FÉLIX HOFFMANN, un químico de 29 años, intentaba desarrollar una variante menos tóxica de un analgésico de la época cuando se topó con lo que sería la solución "mágica" para una amplia variedad de malestares.
SU PADRE, casi postrado por un reumatismo crónico, le había rogado que descubriera un medicamento que, a diferencia del salicilato de sodio, aliviara sus dolores sin destrozarle el estómago. El 10 de agosto de 1897, el talentoso hijo tuvo éxito: anotó en su cuaderno de laboratorio que había logrado producir ácido acetilsalicílico (ASA) puro, una sustancia que poco después se haría famosa mundialmente con el nombre de aspirina.
La aspirina, el medicamento centenario sigue siendo una caja de sorpresas. Combate la fiebre, el dolor y la inflamación y se ha convertido también en el mejor guardián del corazón. Ya nadie duda de que una aspirina diaria salva vidas al evitar obstrucciones en las arterias que pueden conducir a un infarto. Pero ahí no terminan sus bondades.
A pesar de cumplir 100 años este medicamento, se le han descubierto nuevos usos En un reciente estudio acaba de confirmarse que tomar una aspirina diaria previene el cáncer y ayuda a tratarlo.
En los últimos años un grupo de investigaciones han apuntado al ácido acetilsalicílico como una fórmula para prevenir la aparición de tumores, y sobre todo del cáncer de colon.
La revista médica «The Lancet» publica ahora tres nuevos estudios que no solo confirman su papel protector sino que avalan su utilidad en el tratamiento de otros tumores, como el cáncer de próstata, pulmón o vejiga. Y todo con un medicamento que tiene un precio muy accesible en la actualidad. Los tres trabajos pertenecen a la Universidad de Oxford y están dirigidos por el profesor Rothwell.
Este especialista ya había establecido que una aspirina diaria reduce el riesgo de morir por un cáncer a largo plazo. Sin embargo, sus efectos a corto plazo estaban menos claros. Tampoco se había determinado cuál era el riesgo-beneficio de consumir durante años una dosis diaria del medicamento. Riesgos como sufrir una hemorragia, uno de los principales peligros de su toma. Las respuestas han llegado con estas nuevas investigaciones. En uno de estos trabajos se comprobó que el riesgo de morir por cáncer se redujo en un 37% en los participantes que la tomaban de forma diaria. Este efecto positivo se conseguía casi en la misma proporción tanto en hombres como en mujeres.
La posibilidad de sufrir un sangrado o una hemorragia también se detectó, aunque se vio cómo se minimizaba a lo largo del tiempo. Paradójicamente, los autores encontraron que los casos fatales por hemorragia cerebral fueron más bajos en el grupo de pacientes que tomaban aspirina diaria que los del grupo control. Sin el riesgo de hemorragia, el equipo de Rothwell cree que hay más razones para recomendar la toma de una aspirina diaria como fórmula para prevenir la aparición de tumores.
En los otros dos estudios se ofrecen las primeras pruebas de que el medicamento centenario es capaz de evitar la extensión de un tumor a otros órganos y prevenir la temida metástasis. Esto se demostró en pacientes con cáncer de colon, pulmón y de próstata La aspiración a prevenir el cáncer con la aspirina viene de lejos.
Fue en los años 70 cuando los científicos decidieron pensar que podría haber una causa efecto en aquellos estudios en los que los consumidores de aspirina parecían protegidos frente al cáncer de colon. Aunque los estudios más sesudos empezaron a aparecer diez años más tarde.
El efecto protector de la aspirina y del resto de medicamentos con propiedades similares (antiinflamatorios no esteroideos) está en su poder antiinflamatorio y quizá también en su capacidad antiplaquetaria.
Así que visto lo anterior no hay que menospreciar a un antiguo medicamento como la aspirina.
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