue Carlos Villa Roiz quien afirmó “decir que en el mundo existen 50 millones de cristianos discriminados; es decir, dijo, se habla de una lamentable injusticia social, de una violación a los derechos humanos; sin embargo, dijo, la persecución se da en todo la urbe y México se presenta los que sufren y viven en el extranjero.
En su intervención el padre Khalil Jaar de la diócesis de Jerusalén puntualizó que en Medio Oriente las personas nacieron para sufrir; no viven un día tranquilo “no porque somos malos ni estamos contra cualquier ser humano, sino porque heredamos el pacifismo; somos ciudadanos que cumplimos con la sociedad y la patria”.
“Nosotros como cristianos estamos bien bajo el dominio de Bashar Al Assad. Dijo que la persecución de los cristianos inició después de la caída de Bagdad y, en caso de la caída de Bhasar, será el mismo escenario de los cristianos de Irak. Si no sabemos del presente que vivimos, mucho menos del futuro que nos depara”, puntualizó.
“En mi Iglesia cristiana tenemos refugiados de Irak y Siria que viven bajo el dominio de los rebeldes, dijo y agregó que en su Iglesia tiene a 150 familias que llegaron sin tener nada. Cada día llegan y mi obligación es decir: La misión que tengo es ayudar al ser humano que sufre”. Afirmó que los mismos musulmanes llegan a pedir ayuda a la parroquia y son atendidos y apoyados como cualquier persona del mundo”, sentenció.
Destacó que no todos los musulmanes somos malos. Tengo amigos que vienen a la parroquia no a pedir ayuda, sino a pedir perdón, porque lo que ocurre en Siria o Irak “No puede ser en mi nombre”. El momento, afirmó el padre Khalil Jaar de la diócesis de Jerusalén: “nuestra misión ahora es estar firmes y enseñar a los demás el valor del perdón para una reconciliación.
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