Descubrimientos oportunos
Enrique Pastor Cruz Carranza
“Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil”
Goethe
 Nada en la vida es fruto de la casualidad. A diario confirmamos esta regla y aspecto tan importante sobre el sector energético, no podría estar al margen de semejante sentencia.
Después de muchos amagos e intentos, se cumple la sentencia de Richard Lansing y la involución histórica sobre el 18 de marzo de 1938, cuando Lázaro Cárdenas del Río decretó la nacionalización del petróleo, y nueve meses después nació con financiamiento de las dolidas petroleras globales el Partido Acción Nacional para iniciar la recuperación ya consumada.
Al margen de las simulaciones de resistencia y los acuerdos con millonarios “estímulos”; fiestas inolvidables en centros de vacacionistas con moral impoluta y hormonas dislocadas, puestas en el dominio público con los efectos de dinamitar rezagos del Zedillo-Fox-Calderonismo en las cámaras legislativas y fortalecer el liderazgo dentro del PAN de Gustavo Madero que derriba mascaras de moralidad azul celeste, para darle cursos a las propuestas de reforma y sus leyes secundarias, el plan se ha consumado.
 Intereses trasnacionales
Se destaca también la tremenda urgencia de quienes apuran acelerar los tiempos de Enrique Peña Nieto para que, su éxito personal y político global de concretar estas reformas estructurales, sean degustadas en el nuevo festín petrolero, sabedores que si madrugan, se podrán llevar los mejores paquetes y más jugosos contratos sin riesgos compartidos.
Superar las expectativas de las trasnacionales petroleras y eléctricas de quienes confiaron en Vicente Fox Quezada, con inflado capital político de apoyo y fuerza popular, terminó en una sátira disfuncional de pésima edición en los entornos de la “transición democrática sin rupturas” del 2000.
La apuesta entonces se enfiló a Felipe Calderón Hinojosa que, siendo un auténtico ente dominado por el Clan Mouriño desde Campeche, se había convertido en el candidato idóneo para cristalizar el proyecto de cambiar a fondo la Constitución y formalizar el retorno de los porfirianos explotadores de la riqueza energética nacional, sin sobresaltos de impedimentos legales y sin resistencia de grupos nacionalistas radicales que, por lo visto, son de forma, pero muy afecto a los fondos económicos deslizados mediante prerrogativas a partiditos políticos concesionados. El Sol brilla y la lluvia moja todas las parcelas de nuestra “dictadura plural carnavalesca perfecta”.
No había cantado tres veces el gallo después de los festejos de la promulgación de la reforma energética en los atestados patios del recinto donde gobernadores, diputados, senadores, empresarios, embajadores y apologistas rendían tributo al proyecto de “Mover a México”, cuando en la prensa nacional se dio la nueva noticia de afortunados descubrimientos de nuevos mantos petrolíferos en las costas de Tabasco.
 Si fue penal…
En esta ocasión, no fueron los empleados de Pemex, empresa “de todos los mexicanos” “donde no se vendió ningún tornillo” para confirmar y afianzar el sentido de posesión. Ahora, (por decreto muy democrático y sin resistencia real o reclamos similares de coincidencia nacional al penal, tragedia que nos expulso del Mundial frente a Holanda), seremos los deudores-paganos de todo los robos concertados y saqueos impunes de ayer, hoy y siempre. Nuestro Fobaproa energético que con el Fobaproa bancario, nos convierte en deudores antes de nacer y después de nuestra muerte.
En esta ocasión y para irnos acostumbrando, fueron empresarios tabasqueños quienes celebraron el anuncio de los funcionarios-cabilderos globales de Pemex (Pemex “es nuestro”), sobre el descubrimiento del mega-yacimiento frente a las costas de Tabasco, de por lo menos mil millones de barriles de crudo.
La nota con relevancia en todos los medios de comunicación abre la puerta mágica a la buenaventura de quienes “apostaron”, por México a invertir (¡¡??) sus capitales y hoy podrán tener la certeza que no se equivocaron (sic).
Fue el siempre educado y patriota Héctor Dagdug Rangel, presidente de la Confederación Patronal, quien dio “la buena noticia” por sus efectos en atracción fatal de inversiones y generación de muchos empleos sin aumento de salario mínimo.
Como si fuera una pandemia similar a las suscitadas en la pobre África, los empresarios informan que ya 200 empresas locales buscan asociarse para lograr éxitos, esperando superar al pobre de Amado Yáñez y su referente de éxito bisexenal “Oceanografía”.
El éxtasis llega a su máximo nivel, cuando el director general de Pemex Exploración y Producción (PEP) -donde dejó una estela de impunidad y corrupción Carlos Morales Gil sin preocuparse de sus consecuencias-, Gustavo Hernández García informa y confirma la “localización” de la Cuenca Prometedora de petróleo a 15 kilómetros de la costa frente a Frontera Tabasco.
Sin especificar la fecha del bautizo y confirmación, el funcionario nos ilustra que el activo se llama “Tsimin-Xux” y que -aunque usted no lo crea- ya produce 100 mil barriles diarios.
 Fórmulas “mágicas”
Claramente la mitomanía, aprovechando el sorprendente desinterés de todos los mexicanos por esta materia, es magnífica. Nos deja que claro que será el modo operante y las reglas con las que habrán de ir “descubriendo” más mantos y campos de petróleo gracias a los poderes de investigación y tráficos de la misma, con gobernadores sin más proyecto que enriquecerse y salvar sus tropelías con la impunidad y su asociación delictiva CONAGO, y legisladores completamente ignorantes de lo que aprueban o discuten. Siempre fieles a Manlio Fabio Beltrones y a Emilio Gamboa y Patrón.
Con mucho gusto, y para evitar actos embusteros de presuntos “Estudios de Prospectivas” y otros enjuagues de los tristemente conocidos “Contratos de Papel” tan socorridos en las regiones marinas petroleras del Sureste de la nación hacedores de muchos alegres y felices “Amados, Juanitos y Ávilas Lizarraga”, les recomiendo solicitar a nuestro Club de Periodistas de México, A.C. para que les proporcionemos una copia del documento “México y su petróleo”, de don Jesús Reyes Heroles, de la colección “Sobretiro de Cuadernos Americanos”, donde el veracruzano, al entregar un informe al presidente Gustavo Díaz Ordaz sobre las condiciones de Pemex en 1968, en su página 8, y después de justificar la cancelación de contratos a las empresa petroleras en territorio nacional por violar la entonces vigente Constitución, negociaciones iniciadas el 12 de diciembre de 1964, dice:
 “En la vasta área que comprendía el contrato de tierra sumergida, se realizó una nueva sismología marina arrojando resultados alentadores de mantos. El contrato de tierra sumergida del 5 de marzo de 1949, con empresas del grupo CIMA, abarca para exploración y perforación una zona de 400 kilómetros de largo por 5 kilómetros de ancho en el litoral comprendido entre la Barra de Santecomapan, Veracruz y Puerto Real, Ciudad del Carmen Campeche”.
En simple idioma claro: Estos “nuevos descubrimientos” se conocían desde esos años y los próximos anuncios triunfalistas hasta Yucatán en el Cráter de Chicxulub, son lotería pasada con legalización y cobranza nueva.
El de “tierra firme” de la misma fecha, comprendía un área de tres estructuras geológicas que, por sustituciones previstas contractualmente, llegaron a ocho, en los estados de Campeche, Tabasco, Veracruz y Nuevo León, con superficie de 456 kilómetros cuadrados y uno más de ventas, correlativos a los mencionados.
Esos contratos eran los más importantes, no sólo por el área comprendida y por las posibilidades productivas, sino también porque en ellos se había realizado el reembolso.
La cosa es simple:
Lo que hoy se vive legalmente, ya se había cancelado por el gobierno de la República con Díaz Ordaz, y hoy se lotea y justifican nuevos afanes, para demostrar que nunca supimos administrar la abundancia y hoy sabremos pagar -con abonos chiquitos- al infinito, las deudas de nuestra negligencia e ignorancia deliberada.
Triste ver afanes tardíos de recolección de firmas, se busca revertir y /o chantajear lo que está documentado y -extrañamente- ningún ilustre Cabalero de Izquierda esgrimió en los debates censurados sin precedentes, por el Canal del Congreso.
¡Lástima Suave Patria nuestra!
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