Calderón pretende minimaximato
RODOLFO SÁNCHEZ MENA
Gustavo Madero
La
reciente declaración de Felipe Calderón, en Paraguay: “…El crimen organizado se apodera de las instituciones…”, es un
choque de Presidentes. Los mexicanos nos encontramos entre un Calderón que se
ha ido, pero porfía en permanecer, y un presidente, Enrique Peña Nieto, que a
un año de iniciado su sexenio, (sos)tiene a Calderón y a miles de panistas con
plazas de 90 a
más de 200 mil pesos en su gobierno, para sacar adelante la aprobación de
reformas y luego poder aterrizarlas.
Calderón,
nuevamente vuelve a actuar como si tuviera el poder y genera un problema de
Estado. Hace sólo unos meses, vino a México a dar el espaldarazo al senador
Ernesto Cordero, en sus aspiraciones de líder de los panistas, reemplazando a Guastavo Madero en la jefatura nacional del PAN,
cerrándole la puerta a la alternativa que representa la precandidata,
Josefina Vázquez Mota.
Josefina Vázquez Mota
Ahora,
Calderón exige la entrega de Michoacán a su hermana Luisa María e insiste en
convertir a la tierra de Morelos en patrimonio familiar-hereditario,
compartiéndolo con la familia Cárdenas. La pretensión de los Calderón está
fuera de la legalidad, ante el contundente rechazo de los michoacanos a Luisa
María, derrotada por Fausto Vallejo en las pasadas elecciones.
Calderón
presiona para imponer un gobierno de dos cabezas, un duunvirato. Al descartar a Margarita Zavala de la competencia
interna panista e insistir en la entrega del PAN al senador Cordero y a la
familia Zavala Gómez del Campo, fortalece su propósito de en un gobierno bicéfalo.
Con
un gobierno bicéfalo, Calderón predominaría con el apalancamiento de la Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos (DEA),
a la par que se fortalecería la presencia de esta agencia, tal como se planteó
en la Interparlamentaria
México-USA, presidida de facto por el embajador Anthony
Wayne.
La
agenda Interparlamentaria sufrió un retroceso, al tiempo que las tesis del gobierno
de Peña quedaron acotadas por los temas panistas: a) seguridad energética,
legado de Fox; y b) retorno al Plan Mérida, acordada por Calderón.
El
contexto del choque de poder entre el Presidente constitucional y el ex
presidente, tiene forzosamente desenlaces y nuevas alianzas, pues está en juego
(de poder) la instauración de un nuevo bloque de poder.
Veamos:
El retiro -¿estrategia?- del PRD del Pacto por México en medio de las reformas
política y energética, coincidió con la irrupción mediática del secretario de
Hacienda, Luis Videgaray Caso, quien ve al Estado mexicano amenazado en
Michoacán, y ofreciéndole al gobierno priista de Vallejo apoyos para crear un
frente político social a la violencia.
Ante
esa amenaza señalada por Videgaray Caso, el Ejército y la Marina modificaron la
estrategia de la Secretaría
de Gobernación, a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong, al tomar el puerto de
Lázaro Cárdenas y posteriormente Apatzingán. A la Policía Federal la
dejaron fuera, cuidando sólo los accesos a ambos territorios. Ya no tiene el
mando de las acciones.
Milicias campesinas
El
ex director del Cisen, Guillermo Valdés denunció que Calderón abrió el país a
la inteligencia, civil y militar, para crear “centros de inteligencia”,
“centros de fusión”, (dicen que se fundió el cerebro a Calderón), para conducir
la guerra y el espionaje masivo a México. Destaca el hecho de la creación de un
centro de inteligencia dominado por las agencias norteamericanas, al que México
no tuvo ni tiene ningún acceso.
El
despliegue del Ejército en la toma de
Apatzingán, si bien responde a la escalada de ataques de los Caballeros Templarios y al surgimiento de
una nueva guerrilla, obedece antes que nada a la toma del enclave político de
Cuauhtémoc Cárdenas. En Apatzingán se localiza el rancho “Galeana” de la
familia Cárdenas.
Mientras,
las milicias campesinas de las autodefensas armadas cierran el candado en el
municipio de Tancítaro, zona productora de amapola y aguacate; ahora, se
preparan para la toma estratégica de la capital económica de Michoacán:
Uruapan.
Ese
cuadro es explícito en la pretensión, fuera de toda legalidad, de apoderarse
del estado de Michoacán. Calderón por intermediación su hermana Luisa María (Cocoa), popularmente conocida como La chocolata, y de los senadores del
bloque calderonista, plantea desaparecer los poderes estatales y poner como
gobernadora a la actual senadora. Los Calderón hacen todo lo posible por
desestabilizar a Michoacán y al Estado mexicano.
Las
declaraciones de Calderón en Paraguay tienen objetivos concretos, definidos y
explícitos, que podríamos resumir como testamento Mouriño:
1)
acuerdos con España, particularmente los referidos a las inversiones con la
empresa de origen nazi, Repsol; 2) apoyo al régimen
neofranquista del Partido Popular y sus intereses en América Latina,
representados por la
Fundación de Pepe
Aznar, que propone la incorporación de América Latina a la OTAN. 3) No afectar las concesiones mineras, concedidas a 25 años, y
renovables a 50, y
4) Considerar el estado de Michoacán como
patrimonio familiar de los Calderón Hinojosa, en alternancia con la familia heredera
Cárdenas Batel, para lograr un espacio hegemónico y dejar de generar conflicto
por legitimidad y acuerdo post guerra del narcotráfico.
Destaca
el hecho que Peña Nieto no ha querido afectar a Calderón ni mover una sola de
las 20 mil plazas detentadas por panista, con los más elevados sueldos y
prestaciones, pese a no tener una respuesta profesional de trabajo y, por el
contrario, funcionar como caballos de Troya en espera del derrocamiento del
gobierno, para un feliz retorno del calderonismo.
Sigue sintiéndose mandón
Solamente
se ha dado a conocer la investigación de la Secretaría de la Función Pública en
contra de Alejandra de la Sota,
por tráfico de influencias y la celebración de contratos multimillonarios con
un “cartel de amiga(o)s” que habría
producido una multimillonaria panista, y que llevaría de la mano a los negocios de Felipe tan pronto se viera
en riesgo de ir a un penal de alta seguridad.
En
un clima de ambiciones desatadas se dan traiciones y deserciones desde el más alto nivel del
calderonismo, sumadas a las de los que
se aferran a los tiempos idos para permanecer a toda costa. Es el caso de
Guillermo Valdés Castellano y la publicación de su libro Historia del narcotráfico en
México, en el que nos revela la función del Cisen cuando el fungía como
director de este centro al servicio de la inteligencia norteamericana.
El
documento de Valdés se elaboró con apoyo de una de las agencias norteamericanas
partícipes en la guerra contra las drogas. Como esta guerra forma parte del
conflicto que actualmente enfrenta a la
CIA con la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) por el
espionaje global, el libro Historia del narcotráfico en México”,
una lectura obligada por el choque de estas agencias por el poder en los
Estados Unidos.
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