![]() |
Edición 338 | ||||
Escrito por Ernesto Salayandía García | ||||
Sábado, 24 de Octubre de 2015 17:36 | ||||
Más moscas se casan con miel que con hiel
Dios te acompañe. Valoro la crítica, las cosas hay que tomarlas de quien vienen y respetar los sentimientos de otros, no soy monedita de oro para caerles bien a todos, me consta que cada quien cosecha lo que siembra, quien destila envidia y habla mal de alguien, está hablando mal de sí mismo, quien está ausente de sí mismo, está vacío y lejos de Dios. La envidia como enfermedad No es solo una emoción negativa, sino una enfermedad crónica, física, mental, emocional y espiritual, es un sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee, refleja ira acumulada, la persona que destila envidia en contra de alguien, lo hace porque se siente inferior, porque no acepta los éxitos y los logros alcanzados, en lugar de reconocerlos, prefiere emitir argumentos de desprestigio, usando frases como. A mí me consta. Yo lo vi con mis propios ojos. En cada rincón de una oficina pública o privada, en cada casa, en cada lugar, hay un envidioso, mentiroso, chantajista, manipulador, que es capaz de dramatizar, actuar e interpretar el menor papel de víctima para que quien la escucha crea su versión o la “verdad” que emite, por desgracia, la gente envidiosa logra su objetivo, porque quien escucha la versión, la da por hecho y permite la descalificación o el supuesto agravio, triste es, pero le dan crédito a quien desprestigia a alguien, en lugar de confirmar los argumentos, y esta idea es contra de alguien, de sus actitudes, manera de ser, mañas o supuestos vicios: Golpea a su mujer. Es maricón. Usa Droga. Y otros calificativos descalificativos, y éstos, duran toda la vida. El triple filtro de Sócrates En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? Espera un minuto –replicó Sócrates-. Antes de decirme algo quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. ¿Triple filtro? Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y… Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. El segundo filtro, el filtro de la bondad ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? No, por el contrario. Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. El tercer filtro de la utilidad ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad es que no. Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo? Ojalá esta sabiduría pudiéramos aplicarla a cada momento. Considero que si abro la puerta a la especulación, al desprestigio, a la descalificación y la envidia, soy igual o peor a quien escucho. Con el tiempo aprendí… “Con el tiempo aprendí la sutil diferencia que hay entre tomar la mano de alguien y encadenar un alma. Con el tiempo aprendí, que el amor no significa apoyarse en alguien y que la compañía no significa seguridad. “Con el tiempo…empecé a entender que los besos no son contratos, ni los regalos promesas. Con el tiempo aprendí que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo…te das cuenta de que casarse solo porque “ya urge” es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso. Con el tiempo comprendí que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
“Con el tiempo comprendí que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendí a construir todos los caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes. “Con el tiempo comprendí que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprendí que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba…, ya no tiene ningún sentido.
La chispa de la vida
—Mañana le regreso su dinero. —Hace tres meses de ello y hemos estado soportando el intenso calor debido a que los aires no funcionan, y pude haber hecho muchas cosas para recuperar mi dinero o vengarme, como demandarlo y seguir un juicio que ni al caso, hacerle daño de alguna manera, pero definitivamente, no soy así. La sobriedad es un regalo maravilloso Jamás pensé vivir mi vida como la estoy viviendo el día de hoy, en estos días, he determinado tomar una de las decisiones más importantes en mi vida, he procesado con calma mi presente y mi futuro, me siento bien, me he valorado a mí mismo, he visto con toda honestidad mi crecimiento espiritual, reconozco mis errores, se dónde ando mal y el rumbo que debo corregir, a mi edad, no puedo improvisar ni jugar a correr riegos, ahora más que nunca, los errores cuestan, y no puedo darme el lujo de tropezarme, aunque decía mi padre. El hombre es el único animal que se tropieza con la misma piedra dos veces.
¿Será? Dicen que la mula no era arisca. La hicieron. Para mí, esta etapa es como una oportunidad de vida, ya muchas oportunidades se me fueron de las manos, vivo, el solo por hoy, sin miedo, libre, feliz y en armonía, he venido construyendo mi propia fortaleza y creando el escaparate de mis emociones, trabajo intensamente en mis defectos de carácter y patrones de conducta equivocados, caigo fácilmente y me engancho, me cuesta trabajo salir del huracán emocional, pero al final lo logro. Los días de miel y de paz que me prometieron los Alcohólicos Anónimos llegaron, sé que únicamente depende de mí para que no se vayan o se esfumen, de mí, depende la felicidad, la armonía y la actitud positiva.
Muchas gracias por leerme y más por escribir
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
More articles by this author
|