¿Cuantas más?
IVONNE DE LA CRUZ DOMÍNGUEZ
Irma Casas, directora del Centro de Crisis Casa Amiga, en Chihuahua, soltó una declaración cargada de palabras explosivas, como delgadas llamas, que esperan alcanzar conciencias en lucha de justicia.
“La mayoría de las 328 mujeres asesinadas del 2008 a la fecha, 82 de ellas en lo que va del año, han sido ligadas al crimen organizado por las autoridades frente al poco o nulo interés que han mostrado los tres niveles de gobierno para su investigación y prevención. (…) Nosotras creemos que muchos de los casos de ejecuciones tienen que ver con violencia muy fuerte por parte de la pareja, que termina asesinándolas; pero el hecho se minimiza diciendo que eran parte de los cárteles".
La autoridad de Irma Casa para hablar sobre el tema de la violencia ejercida a las mujeres en su entidad no se pone en duda. Es evidente que cuenta con toda la credibilidad y ante lo cual se esperaría una reacción inmediata de las autoridades federales que juran estar luchando por detener la intimidación con la que se vive en México.
Pero los oídos de los altos mandos mexicanos siguen cerrados, donde los intereses políticos y monetarios forman grandes tapones de cerilla. No notan nuestros llamados, pasaran de largo las palabras de esta mujer, que como muchas otras, alzamos la voz para visibilizar la situación real de las mujeres en nuestro país.
Felipe Calderón nos ha lanzado un llamado, que como ciudadanía, no podemos despreciar, exaltar el nacionalismo y hablar bien de nuestro México, ¿es esto un mandato de silencio?, ¿debemos dejar de cuestionar las actuaciones de las autoridades? Me parece que debemos poner en perspectiva la situación y sí resaltar los logros, pero no dejar de exigir, ya que eso nos convierte en una población conformista, sin aspiraciones y poco crítica.
No podemos cerrar los ojos ante las pifias cometidas en la lucha contra el crimen organizado: civiles muertos, abusos de militares, mujeres violadas y asesinadas, saqueos indiscriminados, una población cansada y hambrienta; y podríamos seguir enlistando en un largo etcétera. No creemos que los “buenos” estén ganando.
Por otra parte se ha planteado que se concrete la reforma jurídica y penal con la finalidad de disminuir los índices de delitos y, dijo el mandatario mexicano, que se deben dar prisa las entidades para instalar los juicios orales, al tiempo que reconoció que “será inútil si sigue habiendo corrupción en los cuerpos ministeriales, policiacos o judiciales y la justicia queda al mejor postor.” ¿Cómo debemos interpretar esta contracción?
Tal vez está haciendo un reconocimiento indirecto de las fallas que se dieron en el juicio oral celebrado en la Ciudad Judicial de Chihuahua, donde los jueces Rafael Boudib Jurado, Netzahualcóyotl Zúñiga Vásquez y Catalina Ochoa Contreras, dejaron en libertad a Sergio Rafael Barraza Bocanegra, asesino confeso de Rubí Marisol Frayre Escobedo. Días después se realizó un juicio de apelación interpuesto por Marisela Escobedo Ortiz, madre de Rubí, ya que era evidente que la injusticia había triunfado nuevamente sobre un territorio donde se ha demostrado la falta de imparcialidad. Con este dictamen Sergio Rafael deberá ser juzgado nuevamente y alcanzaría una pena de entre 30 y 60 años de prisión.
Dentro de este caso también se tiene que mencionar la actuación del gobernador, José Reyes Baeza, quien de forma pública expresó su rechazo al fallo emitido el 29 de abril por el Tribunal de Juicio Oral y ordenó una investigación interna en relación con la conducta de los jueces que conformaron el Tribunal con el propósito de determinar si su decisión se apegó al principio de legalidad y al buen juicio.
Obviamente después de la mala actuación de las autoridades de procuración de justicia mexiquenses en el caso de la niña Paulette, no le convenía al mandatario chihuahuense mantenerse al margen y permitir que la opinión pública cayeran nuevamente sobre él, ya suficiente trabajo tiene con el programa “Todos somos Juárez”, que resulto tras la transparencia de la violencia que viven los jóvenes en la entidad.
Este nuevo juicio no es en realidad un triunfo ya que la justicia perdió las palabras “pronta y expedita”, además desde que Sergio Barraza obtuvo su libertad no se conoce su paradero.
Así el sujeto que había confesado ser el asesino de su cónyuge de 16 años, a quién mato y quemó; el hombre que llevo a las autoridades hasta el lugar donde dejo los restos de Rubí; él quien pidió una disculpa a la madre de la víctima por los daños que le ocasionó, está prófugo. ¿Cómo podemos así hablar bien de México?
En el país, tres de cuatro parejas mantienen un noviazgo violento, según una encuesta realizada por el Instituto de la Juventud, lo que nos puede prevenir sobre cuántos casos parecidos a los de Rubí Marisol Frayre se pueden presentar y evitar. La solución no sólo está en cambiar el sistema de justicia, ni en terminar con la corrupción, también se tiene que reconocer que las autoridades están minimizando los casos de las mujeres desaparecidas, que se ha normalizado esta violencia que se denomina “de género” y que termina con mujeres quemadas, violadas, destazadas, baleadas, ahorcadas; en un barranco, en un hotel, en su propia casa. ¿Cuántas mujeres más tienen que morir para que se realicen acciones de concientización sobre este tema?
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