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Edición 278
Escrito por Teo Luna   
Sábado, 17 de Marzo de 2012 19:44

Relaciones enfermas y destructivas
TEO LUNA

El que esté libre de culpa,
que avienta la primera piedra

 

Caras vemos, emociones no sabemos; sòlo el que carga al muertito, sabe lo que pesa. Si hay algo difícil, complicado, estresante y  preocupante es ser padre, pero algo agregado y aumentado, es sin duda la relación de pareja, y, como es mi estilo, tengo que hablar de mí, recordar de donde vengo y que no se me debe de olvidar, que yo fui el príncipe, ese príncipe azul, mono, atento, detallista, conquistador, caballeroso, emotivo, alegre, simpático, ese príncipe cumplidor, medio poeta o poeta y medio, el de las sorpresas agradables, no en la cajita de sorpresas que con el tiempo me convertí.- ¡surprise¡.- Yo soy ese príncipe azul, romántico,  tierno, el de la voz agradable y dulce, algo para recordar, sin duda, el mil máscaras, soy, ese príncipe azul, que se convierto en sapo.

Teo

De los pequeños detalles están hechas las grandes cosas de la vida. Durábamos una eternidad hablando por teléfono, no importaba que tan lejos estuviera de ella, podríamos pasar horas y horas, hablando en voz bajita, diciéndole cosas hermosas, ahora, no soporto ni un segundo en el celular, a penas, si me llama  y ya quiero colgar.- Me desvivía en atenciones, cuando se subía al carro, cuando se bajaba, iba  muy pegadita a mi lado, agarrados de la mano o abrazados a dónde íbamos mientras manejaba, platicábamos, cantábamos, reíamos, la pasábamos increíbles, enamorados, muy enamorados, ahora, cada quien en su esquina, sin hablar y si lo hacemos es para pelear, para que ella manipule a donde me debo de estacionar, que si voy recio, que si voy despacio, en cada esquina concursamos a ver quién pone la cara más fea, la más neurótica y destilo coraje, me torno irritable, insoportable, iracundo ya no soy más, aquel imaginativo, amoroso, tierno, ya no, soy el sapo, mas no el príncipe.

La rutina mata el amor, las mentiras también. En mis viajes por avión, durante el trayecto le escribía en cualquier cosa, en el pase de abordar o en servilletas, donde fuera, le decía lo mucho que la amaba, lo que significaba para mí, me gustaba ponerle apodos tiernos como: Cosita.- Mamita.- Mi reina.- Ternura y ahora, mi lengua es de hacha, propiamente un bisturí, soy capaz de hacerla pedacitos con mis calificativos y mis descalificativos, la insulto, humillo, denigro, la agredo, por supuesto que la provoco, se perfectamente bien que boto activar para ponerla hiperneurotica, se cómo descontrolarla y ponerla como loca, después, no me la acabo, pero soy el que le da de patadas al panal de avispas y después, salgo corriendo. Perdí los detalles, mi relación fue repetitiva, aburrida, en blanco y negro.

Comencé a ver con lupa todos sus defectos. Me enamore de su inocencia, tiene un espíritu hermoso, alegre juvenil, me cautivo su juventud, ella tenía 21 y yo 35, le decía mi blackjack, me encantaban tantas cosas, me fascinaban, pero el sapo, ese sapo que llevo dentro de mí, comenzó a espantarla a hostigarla y mi celotipia infernal comencé a florar como un volcán en erupción -Porque bailas así, porque te ríesasí, porque lo saludas, porque, porque. Y el encanto se fue desvaneciendo, me fui amargando la existencia, quise controlar su manera de pensar, su manera de ser, quise manipularla y decirle como debía de vestirse, de comportarse, yo era un señor y ella, una niña, y un señor por los años, no por otra cosa porque me tornaba infantiloide, inmaduro y hacia unos panchos marca Agme y entre más controlaba, según yo, ella se alejaba más de mí y mi relación fue deteriorándose, rompíamos a cada rato, tronábamos como espárragos y este matrimonio, fue un mar de conflictos, pleitos, una relación sumamente neurótica, agregable mi alcoholismo, mi adicción a la cocaína, mi soberbia, mis celos patológicos, mis actitudes infantiloides y mi enfermedad en vivo a y a todo color.- ¿ De que esta hecho mi mujer para haberme aguantado tanto?.

Siempre hay un roto, para un descocido. Este año cumplimos 19 años de casados, tenemos felizmente, gracias a Dios 4 hermosos hijos, Chan de 16, Gabo de 15, Neto Salay de 10 y mi princesita de 7, perdimos a Pablito no nació pero lo recordamos con cariño y en este tormentoso  matrimonio, yo tengo que ver la rebanada del pastel que a mí me toca, reconozco mi inmadurez dominada por mi soberbia, soy el típico macho mexicano, ese que se resentía porque ella no me recogía el plato o me hacía de comer, el que no aceptaba su manera de pensar contraria a lo que conocí y viví, egocéntrico hasta las cachas, primero yo, luego yo y siempre yo, aunque me las doy de muy cuco en el periodismo, en la comunicación, no se comunicarme con ella, pierdo a las primeras, no se escuchar, no ofrezco tolerancia, no tengo el filin, carezco de códigos, de ética, de herramientas y técnicas para comprender a los demás y darme a entender, tengo deficiencias  y muy serias para reconocer mis errores, soy orgulloso, por demás soberbio, enojado, soy déspota, arrogante, indiferente, frio, muy grosero y el príncipe azul donde quedo.- Mera hipocresía mi hermano, meramente pura falsedad. Neta.

No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante. Procesé algunas demandas en su contra, dominado por mis celos infernales, mis miedos, secuestrado en mi alcoholismo, perdido en mi adicción, tome de pretexto mi pésima relación de pareja para justificarme y no tengo empacho, drogado, trate de ahorcarla, me llene de ira cuando me tiro la botella casi completa en el lavaplatos de la cocina, luego explote cuando paso a mi lado y me dio tremendo manotazo que arrojo el vaso al suelo y se hizo trizas.- Vaya ofensa.- Salí corriendo tres de ella, en el jardín me le lance como en el fut bol americano, la comencé a golpear en las costillas, cara y la sometí con mi cuerpo, la tome entre mis manos y le apreté fuertemente el cuello, ahorcándola, ella desesperada, como pudo, logro morderme la pierna con tremendas fuerzas y llena de desesperación que logre soltarla, salió corriendo cuando se sintió liberada, corrí tras de ella, cerró la puerta y de un puñetazorompí un vidrio, por ahí trate de meter mi mano para abrir el picaporte y me corte profundamente, salí corriendo a la clínica a que me cosieran, podrásimaginarte todo lo que dije de ella, al taxista a las enfermeras y médicos que me atendieron, yo no veía lo enfermo que estaba emocionalmente hablando, ahora lo acepto y reconozco mi enfermedad.

Del amor al odio. La relación se tornó meramente insoportable, muy neurótica,discutíamos por todo y por nada, no nos importaba gritarnos, ofendernos, agredirnos, ridiculizarnos delante de nuestros hijos, día con día, alimentábamos el costal del odio y de los resentimientos, cero entendimiento, cero, tolerancia y en mis ondeadas inspiradas por la cocaína, procese demandarla, una demanda, fue cuando ella sugirió a alguien que yo necesitaba ir a un siquiátrico, me sentí tan ofendido que comencé a redactar la demanda por “ difamación de honor”  , otra más, cuando ella salía de la casa, muchas veces, yo la hacía sentir que ese no era su casa, era mi casa y yo le decía.- Lárgate.- El camión de la mudanza entraba y salía a cada rato, luego, cuando ella se llevó sus pertenencias, entre ellas los regalos en joyas que puede darle, la demande por robo, procese la demanda, como la de adulterio, otra, sobre intento de homicidio, yo generaba que el supuesto amante y un amigo  querían matarme y entraban por los ductos de aire, por ello, dormía con cuchillos, generando que entre los tres querían deshacerse de mí, cada noche, me la pasaba marcando al 060 y las patrullas llegaban al instante, queme mi casa algunas veces, taponeaba las rejillas del aire con periódico y después les prendía fuego, queriendo asfixiar a mis agresores.- ¿ Imagínate?.- Intente demandarla por abandono de hogar.- Créelo, así de loco.-

La codependencia es una enfermedad progresiva y cruel. Cada quien tiene que vivir su propia experiencia, cada quien tiene que tocar sus propios fondos, yo toque los míos y para mí son suficientes, yo no sabía nada de nada, he estado aprendiendo a vivir con calidad y calidez a través de mis grupos de auto ayuda, de lo que lee y el escribir, el hablar de mí, me ha permitido aprender sobre mis emociones, erradicar mis defectos de carácter y mejorar mis patrones de conducta, trabajar mi codependencia, levantar mi auto estima, en muchos días, si mi mujer se levantaba de mal humor, me echaba a perder el día, esa era mi elección, ponerme de malas o si me hablaba a media mañana para reclamarme algo, interrogarme, porque a veces parece de la PGR, me ponía mal, mi codependencia es parte de esta relación enferma, que hoy trato de combatir, de luchar contra ello para vivir en paz y en armonía, mis libros me dan la oportunidad de trabajar mi interior, de tomar conciencia en mis juicios y actitudes, por ejemplo, Secuestrada por un NEUROTICO, que es mi vida, fue un gran instrumento de cambio y sin duda una gran aportación para todo aquel que padece de una relación enferma, neurótica y destructiva.

Hoy soy el sapo, que quiere convertirse en príncipe. Hoy trato de ser una mejor persona, sé que mi mujer no es mi enemiga, de que yo no soy su enemigo, he bajado la guardia, no estoy a la defensiva ni evado, ni ignoro, hay, en nuestra relación, muchas cosas muy buenas, hay amor, hechos como nuestros hijos, hechos como el que ella nunca me dejo solo cuando me hundí en depresión, cuando la droga me hizo añicos, siempre me ha dicho.- Papi, somos 3, Dios, tu y yo.- Sé que vale la pena luchar por lo nuestro, echarle los kilos para sacar adelante a nuestros hijos, hacer el mayor de los esfuerzos por erradicar el hogar disfuncional, bajarle a la neurosis, cultivar nuestra relación en la convivencia, la comunicación, el respeto, el reconocimiento, la gratitud, en el perdón, se pues, que este sapo se pone las pilas y  con hecho, porque hecho son amores, trato de sembrar esa plantita, de cultivar la relación y claro que hay diferencias, hay pleitos, pero nada que ver con el pasado. 19 años de casados cumplimos este año, si Dios quiere.

El que quiera azul celeste, que le cueste. Mi elección es vivir en el cielo, en paz, en armonía, vivir en plenitud este día como si fuera el ultimo de mi vida, sé que tengo que dar, mostrar humildad, buena voluntad, honestidad, ser genuino y mostrar mi amor con detalles, abrazarla, decirlo lo que en verdad siento por ella y tranquilo poder decirle.- Por favor cambia el tono de tu voz.- Por favor escúchame, escucha.- Debo de predicar con el ejemplo, porque cuando exploto, digo lo que no quiero decir y no puedo regresar a mis actitudes de macho, a descalificarla, denigrarla, desintegrarla, no puedo humillarla, primero, porque es un ser humano, segundo, es la madre de mis hijos, tercero es mi esposa, cuarto, sin duda alguna y tal vez lo más importante, es el amor de mi vida. Mi media naranja, mi complemento perfecto.

Nada es para siempre, ni bueno, ni malo. Hay solución mientras yo lo decrete, mientras la buena voluntad se manifieste y los cambios se den con hechos, he comprobado que todo aquel que siembra vientos, cosecha tempestades, que más moscas se casan con miel y no con hiel, se, que en la forma de pedir está la de dar, que no debo hacer lo que a mí no me gusta que me hagan  los demás y doy fe, que m mientras haya vida y amor, hay esperanza, que cualquiera que quiera, ahí no se queda.

 

 

 



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