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“ILUMINADOS” DE BAVIERA
Posiblemente, muchos intelectuales o gente que ama la lectura, sepa todo lo relacionado a los “Iluminados” de Baviera. Sé que en 1776 esta sociedad secreta fue fundada por Adam Weishaupt (profesor de derecho eclesiástico), allá –repito-- en Baviera (Alemania). Y por supuesto, infinidad de teorías y mitos se centraban en una “presunta” supervivencia del grupo y sus supuestas actividades y ¿pretensiones para dominar la escena mundial? ¿Por qué me refiero a lo anterior? Existe aquí en México un numeroso grupo de políticos y empresarios a los que les han dado por llamar “Los Illuminati (¿?)”. No estoy enterado de si sus políticas, metas o actividades sean la de descubrir secretos, pero lo que sí sabemos es que hace más de dos décadas se organizó este grupo (¡uno de los pioneros fue Pepe Guindi –también fundador--, al que ya no invitan a sus eventos¡). Estuve invitado –entonces-- a dos reuniones, una celebrada en casa del propio Guindi y otra en casa de Ramón Aguirre (entonces Jefe del Departamento del Distrito Federal). En aquellas reuniones me encontré con Carlos Hank González, César Balsa, Mario Moreno “Cantinflas” y don Alejo Peralta. Todos ellos, pasaron a mejor vida (qepd). Sin embargo, desde mis columnas de El Universal, plasmé notas que hablaban de las comidas de este grupo. También forman parte de este grupo los siguientes personajes: Miguel Alemán Velasco, Carlos Peralta Quintero, César Balsa, Anuar Name, Jesús Murillo Karam, Roberto González Barrera (“Maseco”), Emilio Gamboa Patrón, Carlos Hank Rohn, Francisco Rojas, César Balsa Jr., Emilio Checa (durante una buena época vivió en Madrid), Alfredo y Antonio Chedraui; Félix Cantú, Toño Urquiza, Guillermo González Nova, Polo Silva (qepd), Mario Moreno Ivanova, etcétera. La mayor parte de éste grupo estuvo –recientemente-- en comidas que ofrecieron González Nova, Name y Peralta Quintero. En una de esas reuniones, estuvieron también Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray. No sé si Jacobo Zabludovsky y Lucho Gatica hayan han asistido a éstas reuniones. Nadie está seguro del por qué –quién o quiénes-- le pusieron el nombre de “Los Illuminati” a políticos y empresarios mexicanos, ya que aquella orden de Baviera estableció una asociación de sapiencia que llevó a crear una “orden secreta”, que no negaba la huella de su modelo de organización. Nos referimos a la Compañía de Jesús. Antes, les llamaban Bund der Illuminaten (Unión de los Iluminados) y después Illuminatenorden (Orden de los Iluminados). Ellos, Los Illuminati, pugnaban por consolidar en primera línea, todo lo del corazón y de la moralidad que llevaría al grupo a autodominarse y, por lo tanto, serían “superfluas” algunas disciplinas como el despotismo espiritual ejercido por la Iglesia Católica, entre otras. Los illuminati de México están muy lejos de esto, ¿o no?
OBAMA SE PUSO BLANCO
Por primera vez el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se puso blanco del ridículo que hizo en Inglaterra. Y no es que  haya querido emular a Michael Jackson, sino de la de vergüenza protocolaria que pasó al adelantarse en su deseo de levantar la copa con la Reina Isabel II. ¡Salud mi reinita! Sin embargo, Obama confió en su inteligencia y resultó ignorado por su majestad, quien no rompió con el comportamiento para escuchar el himno británico God Save the Queen.
La gira de los Obama por Inglaterra, no se salvó de pasar por situaciones bochornosas. Resulta que “La Bestia” es un auto antibombas pero no es “antirampas”. En algo tenía que fallar el vehículo presidencial estadounidense al quedarse atorado en una rampa cuando salía de la embajada de Estados Unidos en Dublín, los británicos sólo se rieron.
Lo anterior quiere decir que no existe la perfección, pero si la sencillez con la que se manejó la reina al llegar a la Casa Winfield, en el lujosos y exclusivo Bentley State Limousine. La pareja norteamericana al ver el tipo de auto de la monarquía, que llegó bien y sin atorarse como otros, solo hicieron gesticulaciones sorpresivas.
LEONORA CARRINGTON
Hace unos días, tuve una amena charla con Elena Poniatowsa. Hablamos de diversos temas, uno de ellos de Leonora Carrington, sí de la mujer que fue integrante del movimiento surrealista, de la mujer que se enamoró de México, de la mujer especial que supo recrear la pintura, la escultura y su talento de escritora.
Hoy, Leonora es una leyenda, una dama del arte que viajó por el mundo. Su trabajo ha quedado en museos de Londres, Nueva York, Washignton, México y en algunos sitios donde nunca imaginó quedar inmortalizada. A sus 94 años, seguía pensando en proyectos por desarrollar, algunos de ellos se quedaron inconclusos. Amiga de grandes personajes como Octavio Paz y Luis Buñel. Esposa de Renato Leduc, con quien llegó a nuestro país en 1942, se divorció un año después y en 1946 se volvió a casar en 1946 con el fotógrafo Emérico Weiz.
El universo de Leonora se queda donde siempre habrá un lenguaje por decifrar, de ese mundo que en ocasiones no siempre le agradaba hablar de su testimonio. Y hasta la próxima, ¡abur!
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