Edición 380 |
Después de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), y del ecocidio que causó en la Cuenca de México, conocida también como del Valle de México, es urgente que se restauren los recursos naturales devastados.
Urgente la restauración
de la cuenca de México
Juan José AgustÃn Reyes RodrÃguez*
AL HABER UNA EXTRACCIÓN ilimitada de tezontle y basalto, principalmente, desapareciendo, literalmente, cerros enteros, asà como sobreexplotando minas y contaminándolas con los lodos tóxicos extraÃdos del NAIM.
SEGÚN INFORMACIÓN pública, se manejaron ocho millones de metros cúbicos de tezontle y basalto para la construcción de las pistas.
La Cuenca de México se ubica en la RHF26, del RÃo Pánuco, al haberse abierto artificialmente para que sus aguas escurrieran hacia los RÃo Tula, Moctezuma y Pánuco. Esta región cuenta con una superficie de 9’568,200 hectáreas, en porciones de los estados de México, San Luis PotosÃ, Tamaulipas, Querétaro, Tlaxcala, Veracruz, Guanajuato, Nuevo león y Puebla, asà como en la Ciudad de México. Tiene una producción de agua superficial de 21,067 millones de metros cúbicos, con 88 presas.
Comprende una superficie forestal arbolada de 2’191,732 hectáreas, correspondiendo 1’223,480 hectáreas de bosques y 968,252 hectáreas de selvas.[1]
Cuenca impactada
En la parte alta de esta región, está la Cuenca de México, mejor conocida como del Valle de México, en donde la concentración humana, polÃtica, económica, cultural, educativa e industrial ha originado una de las cuencas más impactadas del paÃs, con la desecación del sistema lacustre y la pérdida de cerros, suelos, fauna, agua y bosques, lo cual repercute en toda la región, tanto en las actividades productivas básicas, al perderse terrenos de cultivo, como en la forma de vida de las comunidades originarias y avecindadas.
Los daños causados en la región, de acuerdo con los reportes de los habitantes afectados, desparecieron cerca de 80 cerros y se explotaron 160 minas, lejos de las 16 minas programadas originalmente por el NAIM.
Adicionalmente se vertieron lodos tóxicos en minas de Texcoco, con el alto riesgo de contaminación del acuÃfero de Texcoco, del cual se surten, total o parcialmente, 12 municipios.
Sin embargo, el daño no fue solamente en la cuenca, sino también en el Lago de Texcoco, al pretender ocupar 5,000 hectáreas en el centro del mismo, con un suelo, que no es suelo, sino en la parte superficial, un espesor de 20 a 100 metros, de arcillas y de hidrogel, es decir 80% de agua y 20 % de arcillas expandibles. Después hay capas de tobas y lutitas, encontrándose la roca firme hasta más de 2,000 a 3,000 metros de profundidad, por lo que el hundimiento serÃa permanente con altos costos de mantenimiento.
Acción negativa
La desecación del Lago de Texcoco, es una acción negativa, cuyos efectos son la aceleración de la desertificación de esta zona, por la intención de evitar las inundaciones, originalmente de la Ciudad de México, pero recientemente por el NAIM. Se suma a esta devastación el drenado del lago Nabor Carrillo, de casi 1,000 hectáreas, que servÃa como refugio de aves migratorias y residentes, por el riesgo que significan para los aviones.
Asà podemos ver el ecocidio causado por el NAIM, que ¡en tres años causó más daños que la devastación causada en más de un siglo!
Después de la cancelación del NAIM en el Lago de Texcoco, el nuevo director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Gerardo Ferrando Bravo, señaló que las obras en el aeropuerto seguirÃan por algunas semanas, hasta que se lograra la negociación con los inversionistas y contratistas para hacer cambios en las condiciones de la emisión original, para que no estén condicionados al NAIM.
Además, está considerando lo que se deberÃa hacer con las obras que quedaron, para que no se desperdicien los miles de millones que se gastaron ahÃ. Ya nombró a un urbanista, Iñaki, que obviamente ya ha de estar trabajando en proyectos urbanos, con disfraz ecológico, para utilizar esas estructuras.
Esto es una señal negativa, que da la nueva administración del GACM, ya que el hecho de establecer cualquier complejo urbano, por más que se quiera simular de ecológico, tendrá repercusiones en la función hidrológica-forestal del lago y de la cuenca en general.
No deberÃa establecerse algún proyecto, institución, centro deportivo, universidad del agua, centro de transferencia tecnológica, un parque ecológico o cualquier otro. Se debe rescatar la función hidrológica del Lago de Texcoco.
La primera acción que se deberÃa tomar es que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México regrese el dominio de toda la superficie del lago a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), y esta comience la restauración del lago y la cuenca.
Las acciones de restauración en el lago es sacar todo el concreto. Todo el acero de las estructuras es totalmente rescatable y reutilizable; el concreto se puede fracturar y moler, con la misma maquinaria con el que muelen el basalto y utilizarlo como material de construcción; la barda y el sistema de alumbrado puede removerse y llevarse a obras de reconstrucción de los sismos, en Oaxaca, Chiapas y Puebla; las minas ilegales, clandestinas o irregulares deben cancelarse y las necesidades de tezontle y basalto se pueden satisfacer extrayéndolos de las pistas, lo cual ayudarÃa a hacer depósitos de agua que contribuyan a aumentar la captación de agua; se debe evitar seguir drenando el lago y suspender el túnel emisor oriente y dragar e inundar nuevamente el Lago Nabor Carrillo.
De los 43 municipios del Estado de México, que se encuentran en la Cuenca de México, considero que 18 de ellos son los más impactados por la devastación del NAIM, en donde se requieren hacer trabajos de restauración de suelos, bosques, pueblos y tierras, al encontrarse en la zona de lomerÃos y estribaciones de la montaña Tláloc.
Esos municipios, en principio serÃan: Acolman, Amecameca, Atenco, Axapusco, Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Otumba, San MartÃn de las Pirámides, Tecámac, Temascalapa, Tenango del Aire, Teotihuacán, Tepetlaoxtoc, Texcoco, Tezoyuca y Tlalmanalco. La superficie municipal es de 270,462.28 hectáreas y de esta se estima un área de 36,805.40 hectáreas susceptibles de restauración, equivalentes a 13.61 % de la superficie municipal.
En esta superficie se tendrán que realizar trabajos de restauración y conservación de suelos y reforestación fundamentalmente.
También la CONAGUA tiene un proyecto de Saneamiento de los rÃos del oriente del Valle de México, que consiste en hacer colectores marginales de los 9 rÃos que desaguan en el lago de Texcoco. Consiste este proyecto en eliminar la vegetación de los bordos de los rÃos, hacer zanjas en los bordos meter tubos para captar aguas del drenaje de los pueblos para conducirlos a plantas de tratamiento y de ahà llevársela el agua tratada a las lagunas de regulación en el lago. Además, se están pavimentando el cauce de los rÃos, lo cual elimina la función de los rÃos, para infiltrar agua.
Este proyecto deberÃa cambiarse para efectivamente captar las aguas negras de los pueblos y tratarlas con humedales en los lugares adecuados, no con plantas de tratamiento costosas en su construcción, operación y mantenimiento y devolver las aguas tratadas a los rÃos.
Los costos que se tienen que pagar por la cancelación del NAIM, en el Lago de Texcoco, más el ecocidio causado en toda la cuenca, son mucho menores que los costos ambientales y sociales, que no se han considerado en la contabilidad del NAIM, y los que tendrÃan que pagarse con el mantenimiento de esa obra programada en el peor sitio seleccionado.
Por lo tanto, deberán asignarse recursos de las mismas fuentes para apoyar la restauración de la devastación que hicieron en este breve periodo y recuperar el tejido social que se rompió con este megaproyecto fastuoso.
*Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques, Escuela Nacional de Agricultura, Chapingo, Texcoco, México. Maestro en Ciencias y Candidato a Doctor en Recursos Naturales, The University of Michigan, Ann Arbor, Michigan. Consultor en Recursos Naturales, Ambiente y Desarrollo.
[1] SEMARNAT, 2014. Inventario Estatal Forestal y de Suelos del Estado de México.
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