El decálogo azul
HÉCTOR TENORIO
El decálogo de iniciativas de reformas políticas anunciado por el presidente Felipe Calderón tiene dos objetivos:
• a). Mejorar la representación ciudadana y política con más elementos para la rendición de cuentas de los representantes populares y en la toma de decisiones.
• b). Abrir espacios en decisiones políticas.
El más afectado con la propuesta de una segunda vuelta electoral, es Enrique Peña Nieto. El gobernador ha movilizado sus piezas. Por lo pronto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), desestimó la iniciativa de Calderón, e intentará bloquearla. En cambio impulsará la reforma económica y hacendaria. El PRI representa a la primera minoría en San Lázaro, sumando los votos de su aliado, el PVEM, ellos representa mayoría.
Otros que se oponen son los fieles a López Obrador, y aseguran que el paquete de iniciativas fue enviado el último día de sesiones del periodo ordinario y eso evitará su análisis inmediato. Desde su punto de vista temas como la segunda vuelta presidencial, reelección de legisladores y reducción del Congreso tiene más fines mediáticos que de atender las prioridades como el desempleo, cierre de empresas y recesión económica.
Entre los que apoyan al presidente esta la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Los empresarios consideran que la reelección de diputados generara rendición de cuentas. Le apuestan por reducir a 400 diputados de los cuales 240 serían de representación directa y 160 de representación proporcional. De paso los empresarios le mandaron un mensaje a los del tricolor al señalar que la reforma del estado no debe condicionar la aprobación de la reforma fiscal y laboral.
Mientras que para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), es positivo que el presidente Felipe Calderón haya retomado desmantelar el viejo régimen mediante su propuesta de reforma política, aunque consideran que hay puntos incompletos e incluso superficiales. Aunque no cancelan la posibilidad de analizar estas iniciativas con un ánimo constructivo. El 2012 se adelantó. Los dos bloques que se disputaran el poder empiezan a adquirir forma.
Sin embargo, en términos generales la propuesta es positiva: la reelección de diputados, alcaldes y jefes delegacionales, y el aval a las candidaturas ciudadanas. Pero le falto impulsar el referéndum y el plebiscito, con lo cual podría lograr que cambiaría el modo de hacer campañas en México. También faltaron algunas propuestas sobre reformas al propio gobierno federal, que dé eficiencia y eficacia a un aparato administrativo más delgado en sus estructuras para que funcione bien y cueste menos.
Además la revocación de mandato es uno de los temas pendientes dentro del paquete de reformas políticas. Otro pendiente fue incluir la posibilidad de quitarle a los partidos políticos la toma de decisiones sobre instituciones autónomas, léase la Auditoria Superior de la Federación o los institutos Federal Electoral o de Acceso a la Información. Dárselas a los ciudadanos por instituciones académicas, sería lo ideal. La iniciativa será enviada a comisiones del Senado para que en el periodo de receso las comisiones estudien la propuesta y en febrero en el periodo ordinario, se pudiese discutir y evaluar la propuesta.
El éxito de las reformas dependerán de lograr un gran consenso. En caso de lograrse todos los funcionarios van a preocuparse por hacer un mejor trabajo porque van a tener que enfrentar al elector, aunque la propuesta acorta espacios para nuevos jugadores en la política. Quizá esto nos lleve a un replanteamiento de hacer campaña política, con una orientación hacia el modelo francés que hacia el modelo gringo en el uso político de campañas. PERO ¿y los Narcos que opinan? Al tiempo.
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