Petróleo
y soberanía
PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN
LAS RIQUEZAS DE NUESTRA TIERRA son
para los mexicanos y los sectores estratégicos de nuestra economía son
propiedad exclusiva de la
Nación. Largos siglos de lucha en contra del colonialismo y
la dependencia externa condujeron a la Expropiación Petrolera.
La Revolución
mexicana produjo la
Constitución del 17 en la que se reivindica para la Nación las riquezas del
subsuelo y para la Nación
y su gobierno el control de los recursos naturales de nuestro país.
Carlos Romero Deschamps, Jordy Herrera Flores y Juan José Suárez Coppel
Los sectores estratégicos deben ser
controlados y monopolizados por el Estado en aras de la seguridad nacional y
del desarrollo del país. Así lo marca la Constitución. Los
artículos 27 y 28 son claros y contundentes. Incluso se prohíben cualquier
concesión o contrato a empresas privadas.
A raíz del desarrollo del
neoliberalismo y del dominio del FMI y el Banco Mundial sobre el gobierno y la
economía mexicanas, de la privatización de la cuantiosa mayoría de las empresas
públicas, de la firma del TLCAN y la
ASPAN, y de los planes de integración o anexión de México en
seguridad y energéticos, comenzó el proceso de privatización del sector
energético. La
Constitución se ha violado impunemente desde hace 20 años en
que Salinas introdujo los contratos de servicios múltiples y los permisos de
generación eléctrica a las empresas privadas, que han conducido a una situación
en la que la mitad de la energía eléctrica ya esta privatizada.
Los gobiernos neoliberales han
pisoteado sistemáticamente la
Constitución, de manera descarada o veladamente,
implementando nuevas leyes anticonstitucionales. Las “reformas estructurales”
en gran medida vienen a “legalizar” lo que en la práctica son hechos
consumados. La reforma laboral ha “legalizado” prácticas antilaborales
generalizadas desde hace 30 años.
Las iniciativas de reforma petrolera
que Calderón quería aprobar en 2008 y que frustró el Movimiento en Defensa del
Petróleo, se han venido aplicando en la práctica desde hace cinco años,
violando el 25,el 27 y 28 de la Constitución.
El cinismo del PRIAN ha sido
patético. Calderón inventó la figura de “Contratos incentivados” para darle
entrada a las corporaciones extranjeras a la exploración y explotación
petrolera. Pemex Exploración y Explotación ha dado a la compañía francesa Schlumberger 216 contratos por 97 mil
millones de pesos; a la norteamericana Halliburton,
128 contratos por 8 mil millones de pesos; a la Weatherford
contratos por 9 mil millones de pesos; a la Global Deilling por tres mil millones de pesos. Houston Texas JRH recibió contratos por
394 millones de pesos para el Aseguramiento de la Integridad y
Confiabilidad del Sistema de Transporte de Hidrocarburos por ductos de PEP
Sistema 4. También han sido contratadas Exxon
Mobil y British Petroleum. Para
cuidar la Seguridad
de la empresa contrataron a Betchell
Du Pont. Vicente Fox, en el período 2000-2004 le dio a Halliburton 156 contratos por mil 222
millones de dólares. Desde hace años con los Contratos de Obras y Servicios y
los Contratos de Servicios Múltiples hicieron de Pemex un gran negocio para
compañías privadas.
En 2012 se firmaron Contratos
Integrales de Servicios para la
Exploración y Producción en aguas profundas, y también en
Chicontepec. A las empresas extranjeras que participaron en las licitaciones se
les entregó sin costo alguno el Inventario de Reservas y Mapas que a Pemex le
costó 50 mil millones de pesos. Así comprometieron los bienes nacionales a la
avaricia de las corporaciones. Toda ésta actuación ha sido totalmente
anticonstitucional.
Toda la gestión del PRIAN busca
favorecer y enriquecer a las corporaciones extranjeras. A la Shell le vendía en 2007 el
crudo más barato que el fijado por el legislativo para que lo refinaran en Deer
Park. Cuando el petróleo estaba a un promedio de 61.6 dólares se lo vendían a
20 dólares el barril y le compraban la gasolina a 74 dólares.
El 20 de febrero de 2012 Calderón
firmó con Obama y Hillary un convenio para aprovechar conjuntamente los
Yacimientos Transfronterizos en condiciones que serán de gran ventaja para
Estados Unidos.
A Pemex la descapitalizan y casi
todas las ganancias se las lleva, vía impuestos, el gobierno federal. Una vez
sin recursos, la endeudan. Pemex debe 150 mil millones de dólares tan sólo de Proyectos
de Inversión Diferidos en el Gasto (Pidiregas). Entre 1998 y 2008 se acumuló
una deuda por 70 mil millones de dólares en créditos. Hoy, Pemex es la empresa
petrolera más endeudada del mundo. Con el saqueo fiscal, de 1995 a 2006 pagó impuestos
por tres billones de pesos. Obligan a la descapitalizada Pemex a contratar
créditos del extranjero y así la renta petrolera se la llevan los acreedores.
El petróleo es el mejor negocio. Se
extrae a un costo de 10 dólares, y se vende en 100 dólares. Actualmente se
obtienen 2.6 millones de barriles diarios de petróleo. En época del gobierno de
Vicente Fox se llegaron a producir más de tres millones diarios de barriles. La
extracción ha sido irracional. Han ido agotando las reservas probadas: De 20.1
mil millones de barriles en 2002 disminuyeron a 14.7 mil millones en 2007,
explotándolo de manera rapaz y desmedida, y lo peor es que, tras ese saqueo y
de que el 60 por ciento del petróleo se exporta. Pemex no tiene recursos para
invertir en la industria.
Con respecto a las reservas, se ha
insistido en que éstas se agotarán en pocos años. En realidad lo que quieren es
asustar a la población y fingir la necesidad de abrir Pemex al capital privado.
También concesionan el gas. A la
española Repsol le entregan la Cuenca de Burgos, mientras
que se quema el gas de Cantarell, Tula y Salamanca. En todos lados, pero se
importa a través de Repsol gas de Perú.
En Repsol invirtió Pemex 21 mil millones de dólares. La CFE firmó contratos por 37 mil
millones de dólares, de los que 15 mil millones fueron para Repsol. Pero no hay dinero para invertir
en Pemex y se necesita inversión extranjera. Se ha invertido hasta hoteles
flotantes con Astilleros de Galicia, donde invirtieron 38 millones de dólares.
La Cámara de Diputados presupuesta el petróleo
en 62 dólares y éste sube a 102 dólares. La diferencia la gasta el gobierno federal en lo que guste,
porque no está presupuestado. Los gobiernos de Fox y Calderón recibieron miles
de millones de dólares de ese excedente petrolero y no le dieron cuentas a
nadie.
Pemex ganó 142 mil millones de
dólares en cuatro años y no hay para construir una refinería. Gasta anualmente
25 mil millones en importar gasolina y muchos otros millones en productos
petroquímicos. ¿No conviene construir refinerías?
Al FMI y al BID le regalan 18 mil 838
mil millones de dólares -250,000 millones de pesos a inicios de 2012- para
ayudar a rescatar a Europa. ¿Y quién rescata a México?
Se importa el 45 por ciento de
la gasolina y no invierten en construir una nueva refinería. El objetivo del
actual gobierno es permitir refinerías privadas de capital extranjero, por eso
el gobierno de Calderón no cumplió su promesa de construir la nueva refinería
de Tula, Hidalgo.
Se dice que es necesaria la inversión
privada pues Pemex no tiene recursos. ¿Por qué no los tiene? De 2000 a 2012 pagó 687 mil
millones de dólares de contribuciones, que significa hasta el 40 por ciento del
presupuesto federal. Por eso Pemex no tiene recursos. Es necesario otro régimen
fiscal que le permita a la empresa tener lo suficiente para invertir.
Enrique Peña Nieto habló en Alemania
y en Brasil de abrir a la exploración, producción y refinación, y ha anunciado
en todos los tonos que quiere abrir competencia a refinación, Ttansporte, petroquímica,
y eliminar subsidios. Así lo hizo firmar en el Pacto por México.
Dicen que Pemex necesita recursos
externos para la exploración, explotación y producción. Esto es falso. EN
1972-75 Pemex descubrió con sus propios medios los grandes yacimientos de
Chiapas, Tabasco, Sonda de Campeche y
Cantarell, pues ha tenido los técnicos capaces de levantar la industria
contando con tecnología y metodología propia.
Pemex puede y debe ser una empresa estatal
autosuficiente que sea un motor para el desarrollo económico de México, hemos
de oponernos a los nuevos planes privatizadores para rescatar nuestra soberanía
energética. La movilización popular debe frenar las políticas entreguistas del
PRIAN y llevar al triunfo nuestra soberanía energética.
Hoy urge la organización y
movilización para evitar que el Congreso, dominado por PRI, PAN y aliados haga
valer lo que ya prometieron en el Pacto por México. Es necesaria la mas amplia
unidad del pueblo de México, por encima de divisiones ideológicas, partidarias,
religiosas, de edad, género, origen, preferencias y estilos de vida, para
defender la soberanía y hacer prevalecer los intereses populares.
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