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Edición 341 | ||||
Escrito por Redacción Voces del Periodista | ||||
Lunes, 25 de Enero de 2016 22:02 | ||||
CUANDO SE HABLA DE PROFESIONES peligrosas se tiene la inmediata idea de personas que ejercen sus labores en ámbitos de riesgo; guerras, desastres naturales o en sitios que por su naturaleza resultan de gran peligrosidad y por lo general se olvida a un sector de la sociedad mexicana que ejerce sus tareas cotidianas inmerso en el peligro.
MÉXICO sigue siendo, en los días finales de 2015 y primeros de 2016, uno de los países más peligrosos para ejercer el oficio del periodismo. La búsqueda de información, que es una exigencia y al mismo tiempo un derecho de la sociedad, implica en muchos casos el afectar intereses del crimen organizado y el exhibir las prácticas corruptas de autoridades. Los resultados son muy concretos: cifras de periodistas muertos y amenazados que se incrementan año con año, sin que hasta el momento se haya logrado detener este panorama de miedo e incertidumbre que rodea al ejercicio de esta noble profesión. Los sitios más peligrosos En su informe también destacó que Veracruz es el estado que más casos de asesinatos de periodistas registra, con 16 víctimas, seguido de Tamaulipas con 13 homicidios. A continuación vienen Chihuahua y Guerrero con 12 casos cada uno desde el 2000 a la fecha. “Quien atenta contra el ejercicio de la libertad de expresión atenta contra toda la sociedad mexicana y sus instituciones democráticas”, enfatizó. En tal sentido destacó que la democracia se vitaliza con medios libres, independientes, responsables, comprometidos con la ética y el respeto a los derechos humanos. Otro aspecto del panorama de indefensión que envuelve a quienes practican el periodismo es el subejercicio del existente Fondo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que ha contado con recursos millonarios, los cuales no se han utilizado en su totalidad. La Secretaría de Gobernación (Segob) señaló que el presupuesto de este fondo está siendo subutilizado, lo que deriva en el perjuicio de las víctimas de atentados, amenazas, tortura, desaparición forzada, imposición de megaproyectos o violencia de género. Bajo esta idea, el mecanismo para el funcionamiento de este fondo ha sido severamente criticado en este 2015 por parte de organizaciones internacionales, por considerarlo ineficiente. “La creación de un mecanismo nacional que responda de forma integral y eficaz a las peticiones de protección de periodistas y defensores de los derechos humanos es un logro encomiable. Sin embargo, a más de dos años de su creación, el mecanismo sigue enfrentando múltiples desafíos que limitan su capacidad de proteger de manera eficaz a periodistas y defensores de los derechos humanos vulnerables”, aseguró la WOLA. Recursos no utilizados
¿Hasta cuándo seguirá esta situación? La práctica del periodismo, como se ve, es una profesión de alto riesgo, no solo por las amenazas directas de quienes se ven afectados al ventilar la información, sino por los distintos grados de desamparo que, en el caso concreto de la escasa aplicación de los referidos fondos de protección, hacen de los reporteros un sector de la sociedad muy vulnerable e indefenso, lo que no se corresponde con la loable labor que desempeñan. Para dar una idea, de acuerdo a las cifras, hay más peligro para los reporteros mexicanos en su país que para los que laboran en sitios del medio oriente, inmersos en guerra. ¿Hasta cuándo se prolongará esto? ¿Será hasta que las autoridades ejerzan de manera efectiva la protección? O se esperara hasta que el último reportero caiga bajo las balas, el último medio sea silenciado… ¿para después de ahogado el niño, tapar el pozo? (Redacción) More articles by this author
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