• Premio Nacional de Calidad al IMSS
• Museo del Prado, Carlos Fuentes y Carlos Slim
• Desaparecen hoteles de renombre
El INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL (IMSS), a través del Hospital General de Zona 17 de Monterrey, Nuevo León, recibió el Premio Nacional de Calidad que otorga el Instituto de fomento a la Calidad Total A.C. Este reconocimiento, una de las principales herramientas sociales de medición de la competitividad en México, no es producto de la casualidad, ya que fue el resultado de la medición de los niveles de satisfacción de los derechohabientes. El premio fue entregado por el presidente Felipe Calderón, en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos.
A propósito de este reconocimiento, cabe hacer un alto en el camino para ver la numeralia de atenciones que brinda el Seguro Social: El IMSS atiende la salud de más de la mitad de la población en México, al contar con 55 millones de beneficiarios en todo el territorio. En sus filas cuenta con 50 mil médicos, 100 mil enfermeras y más de cuatro mil médicos residentes, que realizan su especialización en la red de 300 hospitales (de segundo y tercer nivel, 38 Unidades Médicas de Alta Especialidad y 15 Unidades Médicas de Atención Ambulatoria), así como 52 unidades móviles. En total, tiene más de seis mil 600 instalaciones médicas, administrativas y de servicio en todo el país. Cada día surte 300 mil recetas a través de más de mil 400 farmacias, en lo que representa la red en su tipo más grande del país. Después de varias décadas de rezago y saturación en los servicios, en 2009 el IMSS planea la construcción de 20 nuevos hospitales a lo largo del país para, beneficio de los derechohabientes.
Cabe destacar que tan sólo el programa IMSS Oportunidades, atiende sin costo a más de 10 millones de mexicanos de escasos recursos, que viven en zonas marginadas y en comunidades alejadas de los servicios de salud. Estos números representan más que cifras, puesto que son indicadores que en su conjunto permiten mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Finalmente, al referirme a Daniel Karam, nuevo titular del IMSS, sé que fue comisionado Nacional de Protección Social en salud, además de destacar como economista, ya que en el ITAM obtuvo mención especial con la tesis Ciclos Políticos Económicos el Caso de México. Karam es egresado en Administración Pública de la Univeridad de Harvard, y luego estuvo al frente de otros espacios gubernamentales. Para él, el reto más importante “es el de brindar un servicio de mejor calidad para los derechohabientes, recuperar infraestructura médica, además de fortalecer las finanzas”. Y, finalmente, durante nuestra última charla –en la que también estuvieron presentes Fernando Carbonell y Antonio Rodríguez--, Karam apuntó que es vital servir a los intereses de la nación reflejados en esta institución, pilar de la seguridad social que es responsable de dar aliento y bienestar a millones de familias”. Sí, habló de encarar retos y esto abre oportunidades. Espacio único
UNA SINCERA FELICITACIÓN para Plácido Arango, quien ahora –entre otras actividades-- es el patrono—anfitrión del Museo del Prado de Madrid. Para muchos, es uno de los mejores museos del mundo y, por lo tanto, cuenta también con uno de los más excelentes expertos en pintura española e italiana: Gabriele Finaldi. El mismo Arango confiesa que “nunca me hubiera imaginado que tendría que ser la persona idónea para recibir a reyes, príncipes, Jefes de Estado, diplomáticos, celebridades, etcétera. Esto no es nada parecido a lo que uno realiza cuando uno es presidente de consejos de administración. Pero ya ven: me apasiona el arte y felicito que hayan elegido a Finaldi como el responsable de los trabajos de conservación y restauración del museo”. Sé que Finaldi se ocupa actualmente del trabajo estrella del Prado: “la reordenación y ampliación de la extraordinaria colección”.
 Aunque el trabajo de Finaldi se desarrolla entre las salas de exposiciones, almacenes y talleres, las decisiones las toma en el fantástico despacho que ocupa dentro del Casón del Buen Retiro, un espacio único con vistas a la calle de Felipe IV, sobre el tramo en el que confluyen edificios tan determinantes para el paisaje madrileño como la Real Academia Española, y los hoteles Ritz y Palace, tres iconos de la capital española. Y claro: encima de su escritorio, un mundo de papeles. Y un singular detalle: ¡ninguna pintura en las paredes¡ (¿?) Claro, tiene a la mano la colección de pintura antigua más importante del orbe y el futuro de este tesoro depende de él (“la última palabra la tiene siempre el director, Miguel Zugaza”). El museo ganó –debido a la ampliación de Rafael Moneo-- la cuarta parte. Me refiero nada menos que a 25 salas en cuyas paredes podremos observar pronto alrededor de quinientas obras, con las que la colección pasará a tener 1.500. ¿Qué áreas se van a ver enriquecidas?: las colecciones medievales y renacentistas podrán estar mejor representadas de lo que están y existen obras maravillosas para que las vea el público. Plácido Arango apuntó que “se mostrarán obras maestras que el Prado posee del siglo XIX, un período hermoso que el público sólo ha conocido durante una muestra temporal con la que se inauguró la ampliación”. En los años venideros, la colección quedará ordenada cronológicamente y por escuelas. Arrancará de la sala de las Musas que une al antiguo palacio de Villahermosa con la ampliación. Entré por los dos laterales del edificio, las puertas de mis pintores favoritos, Goya y Velásquez, y el recorrido no fue confuso. Sí, fue sensacional y didáctico. Finalmente, hablo también de éxitos de otros dos mexicanos, Carlos Fuentes y Carlos Slim. El primero acaba de recibir del presidente Zapatero, la más alta distinción cultural de España: la Gran Cruz de Isabel la Católica (“me acompañaron mi esposa Silvia Lemus, y mis amigos Javier Solana, Jorge Zermeño, Ignacio Polanco, Juan Luis Cebrián, Juan Ramón de la Fuente y Cristina Iglesias”). Fuentes es también premio Príncipe de Asturias y premio Cervantes. Por su parte, Slim asistió a un evento privado para ver su estatua –homenaje a su trayectoria-- en el Museo de Cera de la Ciudad de México.
Una nueva etapa
A RAÍZ DE LA CRISIS económica global, han empezado a cerrar los hoteles que antes eran un icono de la industria hotelera mundial. Antes los hoteles no eran lugares de paso, en ellos los ricos se quedaban largas temporadas. Si se quería formar parte de la llamada “alta sociedad” o ser un artista de fama había que hospedarse en el Savoy si se estaba en Londres, en el Raffles si el destino era Singapur y en el Negresco cuando se iba a Niza. Sí, eran resorts con historia por los que pasaron aristócratas, millonarios, políticos, intelectuales y artistas. Todo aquel que decía ser alguien. Ahora su futuro está en el aire. El Savoy y el Raffles los han puesto a la venta y el Negresco pasará a manos de una fundación.
El príncipe saudí Al- Waleed bin Talal busca comprador para el Savoy y el Raffles. La venta se ha acelerado porque su fortuna, con inversiones inmobiliarias en todo el mundo y propietario del 5% de Citigroup, ha sufrido una importante merma por culpa de la crisis financiera mundial. En la última lista de millonarios de la revista Forbes, el saudí descendió del puesto 13° al 22°, con una fortuna estimada en 13.000 millones de euros. El príncipe compró el Savoy hace dos años. Con su llegada comenzó una nueva etapa. Se desprendió de parte de su mobiliario, como las camas en las que durmieron Humphrey Bogart, Charles Chaplin, María Félix y María Callas o el piano en el que tocó Frank Sinatra. Y prometió revitalizarlo. No lo ha logrado. Y lo vende en 220 millones. Winston Churchill fue un gran fan del establecimiento, situado entre el Strand y el Támesis, en el que asistía a las reuniones del The Other Club, cofundado por él en 1911 y donde tuvo lugar su última aparición pública antes de su muerte. Inaugurado en 1889, en Savoy se han hospedado desde el tenor Enrico Caruso o Marilyn Monroe o la familia Arango. La familia real británica lo ha utilizado para celebraciones privadas y en él se hospedan cuando van a Londres los Reyes de España. Y el Raffles es otro de los pocos hoteles del siglo XIX que quedan en el mundo, todo un símbolo legendario de las fábulas del Oriente exótico, una mezcla de jardín tropical y arquitectura clásica. Está considerado como el mejor del Asia colonial. Ahora el príncipe también lo vende. Todavía no tiene precio. Jeanne Augier, de 86 años, viuda sin hijos, es la dueña del mítico Negresco de Niza. Recientemente anunció que legará toda su herencia a una fundación que transferirá sus beneficios a asociaciones caritativas dedicadas al cuidado de animales abandonados. El futuro del hotel de los famosos en la Costa Azul queda también en el aire. Y hasta la próxima ¡abur!
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