LEXJURIDICAS
El derecho a una salud digna
Lic. Nicolás Cruz Flores
En memoria de mi padre Leocadio Manuel Cruz López 22 dic.1932-24 dic.2018. †
TODA PERSONA TIENE DERECHO a disfrutar del mejor estado de salud y el Estado tiene el deber de garantizar este derecho fundamental, consagrado en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
LA SEGURIDAD SOCIAL es un asunto de suma importancia en todo tiempo y en cualquier país democrático como es México, implica su protección por parte de los Estados como así se encuentra estipulado en los artículos 22 y 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pronunciada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
El derecho a la seguridad social a partir de la Constitución de 1917, quedó consagrada en su artículo 123 y por decreto de 5 de diciembre de 1960, se reforma y adiciona los apartados A y B; en el apartado A se conservó el contenido del texto vigente anterior a esa fecha en su fracción XXIX, teniendo como su antecedente remoto la Constitución de 1857.
En la obra El sistema de pensiones en México dentro del contexto internacional, se define a la seguridad social como:
"…un sistema general y homogéneo de prestaciones, de derecho público y supervisión estatal, que tiene como finalidad garantizar el derecho humano a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, mediante la redistribución de la riqueza nacional, especialmente dirigida a corregir supuestos de infortunio."[1]
Instituciones de Seguridad Social, que garantizan el Derecho Humano a la salud
En México existen principalmente tres instituciones públicas que proveen seguridad social: 1) el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), creado en 1943, que protege a los trabajadores del sector privado; 2) el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), fundado en 1959, enfocado a los trabajadores del sector público; y 3) el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM) establecido en 1976, el cual atiende al sector militar.[3]
La Organización Mundial de la Salud ha exhortado a todos los países a que respeten y protejan los derechos humanos relacionados con la salud. Se ha proclamado porque toda persona tenga derecho a ser tratada con respeto y dignidad, en ese parámetro las instituciones públicas que proveen seguridad social están fracasando por la sencilla razón que su personal administrativo y de seguridad, no están debidamente capacitados y sensibilizados para brindar un trato amable, de cortesía, respeto y dignidad hacia el asegurado y sus derechohabientes, quienes tienen el derecho humano a recibir una atención médica inmediata y digna.
En las primeras tres semanas del mes de diciembre de 2018, en el ISSSTE, Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos, por cuestiones de salud de mi padre, tuvo que ser internado por la gravedad de su enfermedad, durante mi estancia me percaté que por distintas áreas de dicho hospital se encuentran varios letreros con la leyenda “Trato para un buen trato” rótulos que hacen referencia a un decálogo con 10 reglas básicas para ese buen trato, sin dejar de mencionar las numerosas pantallas en las que anuncian lo mismo.
Mentira más grande para los asegurados, derechohabientes y familiares que acuden al hospital Licenciado Adolfo López Mateos, quienes lejos de ser tratados con dignidad, son maltratados y vejados por los encargados de la seguridad, que por cierto, es un cuerpo de guardias de seguridad auxiliares del Estado de México denominado “CES CUSAEM” quienes custodian, entre otros inmuebles, los principales centros hospitalarios de la Ciudad de México, tienen en sus manos el cuidado de sectores estratégicos del país, y operan en la opacidad, conocidos como los carísimos policías consentidos de Peña Nieto, según lo ha publicado la revista Proceso (No.2199).
Pues bien, este cuerpo de seguridad que se comporta de manera incivilizada dado que en todo momento maltratan e intimidan al asegurado, al derechohabiente y familiares, quienes al solicitarles alguna información de su paciente, estos niegan alguna explicación para no permitirles la entrada y permanencia en el hospital, cuya única intención es estar a la expectativa de su paciente que por alguna razón se encuentran internados, siendo además, inhumano que no se les permita cuestiones tan básicas como el acceso a las instalaciones sanitarias, mucho menos poder tomar un simple café de la calle, “supuestamente por razones de no contaminar las áreas”, sin embargo, quienes logran ingresar les es consentido comer y dejar basura en el piso y bancas siempre y cuando consuman los alimentos y bebidas que se venden en la cafetería ubicada en el área de “Urgencias” que por supuesto, sus precios son elevados y no asequibles para la gran mayoría de las personas, tomando en cuenta que es un nosocomio público en donde acuden personas que no tienen la capacidad económica para cubrir esos precios, como son las personas provenientes de los Estados de Morelos y Guerrero. A manera de ejemplo el café más barato que venden es el de 8 oz que tiene un precio de $45,00 pesos, un vaso del mismo tamaño con escasos trozos de fruta de temporada en $36.00 pesos, empanadas pequeñas $35,00 pesos, entre algunos otros productos con elevados precios.
Aunado a lo anterior, el maltrato que reciben los familiares del paciente se hace más grave cuando a pesar de que existe el espacio y bancas suficientes para su permanencia dentro de la sala de espera del hospital, sin importar la inclemencia del tiempo, lo avanzado de la noche y la edad de las personas, son lanzados a la calle sin ninguna consideración, siendo su única ayuda la que les es proporcionada por personas que han sufrido o saben de esos maltratos y acuden a proporcionar alimentos y bebidas calientes sin costo alguno, siendo una vergüenza que esta ayuda sea prestada por terceras personas y no por el hospital.
Dentro de las cosas buenas y que están a la altura de una ética profesional acorde a la situación que vive el paciente y sus familiares, se encuentra el cuerpo médico y de enfermería, mis reconocimientos en especial para el Médico Geriatra Omar Pérez Chacón y Carlos Romero Aparicio, Jefe del Servicio de Geriatría, así como las y los enfermeros Rosa, Alma, Yuri, Aurora, Angélica, Héctor, Fernando, los camilleros Oscar y Alfonso, adscritos al área de Medicina Interna del 3º piso, pidiendo una disculpa para los médicos y las y los enfermeros que en este momento sus nombres escapan a mi memoria pero que a todos ellos mis infinitas gracias por el trato digno para sus pacientes, derechohabientes y familiares.
A mi amigo el licenciado Humberto Hernández Haddad, Subsecretario de Desarrollo y Regulación Turística de la SECTUR, mil gracias por su ayuda y apoyo moral que me mostró en uno de los momentos más difíciles de mi vida.
Los malos tratos y carencias en los servicios en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos y de cualquier otro nosocomio no pueden continuar, para ello se propone, para los cuerpos de policía encargados de la vigilancia, una capacitación en materia de Seguridad y Derechos Humanos.
La creación de una estancia para albergar a los familiares de los pacientes y de un comedor social que puede ser del tipo Comunitario, Popular o Público, basados en los principios de equidad social y justicia distributiva.
[1] MACÍAS SANTOS, Eduardo, MORENO PADILLA, Javier, MILANÉS GARCÍA, Salvador, MARTÍNEZ MARTÍNEZ VELASCO, Arturo, HAZAS SÁNCHEZ, Alejandro, El sistema de pensiones en México dentro del contexto internacional, Ed. Confederación Patronal de la República Mexicana, Instituto de Proposiciones Estratégicas, Themis, México, 1993, p. 1.
[3] Serie Decisiones Relevantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, México 2007, p. 19.
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