A FUEGO LENTO
¿Tiempo aire?
ENRIQUE PASTOR CRUZ CARRANZA
(Exclusivo para Voces del Periodista)
Muchas veces en lo más simple, imperceptible y hasta casi cotidiano, se encuentran prácticas verdaderamente cargadas de perversidad, explotación, abuso, todo un andamiaje de corrupción con el apoyo interinstitucional-empresarial (asociación delictuosa que para el caso son lo mismo) donde tanto víctimas como victimarios escenifican la modernización o el resurgimiento de la otrora “tienda de raya” que a sus trabajadores-esclavos mantenían con ingresos de subsistencia, cero garantías laborales, humanas, préstamos hipotecarios vitalicios y hereditarios del nunca finiquitar.
Sin tener la mínima idea de ello, absorto en seguir esperando los millones de trabajos jugosamente remunerados, congelación al precio de la gasolina, las consecuencias en la asepsia anticorruptiva de “las manos limpias” prometida en la campaña electoral del espurio Felipe Calderón Hinojosa, que aseguró “rebasaría por la izquierda” y ahora estamos siendo aplastados por el cáncer pulmonar terminal, que el doctor Mantecas nos recetó como simple catarrito o en la quimera existencial de ver aparecer en el horizonte concertacesionador del PRIANRED la soñada recuperación económica; un cuestionamiento, tan brusco como desesperado, me sacó de mis cavilaciones. ¿va querer tiempo aire?
Automáticamente, la respuesta de quien relata fue negativa, mientras el proceso de contabilizar los importes en los fríos códigos de barras crecía cual apéndice nasal de Pinocho, con respecto al “Mucho Bienestar, para que tu familia viva mejor, en esta patria justa y solidariamente ordenada”. A mitad del acumulamiento del importe, de nuevo la pregunta con mayor brío y casi intimidante: ¿va querer tiempo aire?
De nuevo la automática respuesta: No gracias. Sin dejar de sentir incomodidad por la insistencia del cajero del super con nombre clerical y cadena nacional, a quien observé de reojo, una fulminante mirada amenazante de conflictos al acecho. El ambiente caldeado llegó a su cúspide de tensión que sólo podría haberse vivido en los tiempos de amagos al exterminio apocalíptico nuclear durante la guerra fría al sumar la cuenta y de nuevo, en plan belicoso, la pregunta mezcla de advertencia e intimidación: ¿va querer tiempo aire, señor?
Haciendo acopio a mi vulnerable capacidad diplomática, sin perder la compostura reviro manteniendo fija la mirada a mi virtual opositor: ¡No gracias! . ¿Hay algún problema al respecto joven?. El cajero, misteriosamente, casi al borde del pánico, me indica un letrero de vistoso color amarillo con el siguiente texto: “estimado cliente, si el cajero omitió ofrecerle tiempo aire al final de su compra, se le regalará una recarga de 20 pesos, válida comprando desde 20 pesos tiempo aire”, y junto a este letrero seductor al consumismo, la sensual invitación: “este es el momento para recargar tiempo aire Movistar, Unefon, Iusacel, Telcel en tienda Chedraui”.
Abatido y aprovechando el descuido de la supervisora, y el estudiado movimiento de la cámara de vigilancia me confiesa el calvario de esta promoción. “Hoy hasta salgo debiendo a la tienda, pues muchos clientes -extrañamente variados de estas telefonías- a pesar de que les insisto, con la letanía del promocional, al final piden aplicar los 20 pesos por la omisión con la diligente atención de la empresa y la recarga-castigo va contra mi sueldo mínimo”.
No pude articular ningún comentario al respecto, que añadidura un anciano dignificado con el humanista programa de “cerillitos a la buena voluntad del cliente” ridículamente uniformado quien sin contener su impotencia me reclama: usted es periodista, yo he visto sus artículos en el periódico. Debe denunciar estas vilezas que nos hacen, pues si apoyamos al cajero contra la maldad de los presuntos “clientes” que incluso traen distintivos de estas telefónicas, nos sancionan suspendiéndonos”.
No puedo dejar de preguntarme con irritante ingenuidad: señor ombudsman Don Raúl Plascencia Villanueva presidente de La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ¿Esta forma de hacer negocios, no daña los principios del cual es usted celoso salvaguarda en esta suave patria?. Señor Javier Lozano Alarcón, titular de la STyPS , ¿estamos ante una muestra de su flamante propuesta de reforma laboral que reconstruya la recuperación macroeconómica y neo esclavista? . Señor Antonio Morales de la Peña, procurador del Consumidor (PROFECO); ¿es usted cómplice de este entuerto o simplemente peca de contumaz ineptitud?
No cabe duda que los más beneficiados son los brillantes empresarios que siguen en la lucha por posicionarse en Forbes del envidiable Carlos Slim, pero con estas fórmulas de consumismo esclavizante podrán, los Azcárragas, Salinas Pliego, Gil Díaz y parásitos anexos en los UNEFON, TELCEL, IUSACEL, MOVIESTAR, llegar a la cúspide de la fortuna de no estar desconectados al juego sucesor donde nos pudrían preguntar de nuevo: ¿Para seguir con espurios, ilegítimos, del PRIANRED 2012;
¿va querer tiempo aire en su credencial de elector?
P.D. Descubrí, me comprometió una gorra con logotipo de teléfono, haciéndome un consumidor en asociación delincuencial espurio.
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