POR ENRIQUE CASTILLO- PESADO
Durante mi estancia en la ciudad de Mérida, Yucatán, entre los sitios obligados a recorrer es sin duda Paseo Montejo, considerada la avenida más importante, nombrada así en honor de Francisco Montejo y León conquistador de Yucatán. Como todo el año hace calor, es común ver la gente caminar por Paseo Montejo, por la mañana o después de las cinco o seis de la tarde, y es que aquí se ubican numerosas instituciones públicas, privadas y las casonas que le han dado fama a esta zona, el corredor principal del turismo en Mérida.
El diseño de esta hermosa avenida tiene la inspiración e influencia de las avenidas francesas. Al caminar se vive la sensación europea como resultado de las diversas construcciones de hermosos palacetes y mansiones donde aún se mantienen vivos los grandes árboles, que con su sombra protegen a los caminantes quienes se llevan siempre una impresión agradable hacia los sentidos. Paseo Montejo tiene una extensión aproximada de 5.5 kilómetros lo cual ocupa el primer lugar como la avenida más grande de la capital yucateca. Al hacer un breve recorrido por esta avenida —es casi un deber— el sazón consiste en el encuentro con las edificaciones históricas desde el conocido Remate, la plaza ubicada en la 47 y 49, es el ingreso hacia Paseo Montejo entre los laureles, donde surge el Palacio Cantón, la famosa residencia de los gobernadores del estado hoy Museo Regional de Antropología.
En diferentes tramos se ubica la Casa Vales, Casa Peón de Regil, Casas Cámara, Casa Minarete, Quinta Montes Molina, entre otras, con sus fachadas de estilo neoclásico francés. Hay vida y se expande, a lo largo de las banquetas, con exposiciones de obras escultóricas realizadas por artistas de diferentes partes del mundo.
La huella del auge henequero
Por cierto, la Quinta Montes Molina es una construcción representativa de la época del Porfiriato y del gran auge henequero en Yucatán, es de arquitectura ecléctica con tendencia neoclásica. La casa conserva muebles de diversas épocas, los detalles permiten comprender mejor las costumbres de las casas que pertenecieron a las familias de abolengo de la ciudad de Mérida de principios del siglo XX. La historia cuenta que a final del siglo XIX y al inicio del siglo XX, fue el tiempo de esplendor y prosperidad económica con el llamado “oro verde de Yucatán”—el henequén—no solo en México sino que también adquirió prestigio mundial.
Fueron los hacendados y comerciantes yucatecos quienes acumularon fortunas e invirtieron en la construcción de bellas mansiones, especialmente en Paseo Montejo, copiando estilos que estaban de moda en Europa. Aurelio Portuondo y Barceló, cubano de nacimiento, fue uno de los hombres más ricos de la etapa del esplendor de Mérida, aquí conoció la mujer que sería, tiempo después, su esposa doña Josefa de Regil Casares. Don Aurelio fue quien promovió el término de las obras del Teatro Peón Contreras, los ingenieros responsables del proyecto fueron los mismos que trabajaron en la famosa Quinta. Historias como esta existen en diferentes puntos de Mérida y el Paseo Montejo donde tuve una interesante conversación con el mandamás del Hotel Victoria, Roberto Dajer.
Del Palacio Cantón
Otra de las edificaciones que se volvieron un icono de Mérida es el Palacio Cantón, construido en 7 años (1904-1911) para el general Francisco Cantón, gobernador de Yucatán, como la residencia familiar. Posteriormente fue sede de la Escuela Estatal de Bellas Artes, Escuela Hidalgo, Residencia Oficial de los Gobernadores y actualmente es el Museo Regional de Antropología. Aquí se resguarda la destacada colección de la cultura maya yucateca con estelas, piedras labradas, esculturas, cerámica que se han obtenido durante los trabajos de investigación arqueológica a los largo de estos últimos años.
De la época Victoriana
Parece que se detuvo el tiempo en el Victoria, un resort que tiene 3 años de abrir sus puertas en donde inicia la Mérida moderna y cosmopolita, resultado de la visión Roberto Dajer quien se suma al impulso turístico de Mérida. Su estilo refleja ese espacio, con todos los servicios, que va dirigido al viajero de placer o de negocios. Es el lugar ideal para deleitarse con la gastronomía internacional que ofrece el restaurante Verona con terraza y vista panorámica al Paseo Montejo. En el sexto piso tienen jacuzzi al aire libre y desde este nivel se puede apreciar la mayor parte de la Ciudad de Mérida.
La ubicación del Hotel Victoria permite estar cerca de los sitios de interés cultural como el teatro Armando Manzanero, el museo regional Palacio Cantón, el Gran Museo del Mundo Maya, además de estar cerca de los Centros Comerciales y Bancos. Es un verdadero placer, cada vez que tengo la oportunidad, recorrer Paseo Montejo para concer sus anéctodas históricas. Y hasta ña próxima, ¡abur!
More articles by this author
|