Persecución de mujeres en Coahuila
IVONNE DE LA CRUZ DOMÍNGUEZ
¿EN QUÉ SIGLO VIVIMOS? El 8 de enero de 2010, la Secretaria de Seguridad Pública Municipal de Sabinas, Coahuila, emprendió un operativo policiaco a fin de evitar la presencia de mujeres en bares y cantinas del centro del municipio. El presidente municipal, Jesús María Montemayor Garza, justifico la medida como una forma de regulación.
LA SECRETARÍA DE Seguridad del municipio, a cargo de Gustavo Reséndiz de la Fuente, encargada de dar tranquilidad a todos los ciudadanos, ordenó a sus policías que salieran a la caza de mujeres, ya que quedó estrictamente prohibida su presencia en centros nocturnos, ya sean clientas, meseras, cajeras o cantineras, de encontrarlas sería llevadas a las zonas de tolerancia, considerándolas prostitutas, exponiéndolas y exhibiéndolas aun sin comprobarles un delito cometido, se les acusa de ser mujeres y estar de noche fuera de casa.
La diputada local del PAN, Esther Quintana Salinas, lo dijo con todas sus letras: “parece que estamos en una regresión en el tiempo”. “La medida va dirigida a mujeres, es esta presumiendo de antemano que quien está trabajando como mesera, cantinera, o cajera, están ahí para ejercer la prostitución. Y que si usted va como parroquiana a tomarse una copa o a divertirse también va con el propósito de prostituirse”.
La violación a los derechos de las mujeres es evidente ya que desaparece la igualdad, la libre convivencia, el derecho al trabajo, como lo comenta la diputada “se están violentado una serie de garantías individuales, el artículo 4to. Constitucional que dice que las mujeres y los hombres son iguales y el artículo 7mo. Constitucional que dice que nadie tienen derecho a molestarte a menos que traiga una orden”.
En Coahuila se estima que la población de sexoservidores va en aumento, una investigación publicada por Fabiola Pérez-Canedo, en El Siglo de Torreón, en mayo de 2007, nos da una muestra de la prostitución masculina: “Se calcula que son cerca de 500 los homosexuales dedicados a la prostitución en Torreón, apenas el 3.4 por ciento acude a realizarse las revisiones de control sanitario. En total son aproximadamente seis mil los trabajadores sexuales -entre varones y mujeres-, que integran el padrón, aunque en realidad son unas mil 800 personas las que se calcula que se encuentran activas y la gran mayoría son mujeres que sí acuden a realizarse los exámenes de salud.”
A partir de septiembre del 2006, el Reglamento de Salud no contempla género en la prostitución, con la finalidad de que ambos se realicen servicios de control sanitario, ya que según las autoridades sanitarias, la prostitución masculina trabajaba de manera subterránea, convirtiéndose en un grave problema de salud pública.
El sexo servicio masculino sí existe para las legislaciones médicas pero no para las autoridades del cabildo de Sabinas mostrando un lado misógino y machista en las determinaciones que escudan tras el nombre de “otorgar seguridad”, como lo comenta la diputada Esther Quintana: “Que quieran controlar a la prostitución me parece muy bien, pero ¿porqué el operativo sólo va dirigido a mujeres?, ¿porqué presumir que un empleo que es lícito las mujeres no lo pueden ejercer?, Entonces también debemos presumir que los varones que trabajan como cajeros, cantineros o meseros lo hacen para prostituirse, o un varón que se toma una copa va con el afán de prostituirse. Hay estudios que demuestran que la prostitución varonil esta a la alza, en algunos municipios hay más hombres que mujeres participando en esta actividad”
Mostremos una instantánea de la situación general de México: la pobreza extrema en aumento; vivimos en una crisis económica “internacional” que no parece tener fin; salarios muy bajos; precios de combustibles y alimentos de consumo básico por las nubes; desempleo. Ante esta mirada no se puede permitir que el ayuntamiento saque a las mujeres de una fuente de trabajo que es legal, ni que les restringa el derecho a la diversión.
El trabajo de un Presidente Municipal no sólo es hacer obras o dar juguetes a los niños en días festivos, su verdadera labor es procurar el bienestar de las personas que habitan en el, realizar una administración equitativa y legal, al negarle al sector femenino la oportunidad de acceder a estos empleos, las orillan a convertirse en mujeres, que si desean dinero, la única opción sea venderse. Están cerrando la puerta al empoderamiento femenino, relegándolas a los trabajos de los hogares y a ser dependientes de su pareja, en caso de tener una. Ocasionando más prostitución, aunque regulada, o menos mujeres económicamente activas.
Hemos sido testigos de cómo una mayoría parlamentaría se apodera de los congresos locales y federales, en muchas ocasiones hacen a un lado su labor por sus convicciones personales o por tratos entre partidos que buscan una recompensa en las épocas electorales.
La historia de Coahuila no es diferente, como nos cuenta la diputada Quintana Salinas: “Subimos el punto de acuerdo al pleno del congreso local, hay un rechazo automático del PRI, que es el grupo mayoritario en esta legislatura. Dicen que no es cierto, que no está ocurriendo, ellos piden testimonios y no se trata de testimonios, se trata de que es un operativo que tienen los lineamientos equivocados”.
El llamado es para la sociedad, un grito que se hace en repetidas ocasiones cuando las autoridades, que lamentablemente elegimos, no están funcionando, están rotas, corrompidas y manejan argumentos y razonamientos alejados de la equidad de género. La Constitución Mexicana está por encima de cual operativo local, la mujer que se vea agredida por esto puede recurrir a un amparo. Los que no vivimos en Coahuila debemos unirnos para evitar que estas determinaciones discriminatorias se expandan.
Terminábamos el año 2009 con noticias desalentadoras en materia de justicia en Coahuila. El Tribunal Superior de Justicia del Estado decidió reducir la condena carcelaria a dos militares presos, de los 9 presos, por la violación de 14 mujeres que trabajaban como bailarinas, camareras y sexo servidoras en un centro nocturno de la zona conocida como Castaños, en el área conurbada de Monclova, ocurrieron el 11 de junio de 2006. Ellas fueron golpeadas y violadas por miembros del ejército mexicano que estaban en servicio.
Terminamos el año como empezamos, la misma violencia y la misma desesperanza. Por eso insistimos con la pregunta ¿En qué siglo vivimos?
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