El pasado 22 de octubre, en el programa Voces del Periodista, charlé con personalidades indiscutibles en el mundo intelectual, académico, periodístico y social, sobre el acompañamiento permanente que hacemos todos aquellos que hemos conocido y sufrido con inmenso dolor y vergüenza la muerte de 6 seres humanos y la desaparición de 43 corazones jóvenes que han cohesionado los de millones y millones que les esperamos. Transcribiré las palabras que desde nuestro programa, que transita en las redes y la radio, cíbermarchamos y exigimos:
“¡VIVOS SE LOS LLEVARON,
VIVOS LOS QUEREMOS DE REGRESO!”.
Localizamos al Padre Alejandro Solalinde en el aeropuerto de Oaxaca, cuando se disponía a abordar el avión, para venir a la Ciudad de México y participar en la Marcha Global por Ayotzinapa. Generoso, compartió lo siguiente:
“No queremos este México de violencia, no necesitamos un gobierno que no se preocupe por la gente y que aún, pueda atacar a sus propios estudiantes y jóvenes. Queremos decirle a este gobierno y a todo el mundo que queremos un México diferente. Merecemos un México distinto. Nosotros somos un país privilegiado, la ubicación, en la latitud, los recursos, en el pueblo, tenemos una riqueza enorme en nuestros jóvenes y en nuestras mujeres. De sobra hemos visto pruebas, evidencias de ése pueblo que se convierte de repente y de algún modo en héroes, cuando tiene que ayudar, cuando hay algún terremoto o cuando hay algún siniestro, es ése corazón, esa gran alma que tenemos nosotros. Nuestro país está roto, nuestro gobierno está rebasado, hay que entenderlo, no nos hagamos ilusiones, de que la fuerza que aparenta existe, no, nuestro México “está fragmentado” y no podemos tampoco permitir que el gobierno lo haga solo, o diga que va a hacer lo que aparenta ser, no. Aquí tenemos que jalar parejo todos, todos tenemos que iniciar esta marcha para una resurrección de México.
Nuestro México está muy triste porque esta necrosado, porque tiene partes muertas, porque nuestros jóvenes están sufriendo también, necesitamos unirnos todos los partidos aunque estén así como están, todas las iglesias, las religiones, todos los hombres y mujeres de buena voluntad, las universidades, los comunicadores, los periodistas, las periodistas, todo mundo que somos México tenemos que hacer algo, para sacar a México adelante.
Si esto no nos indigna ¿que nos va a indignar? esto que aconteció con los jóvenes estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa no es un hecho aislado, quiero pensar, es en realidad una “lucha sistémica”, hay que hablar sobre los valores fácticos que están sobre México, un capital financiero que esta sobre nuestro presidente y sobre el estado mexicano y esta el pueblo. Esto no es nuevo, yo quiero recordar cosas, por ejemplo: nuestro Secretario de Gobernación, cuando era gobernador de Hidalgo, él fue quien ordenó cerrar la Normal Rural, hemos visto esto contra cualquier ciudadano y ciudadana, que se opongan al gobierno, porque en realidad ésa es la verdadera lucha de la ciudadanía, la de los de abajo, de la gente, de los que queremos otro México, que es, nuestro México, por esas personas que piensan que México tiene que ser de los extranjeros, del capital financiero, de las trasnacionales. Esa es la verdadera lucha, Celeste.
¿Con qué mensaje nos deja?
Permíteme marchar con ustedes, es un honor, es una alegría saber que estamos caminando juntos en la dirección de la justicia, lamentamos todo lo que ha pasado, pero Dios está con nosotros. Yo amo mucho a la Virgen de Guadalupe, creo en ella, está con nosotros. Creo que México está pasando por un momento, donde tenemos que unirnos todos y todas y unir nuestra fuerza desde el interior, pido a todos los que nos escuchan que no se desanimen, no es tiempo de tener miedo, al contrario, vamos a unirnos porque esa batalla está ganada, y la ha ganado Jesús…y las seis de la tarde, en el Ángel de la Independencia, el Padre Alejandro Solalinde, fue uno más en la multitudinaria marcha a la que convocaron 43 corazones….
Desde Nueva York, arribó la voz del reconocido Sociólogo y periodista, autor 70 libros, traducidos a más de 29 idiomas y quién desde la docencia multiplica el pensamiento ético: Doctor James Petras, quién expresó: El crimen es terrible, el crimen, los asesinatos, los desaparecidos, los quemados vivos, esto es un horror, un infierno para todo el mundo; mirar lo que está pasando y la incapacidad del Gobierno Federal para encontrar a los desaparecidos.
Yo quiero expresar mi solidaridad con las familias, con todos los mexicanos demócratas que buscan la justicia, la justicia significa principalmente el descubrimiento de lo que paso con los jóvenes, los normalistas, los indígenas que están en este movimiento social en busca de mejorar de la educación, mejoras para su comunidad. La desaparición de los normalistas es un crimen contra el pueblo mexicano, y yo quiero expresar mi solidaridad con el pueblo mexicano.
Quiero condenar al Gobierno de Obama, porque es cómplice de todos los delincuentes que están funcionando. Si no fuera por los Estados Unidos, no tienen los fusiles que compran en Texas, si no fuera por los consumidores no tenemos la producción narcótica en México. Si no fuera por la complicidad de las autoridades norteamericanas no podríamos encontrar tanta corrupción en los oficiales de México.
Debemos llamar la atención a Washington, de que deben asumir su responsabilidad y no lavarse las manos como Poncio Pilatos y de ser un problema solamente mexicano. Nosotros los norteamericanos exigimos justicia por parte de nuestro Gobierno en México. Estoy marchando en espíritu. Mi corazón está en la marcha y un fuerte abrazo también.
Dmitri Snamenski, corresponsal de Ria Novosti, sumándose a esta marcha en Voces del Periodista y a través de sus micrófonos manifiesta: Vivos se los llevaron, vivos los queremos.
Esta es una tragedia grande para México y es gran impacto para todos los poderes de éste país, vamos a ver si pueden o no con la impunidad, veremos cómo se puede resolver este problema y encontrar a los culpables; acabar con el origen que es, la impunidad, sí reitero, la impunidad. ¡La desaparición de 43 personas en una población relativamente chica y no encontrarlos!, es un reto a los poderes de México. No sé si podamos esperar que regresen vivos, así lo quisiéramos y ¡debemos unirnos a ésta esperanza!
El reconocido periodista Rubén Luengas, unió su voz en California, también “marchó” desde nuestros micrófonos por los 43 normalistas de Ayotzinapa y para exigir Justicia también para los 6 fallecidos, su voz cimbró al reflexionar sobre la añeja pasividad ciudadana y repitió una y otra vez: “Permitir una injusticia, es abrir la puerta a todas las que vengan”, en lo que está sucediendo actualmente en México, no podemos de ninguna manera sentirnos ajenos, sentirnos distantes, los que vivimos en los Estados Unidos o los que dentro de la sociedad mexicana tienen un rol privilegiado, una economía o una condición de clase, ver todo esto con distancia; porque tristemente y dolorosamente conozco personas en México, no se conmueven tanto porque son pobres, porque son morenitos, porque son de Oaxaca y hay muchas personas en México que todavía se sienten de sangre azul y solo les preocupa en medida que les pueda afectar a ellos, pero no por lo que les ha pasado a estos jóvenes mexicanos. En todo caso se deberían sumar a esta cuestión mediática y dejar de satanizar, ya que los han presentado como guerrilleros.
Entonces, comparto un artículo que estoy escribiendo y dice así:
“México arde y a los políticos sólo les importa quién administra el infierno". Palabras del poeta Javier Sicilia, quien creyó "ya no tener más lágrimas" después de llorar durante años la tortura y el asesinato de su hijo Juan Francisco. Pero el alma de Sicilia sigue derramándose por sus ojos, ante el panorama siniestro que por su parte, el sacerdote católico mexicano, Alejandro Solalinde, ha descrito como "la fosa común" en que ha sido convertido el suelo mexicano.
Solalinde es un tenaz defensor de los derechos humanos y director del albergue "Hermanos en el Camino", que ofrece ayuda humanitaria a migrantes centroamericanos en su dramática marcha hacia los Estados Unidos y quien ante la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, y ante las declaraciones oficiales de que "es prioridad para el gobierno que los estudiantes aparezcan con vida", ha denunciado que en realidad, "todos los estudiantes están muertos", que "el gobierno de Enrique Peña Nieto lo sabe" y que algunos de estos estudiantes fueron "quemados vivos" por agentes de la policía municipal de Iguala, el pasado 26 de septiembre.
Alejandro Solalinde se basa en testimonios de personas que supuestamente "fueron testigos de lo ocurrido", pero cuyo anonimato es indispensable para que no sean asesinadas. "Tienen miedo de hablar", me dijo el padre Solalinde, a quien "los testigos" le han venido contando detalles de "la matanza" con la esperanza de que esta no quede impune.
El lunes pasado Solalinde mientras el sacerdote viajaba en autobús de la Ciudad de México a Oaxaca, donde tiene su albergue para migrantes que aspiran con llegar a la "tierra prometida", al norte del Río Bravo.
La conexión telefónica era intermitente y de baja calidad, pero suficiente para escuchar a Solalinde reiterar con firmeza que "todos los estudiantes están muertos" y que se trata, de "un crimen de Estado".
Ese mismo día, el padre Solalinde había acudido al edificio de la Procuraduría General de la República (PGR) para denunciar los hechos, pero no fue recibido, ya que, dijo la PGR, "no tenía una cita", misma que por cierto le fue asignada para el jueves 23 de octubre.
La señal iba y venía y entonces le comenté sobre el temor que muchos mexicanos tienen acerca de su vida que podría estar en peligro. Así me respondió el padre Solalinde: "Mira Rubén, sucede que México está a punto de encender, a punto de estallar ¿Qué vas a cuidarme tu a mí de mi vida si México todo está en riesgo".
Solalinde sabe, porque lo ve todos los días, que México padece los embates del imperio de la noche, cuya identidad, en la oscuridad se oculta. Imperio que no sacia su apetito ni con todo el trabajo del hombre que es para su boca.
"Moviendo a México", dice el engreído eslogan del gobierno, pero no dice hacia dónde: ¿Hacía una fosa común? ¿La fosa de la impunidad, de la pobreza persistente, de la injusticia y de la manipulación informativa? ¿La fosa del predominio del capital especulativo parasitario y la eliminación de la inversión en las áreas sociales en las que supura la epidemia sangrienta del crimen organizado? ¿La fosa en la que según los propios economistas del sistema financiero mundial reconocen públicamente que al menos 30% de la población económicamente activa ya no tiene un lugar en el sistema productivo? ¿Moviendo a México hacía el infierno que luchan por administrar los diablillos de la partidocracia, la telecracia, la cleptocracia y la narcocracia?
Ese padre Solalinde que viajaba solo en un autobús hacia Oaxaca, abrumado por la penumbra, por el peso insoportable de tanta desgracia acumulada y por los testimonios que a su conciencia le fueron confiados sobre lo ocurrido a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, deja con su caminar, huellas claras en un suelo sediento de justicia. Huellas en un camino esquivado y muy poco transitado, pero que a los mexicanos les es urgente andar si quieren evitar que su futuro sucumba en una gran fosa clandestina.
Desde Teherán, se sumó el periodista Roberto de la Madrid con las siguientes palabras: es lamentable ver desde el otro lado del mundo, desde Medio Oriente, aquí en Teherán cuando son las once de la noche, a la gente marchando. Lo que estoy viendo yo es una saña de poder, porque somos los propios ciudadanos los que hemos permitido que esto pase en la historia. No es un problema de un día la desaparición de 43 estudiantes sino es un problema de muchos años, también es una saña de poder porque los que pueden hacer algo y otros que están filtrados con el narcotráfico o por el poder obscuro. Pero los que pueden hacer, no tienen el valor ni la valentía.
Yo creo que debemos tener gente que tenga los pantalones para poder gobernar, la crítica hoy es más importante, mientras no dejemos de creer que los que nos gobiernan son como extraterrestres, pues no cambiará México.
México, creo que tiene que ver hacia adentro y creer que los que están gobernando somos los mismos mexicanos, el mismo vecino de enfrente que no saludamos, no son otra cosa que ese México abandonado, abandonado de sentimientos, abandonado de esperanzas, que no cree en patrias, en valores, porque da lo mismo si se mueren diez, 20 o 100; o que una alcaldesa o un alcalde manda a matar o desaparecer estudiantes. No importa ya, tenemos que trabajar mucho en eso, tenemos que trabajar y en los valores éticos, estas mis palabras desde el otro lado del mundo.
Subrayamos desde aquí, con nuestra marcha que acompaña y acompañará a Ayotzinapa, que maestros y alumnos declaran que desde antes, ya habían sido víctimas de cárteles.
Y seguimos…….. ¡INSURRECCIÓN! ó ¿RESURRECCIÓN DE MÉXICO? …está en nuestro paso constante! y corazón.
Celeste Sáenz de Miera y Aguiar.
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