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Edición 424
Escrito por Ernesto Salayandía García   
Jueves, 13 de Enero de 2022 21:51

 42410

 

 

De adicto a ADICTO

 

La mediocridad

 

del enfermo emocional

 

Ernesto Salayandía García

Nula

 

recuperación

 

EL ÍNDICE de recaídos es altísimo, de cada diez internos de clínicas y centros de rehabilitación, 9 recaen, no hay recuperación en los grupos de autoayuda predominan los borrachos secos que solo han tapado la botella pero no han cambiado en juicios y actitudes, el crecimiento de adicciones a sustancias y conductas toxicas es impresionante, el mundo está lleno de víctimas de las enfermedades emocionales, el adicto, drogadicto, alcohólico, no quiere salir del pantano de arenas movedizas, no puede ante la ausencia de valores, carece de ellos, como el amor propio, el compromiso, la responsabilidad, la disciplina, humildad, decisión, compromiso y por la falta de respeto así mismo y a su entorno, no respeta su cuerpo, ni hogar, ni nada, ante la tormenta emocional, no encuentra puerto seguro, no ve el faro interior que puede salvar su vida

 

Borrachera seca

 

LA ENFERMEDAD emocional, no es exclusiva de los alcalices, es también de las víctimas de los trastornos alimenticios, bulímicos, anoréxicos, obesos, igual, fármacos, marihuanos, ludópatas, adictos al sexo y la pornografía, incluyen los maniaco depresivos, los adictos a cualquier sustancia y conducta toxica, el síndrome de la borrachera seca, es vivir la vida mal, andar mal y de malas, de mal humor, desganado, triste apagado, valiendo monjas, hacer cosas contrarias a la recuperación, vivir con mentiras, deshonestidades, pereza, apatía, ira reprimida y no es fácil vivir en libertad, no es fácil la recuperación con amor y alegría, las enfermedades emocionales de por si son sumamente complejas, se requiere una buena dosis de buen humor, de actitud positiva, de sonreír y quietar esa cara de limón agrio, la recuperación, es servir a los demás, comunicar, convivir y ser una persona diferente a la de antes, romper con traumas, miedos, resentimientos y trabajar en uno mismo, con valores y ética.

 

¿Qué es el Respeto?

 

EL RESPETO es un valor y una cualidad positiva que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. La palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto. El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. El respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás. Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia. Muchas religiones abordan la cuestión del respeto hacia los demás, porque es una de las reglas esenciales para tener una relación sana con el prójimo.

 

Sociedad en decadencia

AHORA CON el COVID 19, con la pandemia la violencia doméstica se disparó de una manera impresionante propiamente, muchos hogares se convirtieron en una guerra sin cuartel, fluyo y se incrementó el machismo desbordado, como el humorismo, hora, parece ser una moda la agresividad en la mujer, la desintegración familiar es lamentable, por demás palpable, los pleitos constantes, las agresiones físicas y verbales entre todos, es el pan de cada día, en muchos hogares, no existe la armonía, ni la buena comunicación, afloran los resentimientos, el abuso en el consumo de sustancias toxicas, las actitudes neuróticas, infantiles, se pelean, por todo y por nada, llenan el vasos hasta que se desparrama, los pleitos se tornan interminables e insoportables, estas familias, desde hace mucho tiempo perdieron el valor de valores, que es el respeto, no se tienen tolerancia, son explosivos y sumamente agresivos, los gritos y las groserías son el sello de distinción, ahora es muy común para los hijos, insultar a sus padres, ponerse al tú por tú, debatir con soberbia sobrada, incluso, recurrir a los golpes, muchos, son capaces de patear a sus propias madres o agarrar a golpes al padre, el joven irreverente, rebelde quiere tener la razón y el control a como dé lugar y no es más que una sencilla muestra de lo mal que andamos y que no se le ve solución a este conflicto familiar, mucho menos ganas, predomina, entre ellos, una actitud negativa que repercute en la sociedad severamente, sin que nadie se dé cuenta o quiera aceptarlo.

 

Las consecuencias

 

de esos hilos rotos

 

LOS NOVIAZGOS violentos y los matrimonios en conflicto, surgen debido a la falta de respecto, no existe empatía, ni amor sincero, se establece una guerra de vanidades, es una pugna de egos, fuerzas destructivas, estos niños, ahora de adultos no recibieron la enseñanza sobre el respeto y se siente con el derecho de insultar, controlar, manipular, extorsionar emocionalmente a su pareja, no hubo un ejemplo a seguir, aprendieron la escuela de la neurosis, de los egos y nefastas actitudes de sus padres, por ello, truenan como espárragos, viven días tormentosos, soportan pruebas de ácido, hasta que finalmente, el hilo se revienta por lo más delgado, ambos, son víctimas de mentiras, infidelidades, codependencia, mal trato, por supuesto, violencia en todos los sentidos y viven, verdaderamente un infierno, lo malo de estas pésimas relaciones, que dañan severamente a seres inocente como son los hijos de padres divorciados y de madres solteras, que son candidatos seguros, en la mayoría de los casos a la drogadicción y la delincuencia, además de fracasar como parejas, de hecho, fracasar en todos los sentidos, todo, porque no hubo respeto en la formación de sus antecedentes, esta herencia, la falta de respeto, como otras, se ha venido trasmitiendo de una generación a otra, arrojando, un México en llamas.

 

Lo que habla pésimo

 

de nosotros mismos

 

EL ÍNDICE que registra el asesinato de diez mujeres al día, el ascenso de violencia doméstica, primordialmente contra mujeres y niños, los suicidios diarios entre seres humanos en edades de 13 a 25 años de edad, predominan, la ausencia de los varones, igual, otro dato preocupante la farmacodependencia en mujeres, las adicciones a diversas a sustancias y conductas toxicas, claro, el alcoholismo, ahora, súmale el consumo del cristal y el fentanilo, el adicto, tiene una característica en común, se hizo adicto al sexo, a la pornografía, a las mentiras, a las sustancias, debido a la falta de respeto hacia su integridad, no respetar nada, mucho menos su cuerpo, el marihuana, aprendió de niño a ser irreverente, rebelde y si no fue capaz de respetar a sus padres, no podrá jamás mostrar respeto ante nadie, ante nada, por ello, una de las razones de que no logre su recuperación, es previamente debido a sus conductas toxicas y el respeto, es un valor de valores, como el comandante en jefe de la estructura emocional.

 

¿Por qué es importante el respeto?

SIN RESPETO las relaciones interpersonales se llenarán de conflictos y de insatisfacción. Si no respetamos a los demás, no van a respetarnos a nosotros, y si no nos respetamos a nosotros mismos tampoco vamos a ser respetados por los demás. El respeto es esencial para sentirnos seguros, para poder expresarnos tal como somos sin miedo a ser juzgados, humillados o discriminados. Ser respetuosos con los demás, ser respetados y respetarnos a nosotros mismos aumenta nuestra autoestima, autoeficacia, nuestra salud mental y nuestro bienestar. Gracias por leerme y más por escribirme Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla .

 


 


 


De adicto a ADICTO

La mediocridad

del enfermo emocional

Ernesto Salayandía García

Nula

recuperación

EL ÍNDICE de recaídos es altísimo, de cada diez internos de clínicas y centros de rehabilitación, 9 recaen, no hay recuperación en los grupos de autoayuda predominan los borrachos secos que solo han tapado la botella pero no han cambiado en juicios y actitudes, el crecimiento de adicciones a sustancias y conductas toxicas es impresionante, el mundo está lleno de víctimas de las enfermedades emocionales, el adicto, drogadicto, alcohólico, no quiere salir del pantano de arenas movedizas, no puede ante la ausencia de valores, carece de ellos, como el amor propio, el compromiso, la responsabilidad, la disciplina, humildad, decisión, compromiso y por la falta de respeto así mismo y a su entorno, no respeta su cuerpo, ni hogar, ni nada, ante la tormenta emocional, no encuentra puerto seguro, no ve el faro interior que puede salvar su vida

Borrachera seca

LA ENFERMEDAD emocional, no es exclusiva de los alcalices, es también de las víctimas de los trastornos alimenticios, bulímicos, anoréxicos, obesos, igual, fármacos, marihuanos, ludópatas, adictos al sexo y la pornografía, incluyen los maniaco depresivos, los adictos a cualquier sustancia y conducta toxica, el síndrome de la borrachera seca, es vivir la vida mal, andar mal y de malas, de mal humor, desganado, triste apagado, valiendo monjas, hacer cosas contrarias a la recuperación, vivir con mentiras, deshonestidades, pereza, apatía, ira reprimida y no es fácil vivir en libertad, no es fácil la recuperación con amor y alegría, las enfermedades emocionales de por si son sumamente complejas, se requiere una buena dosis de buen humor, de actitud positiva, de sonreír y quietar esa cara de limón agrio, la recuperación, es servir a los demás, comunicar, convivir y ser una persona diferente a la de antes, romper con traumas, miedos, resentimientos y trabajar en uno mismo, con valores y ética.

¿Qué es el Respeto?

EL RESPETO es un valor y una cualidad positiva que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. La palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto. El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. El respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás. Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia. Muchas religiones abordan la cuestión del respeto hacia los demás, porque es una de las reglas esenciales para tener una relación sana con el prójimo.

Sociedad en decadencia

AHORA CON el COVID 19, con la pandemia la violencia doméstica se disparó de una manera impresionante propiamente, muchos hogares se convirtieron en una guerra sin cuartel, fluyo y se incrementó el machismo desbordado, como el humorismo, hora, parece ser una moda la agresividad en la mujer, la desintegración familiar es lamentable, por demás palpable, los pleitos constantes, las agresiones físicas y verbales entre todos, es el pan de cada día, en muchos hogares, no existe la armonía, ni la buena comunicación, afloran los resentimientos, el abuso en el consumo de sustancias toxicas, las actitudes neuróticas, infantiles, se pelean, por todo y por nada, llenan el vasos hasta que se desparrama, los pleitos se tornan interminables e insoportables, estas familias, desde hace mucho tiempo perdieron el valor de valores, que es el respeto, no se tienen tolerancia, son explosivos y sumamente agresivos, los gritos y las groserías son el sello de distinción, ahora es muy común para los hijos, insultar a sus padres, ponerse al tú por tú, debatir con soberbia sobrada, incluso, recurrir a los golpes, muchos, son capaces de patear a sus propias madres o agarrar a golpes al padre, el joven irreverente, rebelde quiere tener la razón y el control a como dé lugar y no es más que una sencilla muestra de lo mal que andamos y que no se le ve solución a este conflicto familiar, mucho menos ganas, predomina, entre ellos, una actitud negativa que repercute en la sociedad severamente, sin que nadie se dé cuenta o quiera aceptarlo.



Las consecuencias

de esos hilos rotos

LOS NOVIAZGOS violentos y los matrimonios en conflicto, surgen debido a la falta de respecto, no existe empatía, ni amor sincero, se establece una guerra de vanidades, es una pugna de egos, fuerzas destructivas, estos niños, ahora de adultos no recibieron la enseñanza sobre el respeto y se siente con el derecho de insultar, controlar, manipular, extorsionar emocionalmente a su pareja, no hubo un ejemplo a seguir, aprendieron la escuela de la neurosis, de los egos y nefastas actitudes de sus padres, por ello, truenan como espárragos, viven días tormentosos, soportan pruebas de ácido, hasta que finalmente, el hilo se revienta por lo más delgado, ambos, son víctimas de mentiras, infidelidades, codependencia, mal trato, por supuesto, violencia en todos los sentidos y viven, verdaderamente un infierno, lo malo de estas pésimas relaciones, que dañan severamente a seres inocente como son los hijos de padres divorciados y de madres solteras, que son candidatos seguros, en la mayoría de los casos a la drogadicción y la delincuencia, además de fracasar como parejas, de hecho, fracasar en todos los sentidos, todo, porque no hubo respeto en la formación de sus antecedentes, esta herencia, la falta de respeto, como otras, se ha venido trasmitiendo de una generación a otra, arrojando, un México en llamas.

Lo que habla pésimo

de nosotros mismos

EL ÍNDICE que registra el asesinato de diez mujeres al día, el ascenso de violencia doméstica, primordialmente contra mujeres y niños, los suicidios diarios entre seres humanos en edades de 13 a 25 años de edad, predominan, la ausencia de los varones, igual, otro dato preocupante la farmacodependencia en mujeres, las adicciones a diversas a sustancias y conductas toxicas, claro, el alcoholismo, ahora, súmale el consumo del cristal y el fentanilo, el adicto, tiene una característica en común, se hizo adicto al sexo, a la pornografía, a las mentiras, a las sustancias, debido a la falta de respeto hacia su integridad, no respetar nada, mucho menos su cuerpo, el marihuana, aprendió de niño a ser irreverente, rebelde y si no fue capaz de respetar a sus padres, no podrá jamás mostrar respeto ante nadie, ante nada, por ello, una de las razones de que no logre su recuperación, es previamente debido a sus conductas toxicas y el respeto, es un valor de valores, como el comandante en jefe de la estructura emocional.

¿Por qué es importante el respeto?

SIN RESPETO las relaciones interpersonales se llenarán de conflictos y de insatisfacción. Si no respetamos a los demás, no van a respetarnos a nosotros, y si no nos respetamos a nosotros mismos tampoco vamos a ser respetados por los demás. El respeto es esencial para sentirnos seguros, para poder expresarnos tal como somos sin miedo a ser juzgados, humillados o discriminados. Ser respetuosos con los demás, ser respetados y respetarnos a nosotros mismos aumenta nuestra autoestima, autoeficacia, nuestra salud mental y nuestro bienestar. Gracias por leerme y más por escribirme Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla .





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