El movimiento estudiantil popular de 1968
José Manuel Irenn Téllez.
EN 1929 SURGE EL PNR-PRM-PRI, con la línea política y social del colaboracionismo de clases. Y de esa manera se desarrolla el presidencialismo omnipotente, omnímodo y autoritario durante 12 sexenios priístas en los que se cuenta el de Gustavo Díaz Ordaz.
EN 1968 LA SOCIEDAD mexicana observaba como las familias priístas se heredaban el poder, en medio de corrupción, injusticia social, analfabetismo, así como la violación de las garantías individuales y como en cada régimen surgían nuevos millonarios dentro de los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal, con el robo de los recursos públicos a cielo abierto.
En el mismo orden de ideas, el partido único cooptaba a los panistas, pero a los opositores genuinos se les imponía la regla que consistía en aceptar dinero, cárcel, exilio o muerte. Y es así como México era testigo de muchos asesinatos, encarcelamientos de líderes sindicales, desapariciones y muerte a los guerrilleros.
Prensa controlada
Asimismo, la mayoría de los periódicos nacionales y los medios electrónicos estaban controlados, a través del apoyo gubernamental, por lo cual elogiaban el presidencialismo omnímodo, ganándose el adjetivo de “Prensa Vendida”.
De tal manera, que desde 1967 obreros y campesinos perseguidos pedían apoyo a los estudiantes de la UNAM. Las zonas marginadas del Valle de México expresaban gran desigualdad social que México padecía. Y en las 32 entidades Federativas los estudiantes para el régimen priísta eran un peligro “comunista”, según ellos por la influencia de Rusia y Cuba con gobiernos socialistas.
Ante ese panorama nacional con un gobierno autoritario Federal y con caciques hechos alcaldes y gobernadores, la última semana de julio se presenta una riña de estudiantes de la Escuela Isaac Ochoterena contra los estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Ante esa situación las fuerzas represivas policiales irrumpen en las instalaciones de las vocacionales, así como se lanza un bazukazo a la puerta de la preparatoria 1. Los resultados fueron decenas de detenidos y heridos que fueron reprimidos en los separos de la policía capitalina y donde los agentes del ministerio público los veían como Estudiantes agitadores y subversivos.
Esta situación represiva generó un activismo que resaltaba en todos los Centros Educativos públicos y se expresa con diversas leyendas pintadas en las paredes de toda la Ciudad de México, denunciando a la policía como “Gorilas” y a los altos funcionarios que autorizaban la persecución estudiantil. Por fin se crea el 2 de agosto el Consejo Nacional de Huelga CNH, en un principio en defensa de la Autonomía Universitaria, donde participaron la Universidad Autónoma de México, UNAM y el IPN, así como la Escuela Nacional de Chapingo, la Universidad la Salle, el Colegio de México y la Universidad Iberoamericana.
Además, en todo el país había solidaridad de Escuelas y Universidades, como Morelia Michoacán, Xalapa Veracruz y Tabasco. Y entre sus demandas, destacaba la renuncia de los jefes policiacos y la desaparición de los granaderos, la libertad a los presos políticos, no a la represión y derogación del 145 y 145 bis del Código Penal Federal.
En el CNH las decisiones se tomaban en forma colectiva y democrática. Así que; en cada facultad o escuela se informaba sobre los problemas que tenían los brigadistas de todos los participantes, mientras el Rector Javier Barros Sierra, apoyaba al Consejo Nacional de Huelga y en una ocasión marchó en compañía de miles de estudiantes.
Por otra parte, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, declaraba a los medios de comunicación que estaba por el diálogo abierto. Sin embargo, ponía por delante las tanquetas del Ejército y concentraba las policías en donde protestaban los estudiantes. Por ejemplo, el 27 de agosto de 1968 el CNH, convocó a una marcha del Museo de Antropología e Historia al Zócalo de la Ciudad de México, se llamó la “Marcha de las Antorchas”, donde participaron campesinos, ferrocarrileros, electricistas, petroleros y organizaciones de la clase media de esa época.
En esta “Marcha de las Antorchas”, participaron más de 200 mil mexicanos. En esta ocasión Amado Campos Lemus, de la facultad de Economía del IPN, propuso que se permaneciera en el Zócalo para buscar el diálogo con GDO. Pero el gobierno por la madrugada colocó, en el asta de la bandera nacional, una bandera rojinegra y culpó a los estudiantes del agravio a la bandera nacional. Seguramente fueron personas infiltradas las que realizaron esas acciones que no coincidían con los lineamientos del CNH. Acto seguido fue que “a la una de la madrugada del día 28 de agosto… los batallones 43 y 44 de infantería, 12 carros blindados de las guardias presidenciales, un batallón de paracaidistas, cuatro carros de bomberos, 200 patrullas y cuatro batallones de tránsito, desalojan de la Plaza de la Constitución a los estudiantes. En esa marcha algunas consignas fueron escritas en mantas: Muera el charrismo sindical, apoyamos al movimiento estudiantil y libertad a presos políticos.
El 29 un día después por la madrugada personas enmascaradas dispararon durante 10 minutos contra la vocacional 17, con ametralladoras y rifles de alto poder. Médicos residentes del Hospital General y la Sección 37 del Sindicato de trabajadores petroleros de la República Mexicana se declaran en huelga.
“Vecinos de Tlatelolco y Estudiantes deciden realizar un mitin, (pero) policía y Ejército lo impiden con 25 tanques y 13 camiones. Ocupan la vocacional 17, aprehenden a 23 estudiantes, la muchedumbre apedrea al Ejército y éste les dispara.
Ante esa realidad 1.) El CNH declará que durante el informe presidencial no habrá mítines ni manifestaciones. 2.) Expresa disposición de reunirse con autoridades, pero el diálogo debe ser público. 3.) Propaganda Política sin… provocar la represión de la policía o el Ejército. 4.) No intentará entorpecer los juegos Olímpicos.
El 31 de agosto la Vocacional 17 y la prevocacional 4 en la Unidad Tlatelolco sufre otro ataque de 200 paramilitares del gobierno, la lucha es interna y hay vecinos heridos… “(La Jornada lunes 10 Sep-2018. J.A. Román, Yemir Olivares” pag.14).
Tareas inmediatas
Durante el mes de septiembre, aumentó la actividad política en la UNAM y en el IPN, había que determinar el quehacer ante la posición autoritaria y represiva del gobierno de GDO. De tal manera el CNH se reunía permanentemente, para escuchar las posiciones de las demás facultades y escuelas. Asimismo, había que abastecer de volantes a las brigadas políticas y decidir el quehacer ante los estudiantes detenidos, heridos y desaparecidos.
Ante esa realidad político-estudiantil, el 18 de septiembre de 1968, se trasladan velozmente 10 mil soldados por Insurgentes, bajo el mando del General José Hernández Toledo y lo acompañan carros de asalto, jeep´s, camiones militares y tanques ligeros. Ocuparon la explanada de rectoría y todos los edificios de escuelas, facultades y centros de investigación. En cifras oficiales, mil 500 estudiantes y maestros no lograron escapar y en los camiones militares fueron llevados a cárceles desconocidas”. Los militares actuaron con fuerza represiva, golpeando y humillando tanto a profesores como a estudiantes. (Proceso. Ed. Especial57 p.25)
El gobierno calificaba a los estudiantes como agitadores, subversivos, antisociales y delincuentes. Este asalto a la UNAM tenía un antecédete “El día 13 de septiembre, se organizó la Manifestación del Silencio donde participaron 250 mil mexicanos, el día 15 de septiembre Heberto Castillo da el grito al unísono que se efectuó en el Politécnico y con ese pretexto se inicia una persecución al maestro Heberto Castillo, pero el Gral. Lázaro Cárdenas lo protege, el Presidente de la Gran Comisión de la Cámara de diputados Luis M. Farías… agradece la medida adoptada por el gobierno y solicita la devolución del campus para destinarlos a los fines para los que fueran creados; la enseñanza y la investigación sin embargo, la ocupación es un acto represivo que la Universidad no merecía…”(H. Bellinghausen la Jornada p.12-18-Sep-2018).
Politécnico
En el IPN sucedió algo parecido, pero hubo resistencia heroica para defender sus edificios, escuelas y centros de investigación”, el 24 de septiembre de 1968 después de una larga y enconada batalla, que dejó muertos, heridos y cientos de detenidos, las instalaciones de la Unidad Profesional de Santo Tomás, cayó en poder del Ejército. Raúl Álvarez Garín representante politécnico en el CNH relató: Con los granaderos era una lucha azteca a pedradas. No era un problema de armas porque ellos no traían más que macanas y …muchas veces quisieron entrarlos y no pudieron, tuvo que venir el Ejército, bajo el mando del general Gustavo Castillo, quien también participó en la toma de Ciudad Universitaria. En el IPN concurrieron 600 soldados con 15 carros blindados, con el apoyo adicional de los granaderos y agentes judiciales armados con M-1 y horas más tarde cayó en manos militares la Unidad Zacatenco”, el 30 de septiembre miles de mujeres, en Allende y Donceles, frente a la Cámara de Diputados, lloraron por los jóvenes muertos presos o desaparecidos, pidieron (en el mitin) el fin de la represión y reclamaron a sus hijos, hermanos, esposos o padres. “Vale la pena señalar que, en una ocasión, las madres de los desaparecidos fueron recibidas por la esposa de GDO y después de escucharlas les dijo: “Faltan árboles para colgar a los estudiantes que ofenden a mi marido”.
Ahí en carteles se convocó al mitin en la Plaza de Tlatelolco a las 5 de la tarde, el 2 de octubre y varios diputados les exigieron la libertad a los presos políticos y el restablecimiento del orden y las garantías constitucionales.” (IDEM proceso págs. 48 y 58).
Existen varios documentos, videos y material gráfico que nos orilla para afirmar que ante los miles de personas reunidas el 2 de octubre en la Plaza de Tlatelolco, hubo disparos de francotiradores, posicionados en lo alto del Edificio Chihuahua hacia la explanada donde había estudiantes y pueblo solidario, así como agentes y soldados en diferentes partes de Tlatelolco.
Aparece un helicóptero a eso de las 18:00 hrs y deja caer unas luces de bengala e inmediatamente se inicia la balacera de arriba del Edificio Chihuahua, y de abajo por los soldados. La gente corre y otros se lanzan a las ruinas para protegerse de las balas de alto calibre. Se utilizaron metralletas M1 y pistolas calibre 45 y los militares que disparaban desde arriba del edificio, traían un guante blanco en la mano izquierda.
La lluvia cae y limpia la sangre irreparable de decenas de estudiantes, familiares y de varios miembros de organizaciones sociales. Uno de los testigos es Américo Saldívar, que relata parte de esa masacre estudiantil”, se trata de un verdadero fuego cruzado entre ellos mismos, al centro del cual nos encontrábamos nosotros, 6:20 de la tarde, minutos atrás se había iniciado el tiroteo y la matanza toda la mitad izquierda de la explanada estaba descubierta, los soldados disparaban a ciegas sus máuser, un tanque disparó granadas al Edificio Chihuahua y empezaron las llamaradas fueron 45 minutos interminables, cuando la tropa gritó al fuego nos ordenaron que pusiéramos las manos en alto y nos llevaron escoltados por soldados… yo iba en un grupo de 200 personas aproximadamente…” (La Jornada pág. 16 14-Sep-2018).
Posteriormente los noticieros anunciaban que solo eran 27 muertos, otros heridos y detenidos. La realidad fue que se llenaron las cárceles de la Ciudad y el campo militar número uno. Nunca se contabilizaron los desaparecidos y los secuestrados por la Dirección Federal de Seguridad que los interrogaban durante semanas y luego los mandos superiores determinaban que hacer con los secuestrados. Utilizaban la tortura física y psicológica y antes de trasladarlos a sus dormitorios de Lecumberri, los recluían en el APANDO, celda hermética y sin luz ni sanitario.
Asimismo, llegaron a Lecumberri cientos de estudiantes, entre ellos menores de edad y fueron juzgados por “el corrupto e inmoral Juez penal, federal Eduardo Ferrer MacGregor”, acusando a todos por el delito de querer derrocar al Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Empero la represión continua cuando el 8 de Julio de 1970, el General Andrés Puentes Vargas Dir. De Lecumberri, dispara con su pistola al aire, siendo la señal para que los guardias de las azoteas disparen a los dormitorios M y C donde se encontraban los Estudiantes y Profesores en Huelga de Hambre.
Consideramos que, a los 50 años de distancia, el movimiento estudiantil-popular logró que se derogaran los artículos 145-145 bis del Código penal federal. Se crearon varias leyes electorales de donde surgen la partidocracia, se editaron revistas y periódicos críticos e independientes. Y se ha vuelto a ganar la calle. Aunque el Poder legislativo sigue aún sumiso al Poder Ejecutivo y existe corrupción, impunidad e injusticia social. Además, hay un poder judicial corrupto y sumiso a otros poderes.
Por fin, al no aportar pruebas fehacientes por parte del corrupto juez E. Ferrer MacGregor, para penalizar a los estudiantes y profesores, estos quedan libres, el jueves 23 de diciembre de 1971, con el lema: Dos de octubre no se olvida. Y, como lo declaró el senador Félix Salgado Macedonio, la masacre del 2 de octubre es un crimen de Estado.
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