EL DIFÍCIL OFICIO LA MARGINALIDAD
Movimiento Mexicano por
la Paz y el Desarrollo
RUBÉN ESAÚD OCAMPO
(Exclusivo para Voces del Periodista)
En el marco de incertidumbre, violencia, inseguridad y de un polémico combate al crimen organizado, Voces del Periodista entrevistó al ingeniero Rolando Brito Rodríguez, presidente interino del Movimiento Mexicano por la Paz y el Desarrollo, (MOMPADE) a partir del 4 de enero de 2010, fecha en que falleciera su presidente, el maestro Manuel Terrazas.
El ingeniero Brito, también profesor en el Instituto Politécnico Nacional, pero con una imagen que nos evoca a los campesinos que pelearon hace una centuria afirma: “Pretendemos que la vigencia de mi presidencia sea hasta el próximo Congreso a principios del año que entra, porque ahorita estamos enfocados a la programación de la Conferencia Continental así como en la conmemoración del Bicentenario, con la participación de ocho países de América Latina que también conmemoran esta fecha”.
Desde sus oficinas en la colonia Tabacalera, sentenció: “Tenemos planeado conmemorar más que festejar porque las condiciones en el país son tan difíciles que no estamos para festejos. Incluso en el clima de inseguridad e incertidumbre en el país el Movimiento hace un llamado a los países y diferentes fuerzas políticas de nuestro país, para que reflexionen acerca de cuáles fueron realmente los postulados y las ideas de los próceres de la Patria, Independencia y de la soberanía nacional, que en estos momentos está en entredicho, pues vemos que nuestra soberanía está cada vez más amenazada”.
En la sede de MOMPADE, Rolando Brito aclara: “Hay una relación de porqué no se quiere festejar la soberanía: Con la inseguridad que hay en el país estamos viendo, en la frontera sobre todo, con este clima de inseguridad y violencia agudizado en las últimas semanas hay una amenaza de que puedan intervenir fuerzas de nuestros vecinos”.
Vestido con sencilla ropa casual, con los codos siempre apoyados en un escritorio antiguo, edificio viejo de oficinas austeras pintadas todas de verde “óptico”, lamentó que “desgraciadamente hay posibilidades de un estallido social a corto plazo en México, tal como están las cosas vemos focos rojos por todo el país, desde el sur al centro y hasta el norte, en todo el país; antes sólo eran pequeños focos de alarma, pero cada vez vemos que hay más descontento social, algunos hechos son sintomáticos, por ejemplo hace poco la gente detuvo a algunos policías y prácticamente los querían linchar.
“Esto se está repitiendo en diferentes partes. Son llamados que algo nos diagnostican. No hay que ser muy sesudos para ver que el problema es grave y está a flor de piel. En cualquier momento explota.
Si al problema de la violencia aunamos el problema económico, pues se agudiza más; por ejemplo, a la gasolina, ayer le aumentaron nuevamente y es la tercera o cuarta vez en lo que va del año; la gasolina siempre es un detonante del aumento generalizado ya que todo se transporta”.
Entrelazando las manos, con los dedos unidos como quisiera que estuviera el país, agrega: “El aumento en los salarios es mínimo, hay una alta tasa de desempleo y los que hay no están bien remunerados, además la economía del país se mueve con la economía informal. Son elementos tanto económicos como sociales que si no se atienden en serio, si las fuerzas políticas no se ponen de acuerdo para sacar al país del bache en el que estamos, sí podría haber estallidos sociales”.
Sólo mueve las manos para subrayar algunas palabras y las vuelve a reunir, como palomas que regresan a su nido: “El papel de MOMPADE es, precisamente, tratar de llamar la atención y la reflexión para que esto se calme, porque en un movimiento armado nadie saldría beneficiado, lo hemos visto en otros países”.
Traspasando el techo, traspasando las nubes, mira hacia el cielo mientras agrega: “Tal vez nuestra voz se pierda en el desierto, pero el hecho de buscar a los medios, hablar con las fuerzas políticas -diferentes partidos políticos- es para que haya un acuerdo, donde lo que se trata no es de implementar simples reformas pasajeras porque de éstas ya se han hecho varias que llaman políticas’ “.
“¡No!”. Enfatiza y retorna su mirada por la ventana abierta, a cuya vera se encuentra sentada la representante de MOMPADE en Ciudad Juárez, Chihhuahua, Ana María Medina Alfaro. “Se necesita algo más de fondo para que no lleguemos a los estallidos sociales en los que, repito, nadie saldría beneficiado. El papel del Movimiento es primero reestructurarnos, reorganizarnos, para tener una voz más activa como la que tuvo en sus inicios con movimientos por la paz después de la II Guerra Mundial, incluso en México, fueron importantes para atenuar lo que en ese momento era la Guerra Fría. Y aquí, tenemos que el Movimiento junto con otros movimientos y organizaciones de la sociedad civil, tendrán que unir sus voces para que no lleguemos al escenario de estallidos sociales”.
Sus ojos se incendian: “La ciudadanía tiene que presionar, cada vez se suman más voces de reclamo, antes probablemente eran políticas, sobre todo de izquierda, reclamando cambios en el país; pero actualmente esto se ha extendido en todo los estratos sociales, vemos cómo los mismos empresarios se manifiestan y se preocupan por esta situación”.
Con Emiliano Zapata a su espalda, como si fuera su ángel guardián en esta época de lucha por los mismos motivos de hace cien años, puntualiza: “Estas voces podrían sonar retóricas en un momento dado, pero en la medida en que se unan más y más voces de la sociedad civil, se tendrá que presionar sobre todo a los actores políticos, a los partidos políticos para que en una concertación podamos hablar de un gobierno de transición democrática, que es lo que hace falta actualmente. Un gobierno de transición democrática se podría lograr con reglas claras, estamos a dos años de las elecciones pero si no se toman medidas para una adecuada transición democrática, poniendo por encima de los intereses particulares de los partidos, el interés del país, donde cada partido tendrá que ceder algo y aportar mucho”.
Observando un Diccionario Español-Ruso que fuera de José Revueltas y que ahora yace en su escritorio, dice: “Hay voluntad política y con ésta y las fuerzas de la sociedad civil son las que van a empujar. Será complicado lograr una transición democrática con la situación política actual, con una credibilidad en los partidos cada vez menor, pero aún en este escenario complicado para la vida partidista es necesario, aquí ya no hay de que si simpatizamos con uno u otro partido porque la sobrevivencia del propio Estado de derecho es lo que está en juego.Así es que entonces si queremos que se transite y se salga de esta crisis de valores, económica, moral, etc., tendrán que ponerse de acuerdo. Y los ciudadanos que tengamos voz en los partidos tendremos que entender que es el único medio para que haya una transición pacífica, un cambio pacífico. Pero si no se ponen de acuerdo, la violencia es la que va a hablar”.
El pueblo está inconforme pero no tiene dinero para financiar un movimiento armado, sin embargo habría alguien que lo aportaría. Lo digo en broma pero hay cuestiones que la realidad nos muestra, si tomamos como criterio un capítulo de la Revolución Mexicana que este año se conmemora, yo veo que había un personaje como Villa, quien era un bandolero y de repente de bandolero se une a la causa de Madero y ahora resulta que Villa es un prócer de la Patria, señala, y añade: “En este escenario actual donde fluye mucho dinero -desgraciadamente de la economía informal, del mismo narco, etcétera-, no dudo que surgieran por ahí financiamientos para este tipo de estallidos sociales; el problema es que en estos estallidos sociales aunque aparentemente no haya dinero, la economía informal siempre mueve mucho dinero y de hecho hay cifras que se han dado por ahí -no las tengo a la mano-, pero el nivel de contrabando de armas a México es muy grande”.
Y desde otro ángulo el Che Guevara lo observa también: “Podría pensarse que cada mexicano tiene tal vez una pistolita o rifle y cada vez vemos, sobre todo en provincia, que ya no son pistolitas, ya son armas de mayor calibre. Por eso esos estallidos sociales surgen, los financiamientos surgen también, habrá intereses incluso trasnacionales que estén interesados en desestabilizar al país; entonces, el dinero y las armas están allí, ya no estamos hablando de que vienen, sino que allí están. ¡Ese es el llamamiento!”.
El mismo combate que se ha desatado contra la violencia ha sido una estrategia equivocada, porque se trata en este caso de calmar la violencia con violencia y eso también, está comprobado, no lleva a ningún lado. El remedio está, por ejemplo, lo que sucedió en Colombia, en la ciudad de Medellín que era la más violenta, ahí le invirtieron mucho dinero para programas sociales, que es lo que se pretende hacer en Ciudad Juárez, principalmente. Desarrollar programas educativos, de salud, que sean programas no sólo para Ciudad Juárez sino para todo el país, se tienen que extender. “Esos son, precisamente, los cambios fundamentales que se tienen que hacer en esa transición democrática de la que hablo. ¿Qué implica hablar de transición democrática? no se trata tan sólo de cambiar actores políticos, se trata de implementar políticas sociales para todo el pueblo; es decir, que los salarios sean remunerados, hacer políticas de empleo…”
Eso es lo que el Movimiento también maneja como Movimiento por la Paz y el Desarrollo, porque si no hay desarrollo difícilmente podríamos hablar de paz, y esos son los cambios trascendentales y profundos que necesita México. Que la desigualdad económica que hay ya no sea tan profunda, asegura. En México, paradójicamente tenemos -ahí están las listas de la revista Forbes- a varios multimillonarios, Carlos Slim a veces ocupa el primer lugar, a veces el segundo y a veces baja al tercer lugar pero siempre está en los primeros lugares”. Otro mudo testigo que pertenece a la historia es una estatua del Ángel de la Independencia que está sobre su escritorio, rota, mutilada, que connota a un ángel que no es perfecto y a una independencia que está incompleta. “Hay muchas fortunas pero que la mayoría del pueblo no disfruta, la mayoría del pueblo vive en la pobreza, hay mucha desigualdad económica. Hay todavía muchos recursos: naturales, mano de obra, etc., todo lo que otro país envidiaría. Desde el punto de vista económico sí hay que redistribuir la riqueza, crear empleos, que cada quien pague lo justo porque aquí tenemos información y el mismo Presidente de la República lo ha dicho, que hay empresarios que no pagan sus impuestos o pagan poco en relación con la mayoría de la población”.
“Reducir esa riqueza es parte del programa de transición democrática, no podemos hablar de transición democrática simplemente en abstracto, o de que quitemos a uno y pongamos a otro porque si llegan los otros con las mismas políticas pues no sería un cambio”. El cielo afuera es claro, el sol se introduce hacia la oficina verde, sus rayos amarillos rodean obstáculos, evaden sombras, penetran la oscuridad, el frío se escabulle.
Con el sol rosándole la faz piensa en voz alta “Entonces lo que se necesita es cambiar la correlación, el contrato social tendría que cambiarse o sea la redistribución de la riqueza que hay en México. Y el planteamiento del MOMPAZ en esto es señalar estos asuntos, estas cuestiones. Hacer que los partidos -nosotros ya conocemos que son las fuerzas naturales- porque si sólo fueran los partidos difícilmente podríamos hablar de acuerdos, como dije anteriormente: éstos tienen que supeditar sus intereses partidistas al interés general de la nación”.
Sus manos recias, curtidas en un campo que no es suyo y de una generación ancestral que no conoció, de pronto se sueltan y afirma con vehemencia: “…Y tendríamos que empezar por la cuestión económica. Si no hay cambios económicos en el país, serían nada más paliativos o cosas como esta figura que ya no funciona: el salario mínimo, que en realidad ya nadie vive en el país con un salario mínimo. Son cosas que se tendrían que cambiar”.
Nos alejamos del luchador social, se queda con su tesoro que quiere compartir para salvar a México: “Tenemos que crear toda una estructura para que realmente la voz del Movimiento, que no pretende dar la claridad o la luz ni mucho menos, no es éste su papel, pueda participar junto con otras organizaciones de la sociedad civil que tampoco tengan intereses económicos, partidista ni políticos”.
Pero quedó algo que rescatamos posteriormente de la cinta magnetofónica: “En México, el ciudadano participa, lo vemos en sus comunidades pero tenemos un mal mayor que son los medios de comunicación masiva, concretamente la televisión, donde por muchos años han metido una serie de cuestiones que vuelven a la gente conformista y hay sectores que desgraciadamente están bajo el bombardeo de estos medios que, aunque están conformes y aunque participen en forma mínima, en problemas generales ya no participa por la apatía, desencanto, incluso ven la política para gente corrupta, tranza o para beneficio de unos cuantos porque estos medios de comunicación se han encargado de difundir eso, hacen de la política algo malo, perverso. Desgraciadamente la información que fluye en el país proviene de dos personas, que conforman el duopolio televisivo, que son quienes deciden qué se puede ver y oír. No es posible que en un país con más de cien millones de habitantes sean dos personas quienes decidan, entonces esa transición democrática tendrá que atacar el problema de los medios de comunicación para que la sociedad tenga mayor participación”.
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