ELECCIONES
Civilidad democrática, la gran ausente el 7 de julio
LA CAÍDA DEL SISTEMA -(de cómputo), que la
noche del 6 de julio de 1988 provocó entre la nomenclatura priista lo que
Miguel de la Madrid
describió como un terremoto político- se reprodujo la media noche del 7 de julio
pasado en Baja California, único estado con elección de gobernador, cuando el
conteo preliminar registraba una tendencia del voto en favor del panista
Francisco Kiko Vega de Lamadrid, ahora ya reconocida por el PRI.
HORAS ANTES, a pesar de la conminación del presidente del
Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, Rubén Castro Bojórquez, de no
adelantar vísperas triunfalisas para no meter ruido sobre los resultados
finales, los dirigentes nacionales de la alianza Unidos por Baja California
(PAN, PRD, Panal y un formación estatal), Gustavo Madero y Jesús Zambrano
habían proclamado la victoria de Vega de
Lamadrid.
De su lado, el presidente nacional del PRI, César Camacho
Quiroz, acompañado por el diputado federal Manlio Fabio Beltrones Rivera, en nombre de la coalición Compromiso por Baja
California (PRI, PT, PVEM y un partido estatal), había levantado la mano
presuntamente victoriosa al candidato tricolor, Fernando Castro Trenti.
En nuestra recapitulación sobre la perspectiva electoral
publicada en Voces del Periodista 305, escribimos, que frente a la
experiencia sufrida por Vicente Fox y Felipe Calderón -quienes tras su triunfo
presidencial vieron al año siguiente desplomarse el registro electoral del
PAN-, Camacho Quiroz sentía el desafío de evitar que a Peña Nieto le pasara lo
mismo con el PRI, sobre todo en Baja California, que presentamos en dicha
entrega como el trofeo más codiciado.
Memoria sobre
Colosio
En su perorata dominical, Camacho Quiroz recordó que el
extinto ex presidente del PRI, Luis Donaldo Colosio, en julio de 1989,
reconoció que las tendencias no favorecían a la candidata priista Margarita
Ortega Villa, y demandó que ahora las oposiciones respetaran los resultados que
presuntamente favorecían a Castro Trenti. Luego el dirigente tricolor
blasonaría que el PRI continúa su racha
ganadora.
En medio de esa tensa polarización, el presidente de la República, Enrique Peña
Nieto exhortó a los partidos y actores políticos que participaron en las
jornadas dominicales en 14 estados, a acatar “la decisión ciudadana expresada
en las urnas”. Al día siguiente insistió en que en Baja California “no hay nada
para nadie”.
La violencia
ensombreció las jornadas
En recuadro anexo aparece el calendario electoral de los
estados donde se elegirían mil 348 presidentes municipales y 441 diputados
locales. En diez de ellos gobierna el PRI y en cuatro la oposición. Hasta el 6
de julio, el alcance de los gobiernos priistas era a razón de seis por cada 10
ciudadanos. A la luz de los resultados preliminares, todo indicaba que el PRI
perdería unos cinco millones de su población gobernada.
La civilidad democrática pareció ser la principal ausente
en las jornadas dominicales, como en precampañas y campañas. Previamente y el
domingo mismo, la sombra de la violencia primó la atmósfera electoral: En nueve
estados, por manos diversas fueron ejecutados al menos: Dos precandidatos, dos
familiares de candidatos, un dirigente estatal del PRD, un dirigente municipal
del PRI, un coordinador de campaña, y un pariente de coordinador de campaña.
Otra persona en disturbios entre grupos antagónicos.
En el recorrido 2012-2013 hubo litigios por la selección
de nuevos consejeros y magistrados electorales estatales; denuncias por actos
anticipados a precampañas y campañas, acusaciones recíprocas de desvío de
programas sociales para hacer clientelismo electoral, eliminación de nombres en
el Registro Federal de Electores, movilización de votantes de un estado a otro;
desaparición anticipada de boletas electorales, presencia de bandas encapuchadas
y armadas en plenas jornadas electorales, etcétera.
Algunas
tendencias
Con independencia del curso posterior en el que se defina
la validez de los resultados de Baja California respecto de la candidatura a la
gobernación, la alianza PAN-PRD se encamina al control del Congreso ahora en
manos del PRI, que de otro lado parece alzarse con carro completo en Quintana Roo, de predominio perredista sobre todo
en Benito Juárez (Cancun), Chetumal y Playa del Carmen; en Zacatecas, donde le
quitó al PRD la alcaldía de Fresnillo y se afirma en 36 de 58 municipios.
Se listan esas dos entidades porque, con Veracruz, fueron
estados en los que las autoridades electorales no otorgaron el fiat a las alianzas PAN-PRD. En
Chihuahua el PRI también confirma su predominio.
El PRI retiene en Sinaloa la capital, Culiacán, pero
recupera del PAN la de Mazatlán. La alianza PAN-PRD que llevó a Palacio a Mario
López Valdez -Malova- reculó en el Congreso estatal, donde refrendaría sólo
cinco de nueve diputaciones de mayoría.
En dicha entidad, la sorpresa la da el debutante Partido
Sinaloense (PAN) que para alcaldías y diputados acumula casi 300 mil votos con
los que asegura, en el Congreso, entre tres y cinco curules de representación
proporcional. En Chihuahua, Tamaulipas y Durango las cifras favorecen al
priismo. En Veracruz, adelanta en 99 de 212 municipios
El PAN cabalga en caballo de hacienda en Puebla y
Tlaxcala y en Coahuila se apodera de la capital, Saltillo, Monclova y Salinas.
En Oaxaca falta el deslinde entre los municipios que tuvieron elección
constitucional y los de usos y costumbres. En vías de mientras, la Alianza por la Paz y el Progreso de Oaxaca
perdería por cerrada diferencia la capital y al menos dos curules en el
Congreso.
En ese repaso a vuelo de pájaro, presionado por cierre de
edición, a reserva de que se recorran las instancias de los tribunales
estatales y eventualmente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que ya
se puede decir es que el PRD de Los Chuchos es el que resultó peor
parado, dado su papel de satélite que jugó de la mano del PAN, e incluso del
PRI, en Tijuana.
Doble acto de formal
prisión a Granier Melo
POR SEPARADO, dos juzgados de distrito dictaron auto de
formal prisión al ex gobernador de Tabasco Andrés Granier Meo, cuyo traslado a
cárcel estatal está considerándose por el Poder Judicial de la Federación.
En
esa tesitura, uno de los jueces que llevaba el caso en Villahermosa, Víctor
Manuel Izquierdo Leyva, fue remplazado por su homólogo Doritian Moscoso López,
quien se encontraba asignado a un juzgado federal en Sinaloa.
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