Condy Rice, de
Chevron, apadrina reporte
del WWC/ITAM/Imco para privatizar Pemex
ANTES DE QUE PRIVATICEN PEMEX, lo están desmantelando por dentro sus peores enemigos:
sus ex directores (dos son cabilderos, uno de las petroleras texanas y otro de
las británicas, además de ser directivo de la depredadora texana Schlumberger),
sus ex secretarios de Energía (la itamita/calderonista Georgina Kessel,
empleada de la gasera española Iberdrola, y el zedillista-cordobista Luis
Téllez Kuenzler, miembro del Grupo
Carlyle bushiano) y sus dos
consejeros profesionales, quienes se arrogan atribuciones que no les fueron
conferidas como empleados: un filoperredista que firmó el reporte entreguista
del Centro Woodrow Wilson (WWC)/ITAM/Imco que encabeza el angloestadunidense
Duncan Wood, y el segundo, el filopanista Héctor Moreira Rodríguez, quien fue a
rematar Pemex con Bloomberg a Nueva York.
Perturbó la brutal
amenaza que profirió el polémico Luis Téllez Kuenzler, presidente de la Bolsa Mexicana de
Valores (BMV) -a quien se le sumó de asesor estrella el controvertido
Joseph-Marie Córdoba, presuntamente implicado en el affaire Colosio-, quien advirtió de una fuga
masiva de capitales si no se privatiza Pemex (Capital de México, 26/7/13).
Han sucedido muchas
interrupciones extrañas en la BMV
en la etapa Téllez/Córdoba y aterra que su software
y manejo sean producto de empresas con sede en Haifa, Israel (¡supersic!), y
Austin, Texas (El Financiero, 26/7/13), lo que atenta
ostensiblemente contra la seguridad financiera y nacional. ¿Dónde están los
ciber-resguardos de origen y destino de México?
El reporte expoliador
del Centro Woodrow Wilson/ITAM/Imco que dirige Duncan Wood representa la
quintaescencia de la reforma Peña/Videgaray/Aspe (ver Bajo la Lupa,
30/6/13; 3, 7, 10, 14, 17, 21, 24 y 28/7/13) y entona la exigencia del poder
petrolero a los más altos niveles del gobierno de Estados Unidos, si nos
atenemos a su apadrinamiento por Condy Rice -ex directora de
Chevron, ex asesora de Seguridad Nacional y ex secretaria de Estado de Baby Bush- en su célebre
encuentro con el consejo consultivo mexicano del Centro Woodrow Wilson (es.scribd.com/).
Altos precios.
El Centro Woodrow
Wilson operó el retiro espiritual petrolero en Sunnylands, en octubre de 2012,
donde su Instituto México realizó recomendaciones en materia energética (wilsoncenter.org),
bajo la batuta de Condy Rice y adonde acudieron
Emilio Lozoya Austin, Rafael Fernández de Castro (del ITAM), Daniel Servijte y
Enrique Krauze Kleinbort, éste miembro tanto de la Comisión Trilateral
(trilateral.org/)
como del Committee on the Present Danger (atimes.com/) y
prominente aliado del FAES del Partido Popular español de José María Aznar
López, hoy en el ojo del huracán por su pestilente cleptocracia.
De las
recomendaciones expoliadoras resaltan la creación de una plataforma común
(¡supersic!) de producción y exportación de Norteamérica (¡supersic!) y la
creación de una nueva visión (sic) para la cooperación de energía en
Norteamérica (sic) reconociendo que el petróleo y el gas pueden ayudar a
estimular un ciclo de crecimiento y desarrollo en los tres países que pueda
mover significativamente las economías de los tres hacia adelante. ¡Ni más ni
menos que la reforma Peña/Videgaray/Aspe!
No fue un asunto
menor que Condy Rice, conservadora del Partido Republicano y uno de los más
importantes tornillos del engranaje del poder petrolero en Estados Unidos, haya
apadrinado -con el aval del embajador de México en turno, Arturo Sarukhán
Casamitjana- el retiro de Sunnylands para interactuar con el consejo
consultivo mexicano del Centro Woodrow Wilson (es.scribd.com/).
Condy es
un personaje fuera de serie: puede ser motivo de ditirámbicas apologías -desde
su capacidad musical y académica- hasta las más execrables diatribas –por su
presunta indolencia previa al 11-S (sourcewatch.org/),
pasando por negocios turbios de Chevron en Asia Central, hasta su colaboración
mendaz para invadir Irak.
Vinculada a los
máximos jerarcas del poder crudo y rudo de Estados Unidos -dos pesos pesados: George
Shultz y Brent Scowcroft-, íntima del primer círculo bushiano y miembro del controvertido grupo de los Vulcans, el peso
específico de Condy radica en que
representa(ba) los intereses supremos de Chevron, la segunda trasnacional
petrolera-gasera de Estados Unidos, que ocupa el octavo lugar en el ranking de las 500
empresas más importantes del mundo de Fortune/CNN, con ingresos de más
de 245 mil millones de dólares (2012).
Chevron es la nueva
denominación de la legendaria trasnacional Standard Oil of California fundada
por J.D. Rockefeller (¡supersic!) y llamada posteriormente Esso Standard Oil. En
forma interesante, Chevron y Texaco se fusionaron un mes después del 11-S
(ficha personal de soberania.org; Dossier Estado Corporativo).
La omnipotente
Chevron siempre ha tenido a alguien, como Condy, en la Casa Blanca, sea el
presidente republicano o demócrata ( Democracy Now!, 3/12/08). Los portales
de investigación han detallado desde el Osamagate
(Salon.com, 19/11/01) hasta el Condigate
(ThinkProgress, 21/4/05), que exhiben los escandalazos de la ex
directora de Chevron, en los que se reseña la enorme influencia cupular de las
petroleras de Estados Unidos.
Una de las grandes
hazañas de Condy,
connotada experta en asuntos soviéticos, fue haber descolgado un
suculento contrato para Chevron en el gigantesco campo petrolero de Tengiz
(Kazajstán).
Las famosas sanciones
contra Irak que patrocinó Estados Unidos resultaron en realidad un freno a la
inversión ajena que no fueran las petroleras de Estados Unidos, como Chevron,
quien con la mano en la cintura se pasaba las prohibiciones por el arco del
triunfo para hacer negocios bajo la mesa con Irak en la frontera con Irán (IPA,
10/5/07).
En forma impactante,
Scott Creighton (American Everyman, 26/12/09) recuerda que “Condy, desde su ubicuidad dual
en Chevron/Casa Blanca, había concluido los planes de invasión a Afganistán dos
días antes del 11-S”. ¡Qué eficiencia y omnisciencia!
Con profunda gratitud
Chevron bautizó a uno de sus tankers
con el nombre de Condy, lo que, debido a las protestas
de la opinión pública, se vio obligado a cancelar ( SFGate, 5/5/01).
La movilidad de Condy en el Olimpo
estadunidense es pasmosa y ahora forma parte de un proyecto conjunto de Chevron
con el influyente think
thank CSIS bajo su omnisciente batuta (The Washington Post, 2/6/13).
El poder de Chevron
es inconmensurable: fue condenada por los tribunales de Ecuador por su
depredación ambiental en el Amazonas con una multa de 19 mil millones de
dólares, que con la mano en la cintura los jueces estadunidenses de distrito
desecharon bajo la falacia de que una sentencia de un tribunal extranjero no
tenía aplicación legal en Estados Unidos (rebelion.org/). No
comment!
¿Tienen la más mínima
idea los entreguistas/pactistas/catastrofistas de la reforma
Peña/Videgaray/Aspe con quién van a compartir su lecho matrimonial energético? * La Jornada
alfredojalife.com
Twitter: @AlfredoJalife
Facebook: AlfredoJalife
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